La cúpula priista sentó desde 2008 las bases para una reforma fiscal en la que se graven los alimentos y medicinas, ya que eliminaron ese candado desde la 20 asamblea.
Además, en la elección de los actuales diputados se convirtió en una promesa encubierta de campaña, ya que en la plataforma electora ofrecieron a la ciudadanía una “reforma fiscal de fondo” que evite la alta dependencia del petróleo, mediante el impulso de políticas para aumentar los ingresos tributarios, como establecer “tasas uniformes que coadyuven a elevar la recaudación, la competitividad y permitan combatir la evasión fiscal y hagan fácil su observancia”.
Sin embargo, cada vez que entran a este tema se enfrentan como ha sucedido con la propuesta del coordinador de los senadores, Manlio Fabio Beltrones, de dejar el IVA en una tasa única de 12 por ciento, que incluya el gravamen en alimentos y medicinas
Esta propuesta a pesar de ser parte de la plataforma que llevó a los diputados a sus curules no fue aceptada por el coordinador de la bancada priista, Francisco Rojas.
Esta larga historia del PRI de generalizar el IVA cuando son partido de oposición ha quedado plasmada en sus documentos básicos. En los estatutos aprobados en la 20 Asamblea de 2008 se quitó la frase que impedía a los priistas aprobar el IVA en alimentos y medicinas, que estaba en los documentos básicos desde que fueron oposición.
Además, en el Programa de Acción emanado de la 20 Asamblea Nacional Ordinaria del PRI, uno de los documentos básicos señaló la necesidad de continuar el perfeccionamiento de la reforma hacendaria en la parte fiscal.
Previo al periodo ordinario de sesiones en el Congreso, que se inició el pasado 1 de febrero, Beltrones lanzó la propuesta de reducir el IVA de 16 a 12 por ciento y generalizarlo, salvo una canasta básica de alimentos exentos y tasa cero en medicamentos.
El coordinador de los diputados priistas sólo prometió analizar con los senadores la llamada reforma hacendaria integral, pero dejó en claro que se tiene que comenzar con la revisión del gasto público, porque “es imposible pedirle a los ciudadanos mayores aportaciones impositivas”, si antes no hay absoluta rendición de cuentas y productividad del propio gasto.
México. Mauricio Pérez, Milenio, 5 de febrero.
Además, en la elección de los actuales diputados se convirtió en una promesa encubierta de campaña, ya que en la plataforma electora ofrecieron a la ciudadanía una “reforma fiscal de fondo” que evite la alta dependencia del petróleo, mediante el impulso de políticas para aumentar los ingresos tributarios, como establecer “tasas uniformes que coadyuven a elevar la recaudación, la competitividad y permitan combatir la evasión fiscal y hagan fácil su observancia”.
Sin embargo, cada vez que entran a este tema se enfrentan como ha sucedido con la propuesta del coordinador de los senadores, Manlio Fabio Beltrones, de dejar el IVA en una tasa única de 12 por ciento, que incluya el gravamen en alimentos y medicinas
Esta propuesta a pesar de ser parte de la plataforma que llevó a los diputados a sus curules no fue aceptada por el coordinador de la bancada priista, Francisco Rojas.
Esta larga historia del PRI de generalizar el IVA cuando son partido de oposición ha quedado plasmada en sus documentos básicos. En los estatutos aprobados en la 20 Asamblea de 2008 se quitó la frase que impedía a los priistas aprobar el IVA en alimentos y medicinas, que estaba en los documentos básicos desde que fueron oposición.
Además, en el Programa de Acción emanado de la 20 Asamblea Nacional Ordinaria del PRI, uno de los documentos básicos señaló la necesidad de continuar el perfeccionamiento de la reforma hacendaria en la parte fiscal.
Previo al periodo ordinario de sesiones en el Congreso, que se inició el pasado 1 de febrero, Beltrones lanzó la propuesta de reducir el IVA de 16 a 12 por ciento y generalizarlo, salvo una canasta básica de alimentos exentos y tasa cero en medicamentos.
El coordinador de los diputados priistas sólo prometió analizar con los senadores la llamada reforma hacendaria integral, pero dejó en claro que se tiene que comenzar con la revisión del gasto público, porque “es imposible pedirle a los ciudadanos mayores aportaciones impositivas”, si antes no hay absoluta rendición de cuentas y productividad del propio gasto.
México. Mauricio Pérez, Milenio, 5 de febrero.
0 Responses to "El PRI, sin candados para gravar comida"
Publicar un comentario