RELEVOS EN EL GABINETE PRESIDENCIAL. 2. PATRICIO PATRÓN LAVIADA POR IGNACIO LOYOLA VERA.

El relevo de Ignacio Loyola Vera no necesariamente forma parte del paquete anunciado la semana pasada. Quizá por coincidir en tiempos fue registrado así por columnistas y articulistas que siguieron el tema, que fue objeto de treinta comentarios, 5.69% de l02 527 sistematizados.

Y ya metido en cambios, el Presidente autorizó la salida de Ignacio Loyola Vera de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente. Loyola Vera, una herencia del foxismo, deja el cargo de procurador con señalamientos de haber tolerado la construcción de mansiones y desarrollos en zonas de reserva ecológica. El panista y ex gobernador de Querétaro aprovechó el brindis de fin de año para informar a algunos de sus cercanos que iniciará su periodo vacacional de fin de año, pero que ya no regresará a la encomienda que le asignó su amigo Vicente Fox, pues su renuncia entra en vigor el 31 de enero. En Los Pinos se festejó la decisión
“Bajo reserva”, El Universal, 15 de diciembre.

Renunció el procurador del Medio Ambiente, Ignacio Loyola.
Al tomar posesión de la Profepa, había aceptado desconocer sus tareas: ni tala ilegal, ni tráfico de especies silvestres, nada.
Chocó con el secretario del ramo, Juan Rafael Elvira cuando informó “con mesura”, del derrame petrolero de Campeche.
Elvira lo desautorizó públicamente, y de allí p’al real.
Loyola dejará Profepa el 31 de diciembre.
Pepe Grillo, Crónica, 18 de diciembre.

Pedro Cerisola, titular de la SCT, que conocía sus limitaciones, su falta de proyecto y de nociones, ya no diga usted de conceptos, no avanzó con él, y Fox lo volvió a rescatar cuando el 23 de junio de 2005, en lo que fue un premio al fracaso, lo designó titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Ni en aquel año ni en el siguiente hubo noticias de Loyola. Fue hasta el 4 de diciembre de 2006 cuando el ya presidente Calderón, en una decisión sorprendente, volvió a premiar su ineficiencia, confirmándolo en el cargo de procurador del medio ambiente.
Y así, en el anonimato, siguió cobrando y apareciendo sólo en los actos protocolarios del gabinete ampliado.
A lo largo del año y diez días que estuvo en el cargo, nunca nadie supo de él ni de lo que hacía.
Joaquín López Dóriga, “En privado”, Milenio, 18 de diciembre.

Nos comentan que en los últimos días se han dado una serie de renuncias en el gobierno federal, empezando por Alicia Pérez Duarte, quien dimitió a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos contra las Mujeres; también lo hizo el diputado federal Manuel Minjares, quien fue designado subsecretario de la Función Pública. Otra que anunció su salida del equipo de Felipe Calderón, es el procurador del Medio Ambiente, Ignacio Loyola, ex gobernador de Querétaro y que francamente se perdió en la burocracia.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 18 de diciembre.

Ayer, el titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Ignacio Loyola Vera, renunció a su cargo por "motivos personales"
¡Buuu!, dicen, se va Firuláis (¿se acuerdan cuando así lo llamó el subcomandante Marcos al entonces gober de Querétaro?).
Ahora sólo falta ver qué pasa con el "cachirul" que hay por ahí en la Profepa.
Se trata de Alfonso Ramos Rocha, que cuando era gober Loyola en Querétaro, era secretario de desarrollo urbano y obras públicas, luego fue inhabilitado por ciertas irregularidades, y aun así, se fue con Loyola a la Profepa como subprocurador de Recursos Naturales.
Um, señalan, ¿qué será de Firuláis ahora?, ¿y del "cachirul" Ramos?
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 18 de diciembre.

No se le vio en los desastres naturales: no se acercó a Chetumal con el Dean, ni se le vio en Tabasco con la inundación, o en el Alto Grijalva con el tapón del río ni en el derrame petrolero en la Sonda de Campeche, al descontrolarse e incendiarse el pozo KAB-121. Sólo se recuerda un boletín conjunto con la Secretaría del Medio Ambiente, minimizando la contaminación, lo que sería corregido públicamente por el titular Rafael Elvira Quezada, quien calificó de error el comunicado.
Hoy nos informan que renunció con el truco cómplice de “razones personales”, salida inaceptable en los funcionarios que por públicos no pueden invocar razones privadas.
Pero no tuvo la culpa él, Loyola, sino quienes lo hicieron procurador, Fox y Calderón.
Joaquín López Dóriga, “En privado”, Milenio, 18 de diciembre.

Ignacio Loyola Vera se convirtió en un personaje incómodo en el gabinete presidencial. Salió con una mancha: el derrame de petróleo ocurrido en el pozo Kab 121 de la sonda de Campeche. El todavía titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente minimizó en su momento el hecho, con el argumento de “no hay desastre ecológico”, nos dicen.
La posición de don Ignacio, a quien el subcomandante Marcos puso el apodo Firuláis, provocó otro derrame, en este caso biliar, en la oficina del secretario de Ambiente, Juan Rafael Elvira. El asunto escaló al grado de solicitarle la renuncia al procurador, que acudió a Los Pinos para tratar de apaciguar el desastre. Desde la casa presidencial le dieron una salida: una carta de dimisión por “motivos personales” al último día de diciembre. Loyola Vera reaparecerá muy pronto en la arena política de Querétaro, nos aseguran
“Bajo reserva”, El Universal, 19 de diciembre.

Que alguien soltó desde temprano el rumor de que Francisco Ramírez Acuña sería removido de la Secretaría de Gobernación. Y hasta bien entrada la noche, no se apagaba.
“Trascendió”, Milenio, 12 de enero.

Al parecer, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente está sirviendo de refugio para ex gobernadores panistas. Información cercana a la Presidencia de la República nos indica que Patricio Patrón Laviada, ex gobernador de Yucatán, sustituirá a Ignacio Loyola Vera, ex mandatario de Querétaro, y a quien en diciembre pasado se le pidió su renuncia por confrontaciones con el secretario de Medio Ambiente, Rafael Elvira Quesada. Nada alentadora es la noticia para organizaciones ambientalistas que se quejaban de Loyola Vera, pues al parecer Patrón Laviada ni siquiera concluyó sus estudios de secundaria, y desconoce el tema
“Bajo reserva”, El Universal, 12 de enero.

La Semarnat se deshizo del ex gobernador Ignacio Loyola, metido en la Profepa con calzador, y parece que ya le van a encajar a otro.
Lo grave es que Patricio Patrón Laviada, tampoco sabe del medio ambiente. Dicen que el yucateco vendría a la Profepa.
Y no porque sea un conocedor del tema, sino para sacarlo de la quema por las travesuras de sus ex colaboradores, uno de los cuales ya está en prisión.
Pepe Grillo, Crónica, 14 de enero.

Que también se puede dar por sentado que el ex gobernador de Yucatán Patricio Patrón asumirá como nuevo titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente. Hoy tiene cita en Los Pinos.
“Trascendió”, Milenio, 15 de enero.

Las señales apuntan a que el ex gobernador de Yucatán, Patricio Patrón Laviada, llenará la vacante de Procurador Federal de Protección Ambiental, siguiendo la tradición panista de dejarle la plaza a ex gobernadores.
Como recordará usted, el último en el cargo fue el ex gobernador de Querétaro, Ignacio Loyola, quien recibió la estafeta de manos del ex gobernador de Jalisco, Alberto Cárdenas.
A quién le importa si ninguno de los tres tiene o tenía antecedentes en una de las materias más delicadas, que en su momento ha erosionado la relación con Estados Unidos; dados los compromisos adquiridos por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
A quién le importa si Patrón Laviada, más allá de su desastrosa gestión en Yucatán, incluídas las sospechas de corrupción y tráfico de influencias, apenas puede documentar estudios de preparatoria.
A quién le importa si podría enfrentar un posible conflicto de interés, dado que su prima, Cecilia Laviada, es la coordinadora de delegaciones de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales.
A quién le importa la opinión de los sectores involucrados, incluyendo las ONG.
Alberto Barranco, “Empresa”, El Universal, 16 de enero.

Puede ocurrir también que Calderón quiera tirar lastre, si de ese modo concibió la designación de su principal operadora en la porción yucateca de sus campañas por la candidatura presidencial y en pos del Poder Ejecutivo. A esa lógica, olvidar los adeudos del pasado sin necesidad de cumplirlos, obedecería el no haber incorporado a Patricio Patrón Laviada a su gobierno, después de que él concluyó el suyo hace ya casi seis meses. En la contienda interna de 2005, el abrumador triunfo de Calderón sobre Santiago Creel en Yucatán fue descalificado por éste, que adujo haber sufrido prácticas de corte priista (como las que, por su parte, hay que decirlo, él llevó adelante en Veracruz) que fueron determinantes de su derrota. Recordar ese episodio, por lo demás, nos alecciona sobre la propensión calderonista a ganar "haiga sido como haiga sido"). Al nombrar a Beatriz Zavala por 13 meses el Presidente habría considerado cubierta su deuda en episodios que no quiera tener presentes
Miguel Ángel Granados Chapa, “Plaza Pública”, Reforma, 16 de enero.

El presidente Felipe Calderón rescató de la banca al ex gobernador de Yucatán, Patricio Patrón Laviada, y lo rehabilitó en la Profepa.
Las cuentas de la gestión de Patricio en Yucatán no son muy buenas: el caso Medina Millet, el intento de destituir de facto al Poder Judicial y el encubrimiento de presuntos delitos cometidos por sus hermanos son algunos ejemplos.
Algunos colaboradores suyos se encuentran sometidos a proceso penal por irregularidades que Patrón Laviada dice desconocer.
Pero bueno, su antecesor, Ignacio Loyola, tenía en su casa a su perico “Blas”, una especie protegida, y pudo ser titular de la Profepa.
En fin.
Habrá que seguir con lupa el desempeño del ex gobernador procurador.
Pepe Grillo, Crónica, 19 de enero.

Como también se liquidó la cuenta que el presidente tenía con otro ex gobernador que igual apostó por él en la campaña, el yucateco Patricio Patrón Laviada. El nombramiento del emeritense como titular de la Profepa, anunciado ayer, no es precisamente la promesa que le habían hecho de darle la Secretaría de Desarrollo Social cuando sacaran a Beatriz Zavala; pero finalmente, si se toma en cuenta el desgaste del ex mandatario yucateco y el trato que se le dio a la ex titular de Sedesol que era su recomendada, está claro que el cuestionado Patrón salió ganando
Salvador García Soto, “Serpientes y Escaleras”, El Universal, 19 de enero.

Patricio Patrón Laviada se estrena como procurador para temas del medio ambiente justo cuando su estratega en regularización de tierras, José Carlos Guzmán Alcocer, está preso en Mérida (capital de la entidad donde aquél fue el primer gobernador panista, de 2001 a 2007), por un presunto fraude superior a 500 millones de pesos, del cual culpa directamente al político; cuando pesan sospechas de despojo a campesinos de Oxcum y Hunucmá, y recién atravesó comicios ensombrecidos por el fantasma de la elección de Estado, ¡vaya equipaje!
“Frentes Políticos”, Excélsior, 19 de enero.

Pero si cosas hubo de sencilla comprensión como remover a dos incapaces relacionados ambos con el desastre de Tabasco, entre otras cosas, desgracia suficiente para exhibir la ineptitud de Beatriz Zavala hasta para levantar un censo de damnificados y dotarlos de ayudas simples y metálicas o la falta de sensibilidad política del bronco jalisciense Ramírez Acuña, no resulta tan simple saber cómo llega don Felipe Calderón a incluir en la Procuraduría del Ambiente a Patricio Patrón Laviada cuya fama es negativa en casi todos los sentidos.
Quien no lo juzga como el alto vacío lo acusa de haber dejado todo vacío desde lo alto. No encaja la pieza con exactitud en el tablero donde se deben colocar a los mejores de acuerdo con la mercadotecnia usada para explicar el cambio en Bucareli. Patrón Laviada hizo un mal gobierno en Yucatán y la prueba está en el rechazo final de los electores quienes volvieron sus preferencias al PRI en el primer revés electoral del panismo en su segunda Presidencia nacional.
Rafael Cardona, “El cristalazo”, Crónica, 20 de enero.

Patricio Patrón Laviada es “el malo” de esta tercia de nombramientos. Su designación como procurador del medio ambiente parece una mala broma. En su periodo como gobernador en Yucatán fue cuestionado por el Poder Legislativo por su inclinación a la deforestación de la península. Se entiende que pertenece al grupo político de Calderón, pero las siguientes generaciones no tienen la culpa de sus arreglos. Los hoteleros que combaten al manglar celebraban ayer el nombramiento de uno de los suyos como responsable de cuidarlos: el cliente a cargo de la cantina.
Tres cambios polémicos por una razón u otra. Sin duda, un “manotazo” del Presidente a su propia administración. Para bien o para mal, será un gabinete más depurado, más calderonista. Lo de Mouriño en Gobernación es atrevido y retador; lo de Cordero en Sedesol es preocupante y amenazador. Lo de Patrón Laviada en Profepa es, simplemente, indignante
Jorge Zepeda Patterson, El Universal, 20 de enero.

Pero si no fueran sólo sus pecados políticos suficientes para fruncir las cejas, Patrón Laviada carga con algunos pecados en materia ecológica, precisamente esa cuya vigilancia y procuración persigue su nuevo encargo. Es materia conocida su disputa con el ex regidor emeritense, Luis Aldana Burgos quien probó cómo Patrón Laviada arrasó parte de la reserva forestal de Cuxtal para construir ahí un pabellón de exposiciones y una feria ganadera y artesanal en el no tan lejano 2004.
Pero nada significan esos detalles en el ánimo presidencial quien ya ha hecho suya aquella vieja frase de los militares: “El que manda, manda bien y si se equivoca, vuelve a mandar”
—“Aquí lo que se queda y acá lo que se va”.
Rafael Cardona, “El cristalazo”, Crónica, 20 de enero.

Felipe Calderón está repitiendo en la Procuraduría Federal del Medio Ambiente la misma fórmula fracasada (pagar con cargos públicos los servicios políticos y electorales recibidos durante campañas) que utilizó en el caso de Francisco Ramírez Acuña cuando designó a éste secretario de gobernación. Patricio Patrón Laviada no fue quien destapó al entonces políticamente endeble secretario de energía, FC, pero sí fue quien volcó el aparato gubernamental yucateco –sobre todo, los recursos destinados a asistencia social– para darle al michoacano una victoria abultada y desproporcionada en los comicios internos del PAN en la entidad peninsular (lo que llevó al equipo de Santiago Creel a denunciar esos abusos de poder ante la comisión de vigilancia del comité nacional panista y a bautizar esas prácticas como Operación Cochinita), y luego, en términos igualmente exagerados –fraude electoral patriótico–, similares cascadas de votos irregulares para ayudar a fabricar la distancia artificial respecto de Andrés Manuel López Obrador. Convertido el erario yucateco en secretaría de finanzas de las campañas felipistas, y el propio gobernador en arbitrario operador político y electoral de Calderón (mapache ejecutivo), ahora ese personaje, envuelto en indagaciones judiciales múltiples sobre casos de corrupción durante su despótica y clasista administración, es colocado en una oficina desde la cual podrá continuar la saga de depredación ecológica a cuenta de negocios privados –sobre todo en los ámbitos de desarrollo turístico– que ya practicó en Yucatán durante una administración de tan malos resultados que en los comicios locales de 2007 ganó la gubernatura una priísta que es sobrina del difunto cacique tricolor Víctor Cervera Pacheco
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 21 de enero.

¿A poco no?, ayer, que hubo unos cuantos ajusticiados por el narco, que el "alto vacío", exgober Patricio Patrón Laviada, fue designado nuevo titular de la Profepa -socio de tres empresas yucatecas, todas del sector pesquero, imaginen cuánto va a proteger a esas y otras especies-, nos van muy bien las palabras que dijo el presidente Feli en su gira por Tlaxcala:
"A nosotros nos acomoda bien y nos gusta trabajar en un escenario bajo presión; es decir, estamos hechos a la adversidad..."
Eva Makívar, “La creme de la creme”, El Financiero, 21 de enero.

La bravura y las triquiñuelas con que Patricio Patrón colocó a Abreu Sierra en esa candidatura blanquiazul, así menguada y contaminada, no tuvieron tampoco continuidad a la hora en que la priísta Ivonne Ortega Pacheco fue declarada ganadora. Muchas semanas antes de los comicios corría la versión de que el calderonismo tenía acuerdo con el PRI nacional para entregar la plaza y que, en premio por desempeñar ese papel amargo, Patricio Patrón sería incorporado al gabinete felipista, tal vez en la secretaría de turismo, e incluso se llegó a hablar de la posibilidad de que se encargara del área federal de desarrollo social que ocupaba una yucateca, Beatriz Zavala, colocada allí para cubrir cuotas de género pero siempre mal calificada por la corte de Los Pinos. La especie de que la gubernatura peninsular estaba negociada tomó carácter oficial cuando el presidente del comité nacional panista, Manuel Espino, denunció el martes 22 de mayo del año pasado, en una conferencia de prensa convocada de última hora, que la noche del domingo electoral anterior “hablé con Juan Camilo Mouriño (jefe de la oficina de la Presidencia de la República) y le dije que yo quiero pedirle, con mucho respeto, que no envíen desde Los Pinos operadores políticos que no se coordinen con la dirigencia del partido a las elecciones estatales, y no diré más”. La nota, firmada por Ciro Pérez en La Jornada, agregaba: “¿Eso quiere decir que había operadores de Felipe Calderón en Yucatán?, se le preguntó, mientras abandonaba el salón. ¡Eres bueno para interpretar!, respondió seco el dirigente panista”.
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 21 de enero.

PARECE “DÁDIVA POLÍTICA” LA LLEGADA DE PATRÓN LAVIADA A LA PROFEPA, DICE GREENPEACE. NO TIENE EXPERIENCIA Y SÍ INTERESES PESQUEROS
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 21 de enero.

El nuevo funcionario es, naturalmente, una PaPa en cuanto a conocimientos específicos para ser gobernador y, ahora, para ser procurador federal del medio ambiente. Ni siquiera terminó la preparatoria y sus mayores glorias se han dado en el terreno de los “negocios”, en especial, los relacionados con el sector pesquero. También podría apuntarse como logro personal el enriquecimiento sexenal de familiares suyos, sobre todo sus hermanos. Denunciado penalmente por su posible complicidad en maniobras de tráfico de terrenos ejidales –entre otras linduras–, PaPa estará más que puesto, por lo demás, para agilizar y ser generoso con proyectos de inversión de su “tío”, el banquero Roberto Hernández Ramírez (la hermana de éste, María Elena, estuvo casada con el ahora difunto Íñigo Laviada) y, desde luego, de los que desarrollan en Campeche firmas españolas adecuadamente avaladas por los Mouriño. Tanta veneración por la impunidad generó de inmediato protestas de organizaciones ecologistas y ciudadanas que así hablan de PP: “hizo muy poco por la conservación de la naturaleza y, en cambio, ordenó talar cientos de árboles para la instalación de la feria ganadera y artesanal (…) Tiene antecedentes muy negativos de su paso por el gobierno del estado, pues permitió que en Yucatán se arrasara con la selva y los ecosistemas para vender las tierras a particulares”. En fin: otro pago de facturas electorales, con cargo al erario y a la maltrecha salud ambiental del país.
Julio Hernández López, “Astillero”, La Jornada, 21 de enero.

Y mientras Felipe demuestra, como ya va siendo costumbre, su insensibilidad política (o desafiante valemadrismo) nombrando al ex gobernador de Yucatán Patricio Patrón Laviada al frente de la tristemente célebre Profepa, sin importar la muy original investigación, cuyo escándalo estalló en noviembre del año pasado por las irregularidades (o sea, corrupción) en la venta de más de 20 hectáreas ubicadas cerca de la carretera Mérida-Progreso a una empresa, según información publicada en varios diarios yucatecos, propiedad de la familia... Mouriño, al buen Patricio se le dan todas las cínicas garantías y se le tolera premiándolo para evadir el taaan cacareado estado de derecha, perdón, (it´s monday) derecho, con la consigna de continuar pavimentando los caminos, uno de ellos inconcluso, para que las consentidas empresas del régimen hagan, literalmente, lo que les venga en gana amparados por el nuevo chico en Bucareli y su inquieto jefecito retozón.
Marcela Gómez Zalce, “A puerta cerrada”, Milenio, 21 de enero.

Al nombrar a Patricio Patrón Laviada como nuevo procurador del ambiente Felipe Calderón demuestra que es exactamente igual a los viejos presidentes del PRI. En vez de encargar a conocedores instituciones técnicas muy importantes como la Profepa, éstas son entregadas como premio o refugio a políticos desempleados. No hay nada en el currículum de Patrón que sugiera que tenga la preparación para ocupar una de las responsabilidades cruciales en la lucha ambiental de nuestro país. De hecho, la única razón que puede haber para darle al ex gobernador de Yucatán ese cargo es proporcionarle un fuero federal para protegerlo de las investigaciones que se llevan a cabo en su estado por tráfico de influencias durante su sexenio.
Sergio Sarmiento, “Jaque Mate”, Reforma, 21 de enero.

¿Por qué, si Patrón Laviada fue uno de los peores gobernadores que ha tenido el PAN se le ofrece ese cargo? ¿Qué méritos le vio el presidente Calderón para entregarle la Profepa? ¿Qué no fue acusado de depredador del medio ambiente en Yucatán precisamente cuando era el gobernador de esa entidad? ¿Qué no era esa, la de premiar la lealtad por sobre la eficacia, una de las fuertes críticas que hacía el PAN a los gobiernos del PRI?
En efecto, el único mérito por el que Patricio Patrón Laviada ocupa hoy la Procuraduría ambiental es el de la lealtad a Felipe Calderón; lealtad que fue evidente desde los tiempos de la precampaña electoral cuando Calderón derrotó a Santiago Creel; cuando se enfrentó y venció a Andrés Manuel López Obrador y, sobre todo, las lealtades de Patrón Laviada fueron evidentes cuando el PAN perdió el gobierno de Yucatán a manos del PRI, en una maniobra política que fue aceptada por muchos como el regreso de las concertacesiones. Es decir, que el resultado de las elecciones en las que se renovó el gobierno estatal fue un resultado pactado.
En esa elección —que se llevó a cabo el 20 de mayo de 2007— se entrecruzaron diversos intereses entre el PRI, los dos grupos que peleaban el control del Partido Acción Nacional y el naciente gobierno de Felipe Calderón. Por un lado, la administración de Felipe Calderón debía establecer una alianza tempranera con el PRI —al inicio de su gestión— para impulsar las reformas que el gobierno se proponía. Para ello decidió pactar la entrega del gobierno de Yucatán, a cambio de iniciar el sexenio con una alianza sólida.
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 23 de enero.

El Presidente de la República tiene el derecho constitucional de nombrar a sus colaboradores, pero la sociedad lo tiene de saber por qué los nombra y si no lo hace, de exigirlo.
Salvo los funcionarios que tienen que ser ratificados por el Senado a propuesta presidencial, todos los demás van por la libre: por amistad, eficacia, conveniencia, compromiso o por el inargumentable del porque sí, porque le sale del dobladillo.
Éste sería el caso del ex gobernador panista de Yucatán, Patricio Patrón Laviada, recién designado por el Presidente de la República como titular de la Procuraduría de Protección del Medio Ambiente, en sustitución de otro ex gobernador, también panista, que Calderón heredó del foxismo: Ignacio Loyola, de gris papel en Querétaro.
Este antecedente no alcanza para construir un argumento aceptable sobre las razones de la designación de Patrón Laviada como procurador del Medio Ambiente.
Joaquín López Dóriga, “En privado”, Milenio, 23 de enero.

Pero también con Patrón Laviada como operador de esa elección se hizo todo lo necesario para que ganara la candidata del PRI, Ivonne Ortega. En el fondo, Felipe Calderón reeditó la fórmula ideológica y estratégica que a partir de 1988 desarrolló Carlos Castillo Peraza; eso que todos conocieron como las concertacesiones. Es decir, los gobiernos en turno —el del PRI salinista en 1988 y el calderonista en 2006— entregó gobiernos estatales a los opositores, a cambio de una alianza en el Congreso.
Y, en efecto, iniciada la gestión de Felipe Calderón, y una vez entregado al PRI el gobierno de Yucatán, se forjaron los acuerdos que hicieron posibles reformas como las del ISSSTE, la fiscal y la electoral. Lo interesante es que luego del 20 de mayo de 2007, Patrón Laviada alcanzó reflectores mediáticos debido a que se vio involucrado en un escándalo de corrupción de su gobierno, pero todos sabían que, igual que ocurrió con Xavier Abreu, el ex gobernador de Yucatán sería premiado. Y no lo premiaron por sus habilidades, por sus resultados, por sus talentos, sino por sus lealtades.
Y si en los casos de Juan Camilo Mouriño y de Ernesto Cordero Arroyo imperó la llamada “meritocracia”, el fenómeno también se repitió en el caso de Patricio Patrón Laviada. Es decir, los méritos que prevalecieron para ser llevados a los altos cargos que ocupan no son otros que los de su lealtad o amistad con el hoy Presidente. Y la gran pregunta es la siguiente: ¿qué podemos esperar de un gabinete integrado sólo por amigos y leales, más allá de sus habilidades y talentos?
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 23 de enero.

Si nos vamos a su gestión como gobernador de Yucatán, lo más trascendente es que con Fox ganó, pero seis años después, con Calderón, perdió el estado ante la candidata del PRI que lo derrotó a él, al PAN y a su candidato.
Entonces no puede haber sido su paso como gobernador lo que llevó al presidente Calderón a darle esa procuraduría, que se ubica en el “gabinete ampliado” y dentro del capítulo de los “nombramientos presidenciales”.
Entonces revisé en sus antecedentes para ver si por ahí, su conocimiento de la materia, protección del medio ambiente, donde quizá se inspiró el Presidente para ponerlo en la Profepa, y tampoco. Llegó a preparatoria y luego tomó “diversos cursos especializados, entre ellos, calidad total (?) y administración pública municipal”, o sea, nada con la ecología, aunque es socio de tres empresas pesqueras. Fue delegado del Pronasol salinista y alcalde de Mérida, diputado local, coordinador de los Amigos de Fox, senador y gobernador. Pero del medio ambiente, ¡nada!
Eso sí, en su curricula aparece que el 18 de enero, el Presidente de la República anunció su nombramiento como procurador federal del Medio Ambiente, lo que fue ignorado en el portal de la Presidencia hasta la noche del lunes, y por señalamiento público, y sigue vacío en el de la misma Profepa.
Pero lo importante no son estos detalles cibernéticos, sino el fondo: ¿cuáles fueron las razones, los motivos, pues, del presidente Calderón, un declarado ambientalista, para designar a un ex gobernador sin experiencia, ignorante absoluto del tema, en un cargo de esa gravedad, la defensa del medio ambiente?
No lo sé y por eso pregunto partiendo de que, como le decía, el Presidente de la República tiene el derecho constitucional de nombrar a sus colaboradores, pero la sociedad tiene el suyo de saber por qué los nombra.
Y no lo sabemos.
Joaquín López Dóriga, “En privado”, Milenio, 23 de enero.

1 comentarios:

goloviarte responded on 26 de enero de 2008, 12:08 #

quiero pedir excusas por enviar dos vece mi invitación,perdón