LA HABANA (Agencias).— La fiscalía cubana solicitó 20 años de cárcel para un contratista estadounidense sospechoso de espionaje y cuyo arresto hace más de un año frenó abruptamente un acercamiento entre ambos enemigos de la Guerra Fría, según dijo el viernes la prensa oficial.
Una nota publicada por la edición electrónica del diario oficial Granma indicó que, tras un “exhaustivo proceso de investigación”, Alan Gross será acusado de “actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado”.
“La Fiscalía solicita una sanción de 20 años de privación de libertad. La fecha del juicio será fijada en breve”, dice el texto oficial. En Washington, el gobierno de Barack Obama dijo en un comunicado que “en lugar de liberar al señor Gross para que él pueda regresar a casa con su esposa y familia, la decisión de las autoridades cubanas agrava las injusticias sufridas por un hombre que ayudaba a aumentar el libre flujo de información hacia, desde y entre el pueblo cubano”.
El Departamento de Estado deploró la acusación.
Gross, de 62 años, fue detenido en La Habana el 3 de diciembre de 2009 y hasta ahora, era retenido sin cargos. Trabajaba para un programa financiado por el gobierno estadounidense para promover cambios políticos en Cuba.
Las autoridades cubanas lo acusan de distribuir equipos de comunicación satelital prohibidos en la isla. El arresto de Gross frenó el acercamiento emprendido en 2009 por el presidente Obama, que eliminó restricciones para viajes y envíos de remesas de los cubano estadounidenses a la isla.
Liberan a disidente
Cuba liberó a un disidente y prometió la excarcelación de otro, destrabando un proceso acordado entre el presidente Raúl Castro y la Iglesia católica que ha sacado de las prisiones a decenas de opositores.
El mandatario cubano se comprometió en 2010 a liberar a 52 presos políticos reclamados por Amnistía Internacional (AI). De ese grupo, 42 fueron excarcelados, la mayoría de ellos con la condición de que se marcharan al exilio.
Guido Sigler Amaya, de 57 años, y quien expresó su interés en viajar a EU, “llegó a su casa al final de la tarde del viernes”, dijo, en diálogo telefónico con Reuters, Berta Soler, esposa de Ángel Moya, uno de los presos que ha decidido permanecer en la isla tras su excarcelación que, se prevé, ocurrirá en las próximas horas .
Una nota publicada por la edición electrónica del diario oficial Granma indicó que, tras un “exhaustivo proceso de investigación”, Alan Gross será acusado de “actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado”.
“La Fiscalía solicita una sanción de 20 años de privación de libertad. La fecha del juicio será fijada en breve”, dice el texto oficial. En Washington, el gobierno de Barack Obama dijo en un comunicado que “en lugar de liberar al señor Gross para que él pueda regresar a casa con su esposa y familia, la decisión de las autoridades cubanas agrava las injusticias sufridas por un hombre que ayudaba a aumentar el libre flujo de información hacia, desde y entre el pueblo cubano”.
El Departamento de Estado deploró la acusación.
Gross, de 62 años, fue detenido en La Habana el 3 de diciembre de 2009 y hasta ahora, era retenido sin cargos. Trabajaba para un programa financiado por el gobierno estadounidense para promover cambios políticos en Cuba.
Las autoridades cubanas lo acusan de distribuir equipos de comunicación satelital prohibidos en la isla. El arresto de Gross frenó el acercamiento emprendido en 2009 por el presidente Obama, que eliminó restricciones para viajes y envíos de remesas de los cubano estadounidenses a la isla.
Liberan a disidente
Cuba liberó a un disidente y prometió la excarcelación de otro, destrabando un proceso acordado entre el presidente Raúl Castro y la Iglesia católica que ha sacado de las prisiones a decenas de opositores.
El mandatario cubano se comprometió en 2010 a liberar a 52 presos políticos reclamados por Amnistía Internacional (AI). De ese grupo, 42 fueron excarcelados, la mayoría de ellos con la condición de que se marcharan al exilio.
Guido Sigler Amaya, de 57 años, y quien expresó su interés en viajar a EU, “llegó a su casa al final de la tarde del viernes”, dijo, en diálogo telefónico con Reuters, Berta Soler, esposa de Ángel Moya, uno de los presos que ha decidido permanecer en la isla tras su excarcelación que, se prevé, ocurrirá en las próximas horas .
El Universal, 5 de febrero.
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