La aprobación de una reforma a la Ley Federal de Trabajo permitirá a México avanzar entre 25 y 30 posiciones en el ranking de competitividad internacional, afirmó el presidente del Comité de Capital Humano y Asuntos Laborales de la Cámara Americana de Comercio en México (Amcham), Alfredo Kupfer.
“Con la simple aprobación de una reforma y sin esperar los efectos positivos podemos movernos hasta 30 lugares, porque se provocarán efectos flexibilizadores de inversión nacional y extranjera”, dijo el experto.
De acuerdo con el índice global de competitividad del Foro Económico Mundial 2010-2011, México ocupa la posición 120 de 169 países en eficiencia del mercado laboral, incluso por debajo de naciones como Bangladesh o Sri Lanka.
El secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano, mencionó que este año se espera una generación de empleos similar a la de 2010, cuando se crearon más de 730 mil plazas, aunque una reforma laboral, dijo, incrementará significativamente esa cifra.
En ese sentido, Kupfer dijo que la iniciativa de reforma laboral puede impulsar la generación de empleos, que “incluso puede llevar a alcanzar el número mágico que tantas administraciones han venido prometiendo, el millón de empleos”.
Sin embargo, el director del Centro de Análisis y Proyecciones Económicas para México (Capem), César Castro, reconoció que la discusión sobre la reforma es incierta, pues ya son varios años que se intenta aprobar y no pasa nada.
“Hay que ver a estas alturas cómo sale la iniciativa, pues está más sesgada en beneficio de los patrones que de los trabajadores, porque les permitirá contratar y despedir con mayor flexibilidad”, dijo.
No obstante, Lucía Martín, especialista de Ixe, dijo que los cambios que se proponen en la iniciativa se orientan a una mayor flexibilidad y competitividad del mercado laboral, ejes que “no deben estar a discusión y se deben hacer porque de lo contrario el país quedará rezagado.
“Esos cambios deben hacerse, los índices internacionales nos ubican con poca flexibilidad laboral; las empresas tardan en reaccionar a los diferentes ciclos de la economía, les cuesta mucho despedir al personal en tiempos de crisis y es muy tardada la contratación en periodos de recuperación”, argumentó.
Por último, Alfredo Kupfer, integrante de la Amcham, confió en que este año se alcanzará la reforma, y a más tardar en marzo se avanzará en la discusión del tema, pese a las diferencias que hay entre partidos políticos.
Claves
El cambio, positivo
• En este momento las condiciones de la economía mexicana permiten afrontar estas discusiones, los legisladores deben asumir su responsabilidad, considera Alfredo Kupfer.
• Hay mejoría en las perspectivas del futuro y un mayor impulso en la actividad industrial y manufacturera, por lo que una reforma laboral puede detonar un crecimiento más sostenido.
• Sin embargo, el especialista del Capem considera que la iniciativa está sesgada en beneficio de los patrones, pues se facilita la contratación pero también los despidos.
México • Alberto Verdusco, Milenio, 21 de febrero.
“Con la simple aprobación de una reforma y sin esperar los efectos positivos podemos movernos hasta 30 lugares, porque se provocarán efectos flexibilizadores de inversión nacional y extranjera”, dijo el experto.
De acuerdo con el índice global de competitividad del Foro Económico Mundial 2010-2011, México ocupa la posición 120 de 169 países en eficiencia del mercado laboral, incluso por debajo de naciones como Bangladesh o Sri Lanka.
El secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano, mencionó que este año se espera una generación de empleos similar a la de 2010, cuando se crearon más de 730 mil plazas, aunque una reforma laboral, dijo, incrementará significativamente esa cifra.
En ese sentido, Kupfer dijo que la iniciativa de reforma laboral puede impulsar la generación de empleos, que “incluso puede llevar a alcanzar el número mágico que tantas administraciones han venido prometiendo, el millón de empleos”.
Sin embargo, el director del Centro de Análisis y Proyecciones Económicas para México (Capem), César Castro, reconoció que la discusión sobre la reforma es incierta, pues ya son varios años que se intenta aprobar y no pasa nada.
“Hay que ver a estas alturas cómo sale la iniciativa, pues está más sesgada en beneficio de los patrones que de los trabajadores, porque les permitirá contratar y despedir con mayor flexibilidad”, dijo.
No obstante, Lucía Martín, especialista de Ixe, dijo que los cambios que se proponen en la iniciativa se orientan a una mayor flexibilidad y competitividad del mercado laboral, ejes que “no deben estar a discusión y se deben hacer porque de lo contrario el país quedará rezagado.
“Esos cambios deben hacerse, los índices internacionales nos ubican con poca flexibilidad laboral; las empresas tardan en reaccionar a los diferentes ciclos de la economía, les cuesta mucho despedir al personal en tiempos de crisis y es muy tardada la contratación en periodos de recuperación”, argumentó.
Por último, Alfredo Kupfer, integrante de la Amcham, confió en que este año se alcanzará la reforma, y a más tardar en marzo se avanzará en la discusión del tema, pese a las diferencias que hay entre partidos políticos.
Claves
El cambio, positivo
• En este momento las condiciones de la economía mexicana permiten afrontar estas discusiones, los legisladores deben asumir su responsabilidad, considera Alfredo Kupfer.
• Hay mejoría en las perspectivas del futuro y un mayor impulso en la actividad industrial y manufacturera, por lo que una reforma laboral puede detonar un crecimiento más sostenido.
• Sin embargo, el especialista del Capem considera que la iniciativa está sesgada en beneficio de los patrones, pues se facilita la contratación pero también los despidos.
México • Alberto Verdusco, Milenio, 21 de febrero.
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