Los Obispos presidentes de Cáritas de Centroamérica, México y Panamá (Camexpa) cuestionaron la tendencia a criminalizar a los migrantes pese a la serie de abusos que enfrentan en su trayecto hacia Estados Unidos.
Gregorio Rosa Chávez, Obispo auxiliar de San Salvador, señaló que con el secuestro de indocumentados en México se ha tocado fondo en el maltrato y falta de acción por parte de los Gobiernos de la región para atender a los indocumentados.
"Hemos tocado fondo con estos últimos acontecimientos; reconocerlo ya es un primer paso porque nos obliga a ir subiendo pero lo de Tamaulipas (la masacre de 72 migrantes) nos estremeció a todos y al ver tantos nombres de gente nuestra, nos conmovimos", dijo en entrevista.
Externó que las autoridades de la región deben aplicar medidas urgentes para salvaguardar la vida de los indocumentados, sin embargo éstas no deben centrarse en impulsar leyes que criminalicen a los migrantes.
"(Criminalizar a los migrantes) es la solución siempre fácil y que evade el problema; son unos cuantos, muy poquitos que puedan ser gente de conducta incorrecta, tenemos 99 de 100 por ciento que buscan un futuro o gente heroica.
"Cómo hacer para que los que realmente son culpables sean juzgados. Sería el camino, pero se opta por lo más fácil: todos son culpables", indicó.
Rosas Chávez asistió a una conferencia de prensa en la que participó Gustavo Rodríguez Vega, prelado de Nuevo Laredo; Ángel San Casimiro, de Ciudad Quesada, Costa Rica; y Sócrates Sandingo, de Chontales y Río San Juan, Nicaragua, para dar detalles sobre un encuentro de Camexpa, en el que se analizó la situación social de México y Centro América.
Monseñor Ángel San Casimiro consideró como discriminatoria e injusta la pretensión de crear una ley que criminalice el fenómeno migratorio.
Para el Obispo Sócrates Sandingo es válido que se tomen medidas para regular el paso de personas de un país a otro, pero señaló que implementar reglas exageradas pueden convertirse en una medida injusta.
"Si se han abierto las puertas para que el comercio se mueva libremente ¿por qué no con lo seres humanos cuando el mundo es nuestro?", dijo.
A su vez, Gustavo Rodríguez, prelado de Nuevo Laredo, llamó a las autoridades de Centroaméricana y de México a proteger la vida de los indocumentados.
"El llamado es urgente para que las autoridades de cada uno de los países de Centroamérica y también, especialmente de México, pongan todo el esfuerzo por cuidar, por salvaguardar la vida de estos hermanos que no son criminales, que son seres humanos en búsqueda de un progreso, expulsados de su país por la pobreza y que por lo tanto merecen respeto y cuidado", expuso.
Gregorio Rosa Chávez, Obispo auxiliar de San Salvador, señaló que con el secuestro de indocumentados en México se ha tocado fondo en el maltrato y falta de acción por parte de los Gobiernos de la región para atender a los indocumentados.
"Hemos tocado fondo con estos últimos acontecimientos; reconocerlo ya es un primer paso porque nos obliga a ir subiendo pero lo de Tamaulipas (la masacre de 72 migrantes) nos estremeció a todos y al ver tantos nombres de gente nuestra, nos conmovimos", dijo en entrevista.
Externó que las autoridades de la región deben aplicar medidas urgentes para salvaguardar la vida de los indocumentados, sin embargo éstas no deben centrarse en impulsar leyes que criminalicen a los migrantes.
"(Criminalizar a los migrantes) es la solución siempre fácil y que evade el problema; son unos cuantos, muy poquitos que puedan ser gente de conducta incorrecta, tenemos 99 de 100 por ciento que buscan un futuro o gente heroica.
"Cómo hacer para que los que realmente son culpables sean juzgados. Sería el camino, pero se opta por lo más fácil: todos son culpables", indicó.
Rosas Chávez asistió a una conferencia de prensa en la que participó Gustavo Rodríguez Vega, prelado de Nuevo Laredo; Ángel San Casimiro, de Ciudad Quesada, Costa Rica; y Sócrates Sandingo, de Chontales y Río San Juan, Nicaragua, para dar detalles sobre un encuentro de Camexpa, en el que se analizó la situación social de México y Centro América.
Monseñor Ángel San Casimiro consideró como discriminatoria e injusta la pretensión de crear una ley que criminalice el fenómeno migratorio.
Para el Obispo Sócrates Sandingo es válido que se tomen medidas para regular el paso de personas de un país a otro, pero señaló que implementar reglas exageradas pueden convertirse en una medida injusta.
"Si se han abierto las puertas para que el comercio se mueva libremente ¿por qué no con lo seres humanos cuando el mundo es nuestro?", dijo.
A su vez, Gustavo Rodríguez, prelado de Nuevo Laredo, llamó a las autoridades de Centroaméricana y de México a proteger la vida de los indocumentados.
"El llamado es urgente para que las autoridades de cada uno de los países de Centroamérica y también, especialmente de México, pongan todo el esfuerzo por cuidar, por salvaguardar la vida de estos hermanos que no son criminales, que son seres humanos en búsqueda de un progreso, expulsados de su país por la pobreza y que por lo tanto merecen respeto y cuidado", expuso.
Susana Moraga, Reforma, 24 de febrero.
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