Los menores indocumentados que son detenidos en México no siempre son informados sobre sus derechos, como el de solicitar refugio o intentar regularizarse, y no se atiende el interés superior de protegerlos antes de decidir su repatriación, advierte un reporte de Organización Internacional para las Migraciones (OIM) difundido esta semana.
El informe reconoce los avances logrados en materia de protección de menores migrantes en tránsito, pero advierte sobre diversos pendientes.
"Es innegable que el Instituto Nacional de Migración (INM) ha iniciado nuevas prácticas de singular valía. El modelo de protección de los niños, niñas y adolescentes migrantes es uno de ellos; la desagregación estadística por sexo y grupos de edad y la creación de los Oficiales de Protección a la Infancia (OPI), son otros, pero aún tiene mucho por hacer y enmendar", señala.
El informe Niños, Niñas y Adolescentes Migrantes Centroamericanos en Poblaciones del Sur de México advierte además que existe una descoordinación entre las instituciones federales y locales, así como entre los consulados de los países de origen, para brindar atención a ese grupo.
"Esta desarticulación, y en algunos casos la falta de compromiso, hacen que las estrategias planteadas no tengan los resultados que deberían, tanto en la prevención como resolución de los problemas a los que los niños y adolescentes se enfrentan", subraya.
El estudio, elaborado por un equipo encabezado por el investigador Rodolfo Casillas, advierte que los niños y adolescentes guatemaltecos que trabajan en las calles en Tapachula como boleros o vendedores laboran más 10 horas por jornada, no descansan ningún día y ganan un máximo de 50 pesos.
Sumado a ello, advierte, sufren de abusos y estigmatización por ser indocumentados.
De acuerdo con el reporte, se desconoce el número de menores migrantes originarios de Centroamérica que viven o transitan de manera irregular en el país, pues sólo se cuenta con los datos de los que son asegurados por el INM.
Indica que los hondureños y salvadoreños suelen ir a Estados Unidos mientra que los guatemaltecos trabajar en las localidades fronterizas.
El informe recomienda la apertura de más albergues que reciban a menores de edad y que les brinden atención médica, alimenticia, psicológica, recreativa, capacitación vocacional e instalaciones para que pernocten.
Demanda la creación de un registro de los menores que acompañan a sus familias en labores agrícolas durante la cosecha.
"Aunque las distintas instituciones encargadas de cuidar los derechos de la niñez migrante han mostrado avances significativos en cuanto a la promoción de nuevas leyes y la reformulación de otras para combatir los abusos que se comenten en contra de ellos, aún queda un largo camino por recorrer", insiste.
El informe reconoce los avances logrados en materia de protección de menores migrantes en tránsito, pero advierte sobre diversos pendientes.
"Es innegable que el Instituto Nacional de Migración (INM) ha iniciado nuevas prácticas de singular valía. El modelo de protección de los niños, niñas y adolescentes migrantes es uno de ellos; la desagregación estadística por sexo y grupos de edad y la creación de los Oficiales de Protección a la Infancia (OPI), son otros, pero aún tiene mucho por hacer y enmendar", señala.
El informe Niños, Niñas y Adolescentes Migrantes Centroamericanos en Poblaciones del Sur de México advierte además que existe una descoordinación entre las instituciones federales y locales, así como entre los consulados de los países de origen, para brindar atención a ese grupo.
"Esta desarticulación, y en algunos casos la falta de compromiso, hacen que las estrategias planteadas no tengan los resultados que deberían, tanto en la prevención como resolución de los problemas a los que los niños y adolescentes se enfrentan", subraya.
El estudio, elaborado por un equipo encabezado por el investigador Rodolfo Casillas, advierte que los niños y adolescentes guatemaltecos que trabajan en las calles en Tapachula como boleros o vendedores laboran más 10 horas por jornada, no descansan ningún día y ganan un máximo de 50 pesos.
Sumado a ello, advierte, sufren de abusos y estigmatización por ser indocumentados.
De acuerdo con el reporte, se desconoce el número de menores migrantes originarios de Centroamérica que viven o transitan de manera irregular en el país, pues sólo se cuenta con los datos de los que son asegurados por el INM.
Indica que los hondureños y salvadoreños suelen ir a Estados Unidos mientra que los guatemaltecos trabajar en las localidades fronterizas.
El informe recomienda la apertura de más albergues que reciban a menores de edad y que les brinden atención médica, alimenticia, psicológica, recreativa, capacitación vocacional e instalaciones para que pernocten.
Demanda la creación de un registro de los menores que acompañan a sus familias en labores agrícolas durante la cosecha.
"Aunque las distintas instituciones encargadas de cuidar los derechos de la niñez migrante han mostrado avances significativos en cuanto a la promoción de nuevas leyes y la reformulación de otras para combatir los abusos que se comenten en contra de ellos, aún queda un largo camino por recorrer", insiste.
Verónica Sánchez, Reforma, 6 de febrero
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