Disidente se niega a ser liberado

El disidente Ángel Moya, 20 años encarcelado y cuya liberación anunció el viernes el arzobispado de La Habana, se mantuvo negado a acatar la decisión hasta que no corran igual suerte otros tres presos “enfermos”, informó su esposa Berta Soler.

Tras marchar ayer por calles de La Habana con unas 40 Damas de Blanco, Soler dijo que su esposo le comunicó esa decisión el viernes, mismo día en que fue puesto en libertad Guido Sigler.

La excarcelación de ambos es un procedimiento que ha beneficiado a más de medio centenar de presos por acusaciones que van de terrorismo a espionaje. La mayoría de éstos han aceptado viajar a España, mientras que Sigler lo hará a EU y Moya permanecerá en la isla.

Del primer grupo a liberar, pactado por el presidente Raúl Castro y el cardenal Jaime Ortega en julio, aún quedan nueve opositores, así como un cuarto encarcelado, según informó la líder de las Damas de Blanco, Laura Pollán.

Mientras esto ocurre, en Cuba y Estados Unidos crecen las expectativas sobre el comienzo “en breve” de un juicio en La Habana al estadunidense Alan Gross, a quien la fiscalía local ha pedido 20 años de prisión por “actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado”.

La Habana. Manuel J. Somoza, Milenio, 7 de febrero.

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