Desde ayer por la mañana, Fernando Sariñana tiene todo el poder... en el Canal Once.
Y de entrada aclara que su designación como director de la emisora del Instituto Politécnico Nacional —la televisora pública más importante de América Latina—, no es un favor político por haber realizado spots para la campaña presidencial de Felipe Calderón.
“Estoy tranquilo de que el nombramiento tiene más que ver con un proyecto de país, en donde por supuesto hay coincidencias con el presidente, y enormes retos que tienen que ver con la pluralidad, la libertad de expresión y con garantizar esos espacios en los medios públicos.”
Acompañado de su familia, el cineasta llegó con media hora de anticipación a la ceremonia en que tomó posesión de su nuevo cargo, realizada en las instalaciones del canal, en el Casco de Santo Tomás.
Poco después de la nueve de la mañana ocuparon sus sitios en el presidium la secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota; el director del Instituto Politécnico Nacional; José Enrique Villa-Rivera; el ex director del canal, Julio Di-Bella, y su sucesor.
En un breve discurso, Sariñana se comprometió a trabajar para que la emisora siga produciendo contenidos que orienten y fomenten el desarrollo humano, para que siga siendo el medio de comunicación público más importante de México y un escenario propicio para el debate respetuoso, la reflexión y la libre expresión de las ideas.
Se comprometió a que la emisora continúe cumpliendo con el Código de Autorregulación, a conseguir los recursos para hacer una programación de calidad y a mejorar el marco jurídico de la institución.
También hizo explícito su compromiso para que la emisora persista divulgando la actividad científica y tecnológica del IPN y para conformar un equipo de trabajo con una “filosofía de excelencia y servicio a la comunidad.”
Julio Di-Bella aprovechó el espacio en la tribuna para hacer un corte de caja de siete años de gestión.
“Entrego una administración transparente, finanzas sanas y cero deudas”, remató el actual Secretario Técnico del Grupo Plural sobre Telecomunicaciones y Radiodifusión del Senado de la República.
Por su parte, Vázquez Mota señaló que Sariñana “no es alguien ajeno a la institución, a la democracia, a la vida de los medios y de este país.”
Antes de posar para la prensa gráfica con su hija Ximena, como en alfombra roja, el realizador de Niñas mal aceptó que está reconociendo el territorio, que está en una etapa de análisis.
Dijo que en este momento su prioridad es el Canal Once. No aclaró si continuará con su labor como cineasta, aunque buscará que la emisora del Politécnico sea una ventana más amplia para el cine nacional.
Y de entrada aclara que su designación como director de la emisora del Instituto Politécnico Nacional —la televisora pública más importante de América Latina—, no es un favor político por haber realizado spots para la campaña presidencial de Felipe Calderón.
“Estoy tranquilo de que el nombramiento tiene más que ver con un proyecto de país, en donde por supuesto hay coincidencias con el presidente, y enormes retos que tienen que ver con la pluralidad, la libertad de expresión y con garantizar esos espacios en los medios públicos.”
Acompañado de su familia, el cineasta llegó con media hora de anticipación a la ceremonia en que tomó posesión de su nuevo cargo, realizada en las instalaciones del canal, en el Casco de Santo Tomás.
Poco después de la nueve de la mañana ocuparon sus sitios en el presidium la secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota; el director del Instituto Politécnico Nacional; José Enrique Villa-Rivera; el ex director del canal, Julio Di-Bella, y su sucesor.
En un breve discurso, Sariñana se comprometió a trabajar para que la emisora siga produciendo contenidos que orienten y fomenten el desarrollo humano, para que siga siendo el medio de comunicación público más importante de México y un escenario propicio para el debate respetuoso, la reflexión y la libre expresión de las ideas.
Se comprometió a que la emisora continúe cumpliendo con el Código de Autorregulación, a conseguir los recursos para hacer una programación de calidad y a mejorar el marco jurídico de la institución.
También hizo explícito su compromiso para que la emisora persista divulgando la actividad científica y tecnológica del IPN y para conformar un equipo de trabajo con una “filosofía de excelencia y servicio a la comunidad.”
Julio Di-Bella aprovechó el espacio en la tribuna para hacer un corte de caja de siete años de gestión.
“Entrego una administración transparente, finanzas sanas y cero deudas”, remató el actual Secretario Técnico del Grupo Plural sobre Telecomunicaciones y Radiodifusión del Senado de la República.
Por su parte, Vázquez Mota señaló que Sariñana “no es alguien ajeno a la institución, a la democracia, a la vida de los medios y de este país.”
Antes de posar para la prensa gráfica con su hija Ximena, como en alfombra roja, el realizador de Niñas mal aceptó que está reconociendo el territorio, que está en una etapa de análisis.
Dijo que en este momento su prioridad es el Canal Once. No aclaró si continuará con su labor como cineasta, aunque buscará que la emisora del Politécnico sea una ventana más amplia para el cine nacional.
Nota de Juan Solís, El Universal, 22 de enero.
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