LA HABANA.- Fidel Castro advirtió ayer a los cubanos que solucionar el déficit del país en petróleo, alimentos y vivienda no es fácil ni rápido.
"Ni soñar (...) que las soluciones de nuestros problemas son fáciles y están a la vuelta de la esquina", escribió Castro, en la segunda parte de un artículo difundido en los medios locales bajo el título "Lula", publicado inicialmente el jueves.
El convaleciente líder de la revolución, relevado hace año y medio de sus cargos ejecutivos por enfermedad, dijo que la prensa local publica aspectos positivos de la producción de petróleo sin precisar que no todas las ganancias ingresan al país.
"Nuestra prensa publica producciones de petróleo en Matanzas, la reducción de costos y otros aspectos positivos. Pero nadie señala que su precio en divisas hay que compartirlo con los socios extranjeros que invierten en las sofisticadas máquinas y la tecnología necesaria", señaló en referencia a la industria petrolera local.
También se refirió a la falta de mano de obra estatal que sufre el país, donde muchos asalariados prefieren trabajar por su cuenta para elevar sus flacos ingresos.
"En Cuba, hace mucho rato que abandonaron el campo los cortadores de caña y los trabajadores de los cafetales de las montañas (...) No existe la mano de obra requerida para aplicarla intensivamente en la producción de granos", admitió.
Explicó que la baja calidad de la tierra es otro de los factores que frenan la producción agrícola, y obliga a Cuba a importar toneladas de grano, carne, leche y otros productos, a los altos precios actuales del mercado internacional.
"Trabajándola con esmero, puede producir para el consumo familiar. Para producciones (...) como requieren las necesidades de una población de casi 12 millones de personas, nuestras tierras no son aptas, y el costo en máquinas y combustibles que el país importa, con los actuales precios, sería muy alto", agregó.
También indicó que gran número de constructores han dejado de trabajar para el Estado y se han convertido en trabajadores por cuenta propia.
"El pueblo sabe lo que cuesta arreglar una vivienda. Es el material, más el elevado costo del servicio que le prestan por esa vía. El primero tiene solución, el segundo no se resuelve "como creen algunos" lanzando pesos a la calle sin su contrapartida en divisas convertibles, que ya no serán dólares sino euros o yuanes cada vez más caros", alertó.
El veterano estadista señaló que reducir costos, satisfacer necesidades de consumo, crear reservas y desarrollar otras producciones es un gran mérito y alentó a los cubanos a seguir haciéndolo.
"Debemos continuar creando reservas de alimentos y combustible. En caso de ataque militar directo, la fuerza de trabajo manual se multiplicaría", estimó.
"Ni soñar (...) que las soluciones de nuestros problemas son fáciles y están a la vuelta de la esquina", escribió Castro, en la segunda parte de un artículo difundido en los medios locales bajo el título "Lula", publicado inicialmente el jueves.
El convaleciente líder de la revolución, relevado hace año y medio de sus cargos ejecutivos por enfermedad, dijo que la prensa local publica aspectos positivos de la producción de petróleo sin precisar que no todas las ganancias ingresan al país.
"Nuestra prensa publica producciones de petróleo en Matanzas, la reducción de costos y otros aspectos positivos. Pero nadie señala que su precio en divisas hay que compartirlo con los socios extranjeros que invierten en las sofisticadas máquinas y la tecnología necesaria", señaló en referencia a la industria petrolera local.
También se refirió a la falta de mano de obra estatal que sufre el país, donde muchos asalariados prefieren trabajar por su cuenta para elevar sus flacos ingresos.
"En Cuba, hace mucho rato que abandonaron el campo los cortadores de caña y los trabajadores de los cafetales de las montañas (...) No existe la mano de obra requerida para aplicarla intensivamente en la producción de granos", admitió.
Explicó que la baja calidad de la tierra es otro de los factores que frenan la producción agrícola, y obliga a Cuba a importar toneladas de grano, carne, leche y otros productos, a los altos precios actuales del mercado internacional.
"Trabajándola con esmero, puede producir para el consumo familiar. Para producciones (...) como requieren las necesidades de una población de casi 12 millones de personas, nuestras tierras no son aptas, y el costo en máquinas y combustibles que el país importa, con los actuales precios, sería muy alto", agregó.
También indicó que gran número de constructores han dejado de trabajar para el Estado y se han convertido en trabajadores por cuenta propia.
"El pueblo sabe lo que cuesta arreglar una vivienda. Es el material, más el elevado costo del servicio que le prestan por esa vía. El primero tiene solución, el segundo no se resuelve "como creen algunos" lanzando pesos a la calle sin su contrapartida en divisas convertibles, que ya no serán dólares sino euros o yuanes cada vez más caros", alertó.
El veterano estadista señaló que reducir costos, satisfacer necesidades de consumo, crear reservas y desarrollar otras producciones es un gran mérito y alentó a los cubanos a seguir haciéndolo.
"Debemos continuar creando reservas de alimentos y combustible. En caso de ataque militar directo, la fuerza de trabajo manual se multiplicaría", estimó.
Nota de Yolanda Martínez, corresponsal, reforma, 26 de enero.
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