Diecinueve comentarios, 13.1% de los 145 sistematizados, constituyen una muestra de los que columnistas y articulistas consideran los pendientes de Martínez Cázares como nuevo líder del Partido Acción Nacional.
Acaso esta llegada de candidato único sea lo que necesita un hombre con la encomienda de sacar al PAN de su ostracismo, facturas que vienen de atrás, que rebasan a Espino, que involucran a los propios calderonistas y que tienen registro en la medición pública de las fuerzas políticas. Por eso Vicente Fox inventó aquello de los amigos y el actual Presidente recurrió deliberada y evidentemente a la polarización, para dividir en dos al electorado y añadir a la base panista los votos sin los cuales jamás se ganaría una contienda federal. Acaso únicamente así, con la garantía de un camino libre y sin golpeteos hacia la dirigencia panista, se puede asumir la tarea de la que depende la cosecha de las negociaciones calderonistas con el PRI y parte del PRD. Porque si Felipe Calderón accedió a un descabezamiento del IFE para conseguir lo que él denomina como la recomposición del consenso pluripartidista en torno a las reglas electorales, a partir de ahora él, su gabinete y Germán Martínez se encuentran retados a ganar en las urnas bajo esas nuevas reglas.
Ivonne Melgar, “Retrovisor”, Excélsior, 8 de diciembre.
Vaya que no nos gusta ser aguafiestas. Pero la realidad se impone y la memoria obliga. Si alguien hizo pedazos a Espino con descalificaciones fue el flamante líder blanquiazul. Al igual que los calderonistas, impugnaron sus alianzas, como si el trabajo sucio pudiera deslindarse a la hora de contar boletas. Pues bien, ahora es cuando para sacudirse a la maestra Elba Esther Gordillo. Y si van a prescindir de los cuatro puntos que sus huestes magisteriales han representado, la nueva dirigencia tendrá que conseguirlos por sus propios medios. / Hay algo aún más valioso y caro que un avance electoral: poner al día la educación básica, que la relación con el SNTE trascienda los arreglos discrecionales para darle banderazo a la ruta de la transparencia. Y eso, perdón Germán, pero también es cosa del PAN en manos de los azules puros. De él depende que el Presidente pueda o no prescindir de la profesora y de sus amagos. Josefina Vázquez Mota, titular de la SEP; tan cuestionada por los calderonistas del primer círculo por su pragmatismo y capacidad de operación, ya hizo su parte: aguantó y, gracias a una mala estrategia de Gordillo, ahora es identificada como alguien que soporta los chantajes del sindicato, pero sin ser de las suyas.
Ivonne Melgar, “Retrovisor”, Excélsior, 8 de diciembre.
Añado dos retos más: Martínez fue el autor de la frase de que con Calderón, entraría el PAN a Los Pinos. La vida lo pone en la oportunidad de hacer su parte para lograr que los panistas que despachan en la residencia oficial, apliquen el proyecto deseable, y no sólo el posible. Y no estoy hablando del “bien común” pregonado por los padres fundadores de ese partido, sino de asuntos de supervivencia como la reforma energética y la posibilidad de abrirle la puerta a las inversiones privadas en las refinerías y en la exploración petrolera marina, acciones que el Presidente considera inevitables para ganar de a de veras. / Y la otra, de carácter personal: Germán necesita superar la estridencia, cuidar la retórica hiriente, apegarse al control de Los Pinos en eso del protagonismo mediático y declarante. Es algo que trasciende el cumplimiento de un manual. Es la prueba para recuperar y mantener una confianza que en un tiempo lo ubicó como el alter ego, el más cercano, el primero de la fila, el mejor amigo de Calderón. Un lugar que actualmente ocupa Juan Camilo Mouriño, el jefe de la Oficina de la Presidencia, a quien ahora deberá reportarle y a veces seguirle en esa ecuación de que mientras menos figures, más crece tu capacidad de operación política; a menos palabras, más resultados. Lo dicho: la obtuvo fácil, porque la va tener muy pero muy difícil.
Ivonne Melgar, “Retrovisor”, Excélsior, 8 de diciembre.
No es un asunto menor la crisis político-electoral que vive el PAN en todo el país luego de las cuestionadas elecciones de 2006, ya que si bien el partido se alzó con la victoria y se colocó como la primera fuerza en el Congreso, en los comicios que siguieron mostró una notable debilidad que, incluso, lo llevaron a perder algunos de sus bastiones fundamentales, como Yucatán, a nivel estatal, y Mazatlán, en el campo municipal. En efecto, en las 14 elecciones que se llevaron a cabo en el país en 2007 se alzó con triunfos reñidos como en Baja California y se convirtió en la segunda fuerza en Michoacán, pero en términos generales es un partido que muestra una tendencia a la baja, lo que pone en riesgo su sobrevivencia en la Cámara de Diputados como primera minoría en las elecciones de 2009
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 9 de diciembre.
El ex secretario de la Función Pública se propuso como meta inicial ganar, en 2009, las gubernaturas de Sonora, Campeche, Nuevo León y Colima, así como la mayoría en el Congreso de la Unión. Ya entonado, mandó un mensaje, el que no cumplió desde la posición que ocupó en el gabinete calderonista: “Quiero un porvenir de victorias electorales que detengan de una vez por todas y para siempre a esos retoños priistas que sueñan con volver a ser bosques de impunidad”, dijo
“Frentes Políticos”, Excélsior, 9 de diciembre.
Hoy, Germán parece estar cierto de que el primero y más importante de los retos a enfrentar, ya como jefe nacional, no será sino el de su propia legitimación y el restablecimiento de la unidad, lo que le va a exigir mantenerse a razonable distancia del gobierno federal y de su titular, o más, de quienes operadores “de cañería”, diría alguien siguen acariciando la posibilidad de definir rumbo y destino del partido desde Los Pinos o, mejor, desde las inmediaciones ¿manzanas, manzaneras..? del Parque Hundido…
Por ello, quizá, es que pidió al ex secretario de Gobernación y actual secretario general adjunto del CEN “espinista”, Carlos Abascal, fuera él quien hiciera su presentación ante el Consejo, oportunidad que aprovechó éste para dejar en claro lo dicho por todos y cada uno de los antecesores de Martínez Cázares, Calderón incluido, con respecto a la hoy debatida relación partido-gobierno.
Enrique Aranda Pedroza, “De naturaleza política”, Excélsior, 9 de diciembre.
Eso es lo que deberá erradicar Germán y para ello requiere, entre otras cosas, recuperar la identidad de su partido. Hoy el panismo no sabe ni siquiera cuál es su línea, qué busca, cuáles objetivos tiene. No es responsabilidad única de Espino, se trata de una desconstrucción que comenzó con la campaña de Fox y continuó hasta el sábado anterior. No será ni remotamente una tarea sencilla: el PAN, lo ha demostrado este año en los diferentes procesos electorales, vive una situación crítica. Sólo un dato: en un año electoral, con 11 procesos y tres de ellos para gobernador, el panismo estuvo casi todo el año sin un responsable de asuntos electorales y con su presidente nacional más ocupado en acompañar a Vicente Fox en sus nuevas aventuras (no es nuevo, ¿dónde estaba Espino en el momento más álgido de 2006?: en España, recorriendo el llamado Camino de Santiago). Tampoco alguno de los integrantes del CEN tuvo una participación destacada en todo el año, quizá podría rescatarse a José Espina, quien hizo lo que pudo, y a Carlos Abascal, limitado por problemas de salud y su distancia con el presidente Calderón, pero al menos lo intentó
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 10 de diciembre.
Los retos, sin embargo, siguen vigentes y son difíciles de superar. La recuperación del PAN como partido político no es sencilla y pasa, desde luego, por el empuje de su presidente para despertar y entusiasmar a un partido que padece de un marasmo asombroso. Pero no se agota en el mero voluntarismo de un dirigente, ni siquiera en el esfuerzo colectivo de un nuevo Comité. Requiere de un trabajo serio para recuperar la capacidad de discusión y de autocrítica interna. Exige, también, un discurso claro para defender en la sociedad las decisiones, las posturas y las propuestas del partido y del gobierno que ha emanado del PAN.
En pocas palabras: el reto de Germán Martínez se encuentra en la posibilidad de articular, de nuevo, a un partido inactivo y borrado de la discusión nacional. Y si bien sus principales adversarios también padecen problemas graves (mientras el PRD está sumido en una crisis de liderazgo que amenaza una ruptura interna en al menos dos bloques, el PRI no encuentra, pese a resultados electorales exitosos en este año, un discurso que lo diferencie efectivamente de sus competidores), para el PAN resulta inadmisible su ausencia política, más aún en su calidad de partido mayoritario.
Rogelio Carbajal Tejada, Crónica, 10 de diciembre.
Germán encontrará un tiradero en el PAN. Está hecho un desastre. No parece que sea la primera fuerza política del país, que el año pasado ganó la elección presidencial. A lo largo del 2007 le dieron hasta con la cubeta. Esto ocurrió porque Manuel Espino nadó de muertito y no contempló que las condiciones que los llevaron al triunfo el 2 de julio fueron coyunturales, pasajeras e irrepetibles. Los empresarios que abrieron sus chequeras, los concesionarios de radio y televisión que establecieron el dogma de que AMLO es un peligro para México y los gobernadores priistas que optaron por el “voto útil”, se replegaron a sus trincheras para proteger sus intereses personales y de grupo. Como consecuencia, el PAN entró en etapa de vacas flacas.
La tarea del Sr. Martínez es levantar el tiradero. Construir alianzas que permitan mantener vigente la posibilidad de que el PAN obtenga la mayoría en el Congreso en la elección intermedia del 2009, o por lo menos mantenga una bancada de 200 legisladores aproximadamente. El 2008 será por lo pronto poco propicio para el lucimiento del partido en el poder, pues con precios al alza, las preferencias van casi siempre a la baja.
Juan Manuel Asai, “Códice”, Crónica, 10 de diciembre.
Germán Martínez tiene que reconstruir al PAN y colocarlo en situación competitiva para 2009. Hay tiempo y posibilidades para hacerlo, aunque no será sencillo. Para eso requiere que el partido recupere su identidad. Y, además, el presidente Calderón necesitará encarar 2008 con nuevas armas, nuevos instrumentos y, en ocasiones, con distinto elenco
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 10 de diciembre.
Pero mucho cuidado deberán tener Martínez y compañía si no quieren provocar una batalla entre doctrinarios y neopanistas —encarnados por quienes permanecen en el CEN, como Carlos Abascal, el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, y José Espina—, por lo que deberán abrir espacios y no asfixiar, con el peso del poder presidencial de su lado, a quienes difieren de ellos en cómo se conduce al PAN.
Las primeras señales del nuevo PAN muestran un absoluto dominio de los intereses de Los Pinos por encima de las decisiones de base del partido. Ejemplos: fue por orden directa de Calderón que Xavier Abreu —su operador político en Yucatán— y el michoacano Salvador López Orduña contendieran por su respectiva gubernatura y perdieran ambas. Si bien es cierto que Espino aún estaba al frente del PAN, queda asentada la abierta injerencia presidencial que sin duda se extenderá con Martínez.
Martín Moreno, “Archivos del poder”, Excélsior, 13 de diciembre.
Segunda conclusión. En el PAN, las cosas deben cambiar. Después de un año de éxitos —el del 2006—, Acción Nacional enfrentó un lapso difícil en el año que concluye. Sin éxitos que presumir —sólo la elección en Baja California— el PAN debe modificar la forma de hacer política y, ante todo, debe retomar el ánimo de su estructura.
El máximo reto que deberá encarar Germán Martínez como su nuevo presidente consiste en impulsar una agenda que le imprima liderazgo al partido del que proviene el Presidente de la República y la mayoría relativa de los integrantes de las cámaras del Congreso de la Unión. Del éxito inmediato de esta tarea dependerá en buena medida el que el PAN logré con éxito enfrentar las elecciones federales de medio término en 2009. / La renovación de la Cámara de Diputados se presenta para el PAN como un objetivo difícil aunque alcanzable, pero sin duda ello dependerá no sólo de los logros del gobierno federal sino de la capacidad de movilización, de propuesta y de liderazgo que el propio partido asuma. Por el momento y por los antecedentes que se han dejado, la tarea es difícil pero no imposible.
Rogelio Carbajal Tejada, Crónica, 17 de diciembre.
Mal pinta el 2008 para el PAN, aunque ya no estará Manuel Espino.
En 2007 perdió el gobierno de Yucatán, y 87 de los 576 municipios donde había alcaldes panistas.
En 14 elecciones estatales perdió 800 mil votos.
Lo que viene este año no se ve nada bien: Quintana Roo, Hidalgo, Nayarit y Coahuila, son priistas.
Y Baja California Sur y Guerrero, son perredistas.
Pepe Grillo, Crónica, 28 de diciembre.
QUIEN TENDRÁ que regresar de sus vacaciones de fin de año con mucho ánimo es el presidente del PAN, Germán Martínez, pues enfrenta un año electoral que no pinta nada bien para los blanquiazules. EN 2008 hay comicios locales en seis estados y aunque en ninguno de ellos se vota para elegir gobernador, los panistas parecen estar destinados a ver cómo se reparten el pastel el PRI y el PRD.
MIENTRAS los tricolores buscan refrendar sus cacicazgos... perdón, sus bastiones en Hidalgo, Quintana Roo, Coahuila y Nayarit, se espera que los perredistas hagan lo propio en Guerrero y Baja California Sur.
SERÁ COSA de ver si después de las críticas tan fuertes que Martínez y sus partidarios lanzaron el año pasado por las derrotas electorales en la gestión de Manuel Espino, ahora que están al volante pueden enderezar el rumbo.
O LO QUE es lo mismo: "a ver si como roncan duermen".
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 4 de enero.
Que la próxima semana, en cuanto regrese de vacaciones, el presidente del PAN, Germán Martínez Cázares, buscará un encuentro con el líder del PRD, Leonel Cota.
“Trascendió”; Milenio, 5 de enero.
QUIENES viven cerca del búnker del PAN en la Colonia del Valle cuentan que desde el miércoles hay mucho ruido y movimiento en las oficinas blanquiazules.
QUIZÁS sea porque desde ese día el nuevo dirigente de los albiazules, Germán Martínez, llegó para "echarle agua bendita" a las oficinas que ocupaba el ex presidente panista Manuel Espino.
Y AUNQUE traen ánimos de moverlo todo, los muchachos de Martínez se encontraron cosas que ya no se pueden cambiar, como las listas de candidatos a las elecciones locales en Baja California, Quintana Roo e Hidalgo, que son herencia de la anterior dirigencia.
ASÍ ES QUE en ese asunto mejor pintaron su raya y ya desde ahora están diciendo que si llegan las derrotas mejor ni los volteen a ver a ellos.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 5 de enero.
Germán Martínez Cázares tendrá un año complicado en lo electoral, pues recibe un partido con una cadena de derrotas, y nos hacen ver, que el panorama está muy complicado, al grado que lo ubican en las peores posiciones de acuerdo a sondeos realizados en los estados en donde habrá procesos para elegir alcaldes y renovar los congresos locales, como es el caso de Guerrero, Baja California, Hidalgo y Quintana Roo.
Y nos comentan que la desesperación panista llegó al extremo de habilitar como candidatos a simpatizantes de otros partidos, ante la carencia de militantes y de políticos con arrastre que sean competitivos. En Baja California Sur y Guerrero se llevará varias sorpresas. El PAN, nos cuentan, ha sido borrado por los duros del perredismo.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 8 de enero.
No concluían aún los festejos por el triunfo que les permitió “recuperar” el Partido Acción Nacional, cuando los integrantes del equipo que lidera Germán Martínez, y de manera especial los “afines a Iván…”, que en el renovado CEN coordina Jorge Manzanera, comenzaron a tomar posesión del búnker de Coyoacán y, de manera simultánea, a potenciar las cifras del desempleo a nivel local.
Tal nivel alcanza la bautizada Operación Ariel por lo de los granitos azules, seguramente que en escasos diez días hábiles transcurridos entre el 8 de diciembre, cuando Martínez Cázares fue electo, y el 21, en que se inició el feriado navideño, no menos de un centenar de integrantes de la burocracia del Comité Nacional blanquiazul, 50% casi del total, debieron acercarse al área de personal para recoger su liquidación, eso sí, legal.
Enrique Aranda Pedroza, “De naturaleza política”, Excélsior, 9 de enero.
En áreas tales como la Secretaría de Elecciones, que en distintas etapas coordinaron Arturo García Portillo y Jacobo Berra y ahora encabeza Alejandro Villalobos, lo mismo que en la de Fortalecimiento Interno que durante el “espinismo” lideró Enrique Navarro y ahora lleva Javier Rodarte, la “limpia” alcanzó a prácticamente 100% del personal adscrito. ¡Ni el bolerito que eventualmente pasaba por esas oficinas se salvó..!, se asegura, con humor negro. / No sobra recordar que tanto el citado Villalobos como Rodarte son parte del equipo de leales y cercanos del ya célebre “fontanero” Manzanera, con quien colaboraron en Docsa (Dirección y Organización de Campañas, S.A.), despacho éste, que preside el chihuahuense y a través del cual todos ellos pudieron intervenir en las más recientes y fracasadas campañas panistas de Yucatán y Michoacán o, antes, en la del mexiquense Rubén Mendoza Ayala. / Tampoco, que si la acción que nos ocupa pudo llevarse a cabo, ello fue económicamente posible gracias a que el CEN blanquiazul cuenta con y pudo echar mano ahora de un fondo para enfrentar situaciones laborales emergentes que, en su período de secretario general, constituyó el poblano Jorge Ocejo Moreno.
Enrique Aranda Pedroza, “De naturaleza política”, Excélsior, 9 de enero.
Acaso esta llegada de candidato único sea lo que necesita un hombre con la encomienda de sacar al PAN de su ostracismo, facturas que vienen de atrás, que rebasan a Espino, que involucran a los propios calderonistas y que tienen registro en la medición pública de las fuerzas políticas. Por eso Vicente Fox inventó aquello de los amigos y el actual Presidente recurrió deliberada y evidentemente a la polarización, para dividir en dos al electorado y añadir a la base panista los votos sin los cuales jamás se ganaría una contienda federal. Acaso únicamente así, con la garantía de un camino libre y sin golpeteos hacia la dirigencia panista, se puede asumir la tarea de la que depende la cosecha de las negociaciones calderonistas con el PRI y parte del PRD. Porque si Felipe Calderón accedió a un descabezamiento del IFE para conseguir lo que él denomina como la recomposición del consenso pluripartidista en torno a las reglas electorales, a partir de ahora él, su gabinete y Germán Martínez se encuentran retados a ganar en las urnas bajo esas nuevas reglas.
Ivonne Melgar, “Retrovisor”, Excélsior, 8 de diciembre.
Vaya que no nos gusta ser aguafiestas. Pero la realidad se impone y la memoria obliga. Si alguien hizo pedazos a Espino con descalificaciones fue el flamante líder blanquiazul. Al igual que los calderonistas, impugnaron sus alianzas, como si el trabajo sucio pudiera deslindarse a la hora de contar boletas. Pues bien, ahora es cuando para sacudirse a la maestra Elba Esther Gordillo. Y si van a prescindir de los cuatro puntos que sus huestes magisteriales han representado, la nueva dirigencia tendrá que conseguirlos por sus propios medios. / Hay algo aún más valioso y caro que un avance electoral: poner al día la educación básica, que la relación con el SNTE trascienda los arreglos discrecionales para darle banderazo a la ruta de la transparencia. Y eso, perdón Germán, pero también es cosa del PAN en manos de los azules puros. De él depende que el Presidente pueda o no prescindir de la profesora y de sus amagos. Josefina Vázquez Mota, titular de la SEP; tan cuestionada por los calderonistas del primer círculo por su pragmatismo y capacidad de operación, ya hizo su parte: aguantó y, gracias a una mala estrategia de Gordillo, ahora es identificada como alguien que soporta los chantajes del sindicato, pero sin ser de las suyas.
Ivonne Melgar, “Retrovisor”, Excélsior, 8 de diciembre.
Añado dos retos más: Martínez fue el autor de la frase de que con Calderón, entraría el PAN a Los Pinos. La vida lo pone en la oportunidad de hacer su parte para lograr que los panistas que despachan en la residencia oficial, apliquen el proyecto deseable, y no sólo el posible. Y no estoy hablando del “bien común” pregonado por los padres fundadores de ese partido, sino de asuntos de supervivencia como la reforma energética y la posibilidad de abrirle la puerta a las inversiones privadas en las refinerías y en la exploración petrolera marina, acciones que el Presidente considera inevitables para ganar de a de veras. / Y la otra, de carácter personal: Germán necesita superar la estridencia, cuidar la retórica hiriente, apegarse al control de Los Pinos en eso del protagonismo mediático y declarante. Es algo que trasciende el cumplimiento de un manual. Es la prueba para recuperar y mantener una confianza que en un tiempo lo ubicó como el alter ego, el más cercano, el primero de la fila, el mejor amigo de Calderón. Un lugar que actualmente ocupa Juan Camilo Mouriño, el jefe de la Oficina de la Presidencia, a quien ahora deberá reportarle y a veces seguirle en esa ecuación de que mientras menos figures, más crece tu capacidad de operación política; a menos palabras, más resultados. Lo dicho: la obtuvo fácil, porque la va tener muy pero muy difícil.
Ivonne Melgar, “Retrovisor”, Excélsior, 8 de diciembre.
No es un asunto menor la crisis político-electoral que vive el PAN en todo el país luego de las cuestionadas elecciones de 2006, ya que si bien el partido se alzó con la victoria y se colocó como la primera fuerza en el Congreso, en los comicios que siguieron mostró una notable debilidad que, incluso, lo llevaron a perder algunos de sus bastiones fundamentales, como Yucatán, a nivel estatal, y Mazatlán, en el campo municipal. En efecto, en las 14 elecciones que se llevaron a cabo en el país en 2007 se alzó con triunfos reñidos como en Baja California y se convirtió en la segunda fuerza en Michoacán, pero en términos generales es un partido que muestra una tendencia a la baja, lo que pone en riesgo su sobrevivencia en la Cámara de Diputados como primera minoría en las elecciones de 2009
Ricardo Alemán, “Itinerario Político”, El Universal, 9 de diciembre.
El ex secretario de la Función Pública se propuso como meta inicial ganar, en 2009, las gubernaturas de Sonora, Campeche, Nuevo León y Colima, así como la mayoría en el Congreso de la Unión. Ya entonado, mandó un mensaje, el que no cumplió desde la posición que ocupó en el gabinete calderonista: “Quiero un porvenir de victorias electorales que detengan de una vez por todas y para siempre a esos retoños priistas que sueñan con volver a ser bosques de impunidad”, dijo
“Frentes Políticos”, Excélsior, 9 de diciembre.
Hoy, Germán parece estar cierto de que el primero y más importante de los retos a enfrentar, ya como jefe nacional, no será sino el de su propia legitimación y el restablecimiento de la unidad, lo que le va a exigir mantenerse a razonable distancia del gobierno federal y de su titular, o más, de quienes operadores “de cañería”, diría alguien siguen acariciando la posibilidad de definir rumbo y destino del partido desde Los Pinos o, mejor, desde las inmediaciones ¿manzanas, manzaneras..? del Parque Hundido…
Por ello, quizá, es que pidió al ex secretario de Gobernación y actual secretario general adjunto del CEN “espinista”, Carlos Abascal, fuera él quien hiciera su presentación ante el Consejo, oportunidad que aprovechó éste para dejar en claro lo dicho por todos y cada uno de los antecesores de Martínez Cázares, Calderón incluido, con respecto a la hoy debatida relación partido-gobierno.
Enrique Aranda Pedroza, “De naturaleza política”, Excélsior, 9 de diciembre.
Eso es lo que deberá erradicar Germán y para ello requiere, entre otras cosas, recuperar la identidad de su partido. Hoy el panismo no sabe ni siquiera cuál es su línea, qué busca, cuáles objetivos tiene. No es responsabilidad única de Espino, se trata de una desconstrucción que comenzó con la campaña de Fox y continuó hasta el sábado anterior. No será ni remotamente una tarea sencilla: el PAN, lo ha demostrado este año en los diferentes procesos electorales, vive una situación crítica. Sólo un dato: en un año electoral, con 11 procesos y tres de ellos para gobernador, el panismo estuvo casi todo el año sin un responsable de asuntos electorales y con su presidente nacional más ocupado en acompañar a Vicente Fox en sus nuevas aventuras (no es nuevo, ¿dónde estaba Espino en el momento más álgido de 2006?: en España, recorriendo el llamado Camino de Santiago). Tampoco alguno de los integrantes del CEN tuvo una participación destacada en todo el año, quizá podría rescatarse a José Espina, quien hizo lo que pudo, y a Carlos Abascal, limitado por problemas de salud y su distancia con el presidente Calderón, pero al menos lo intentó
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 10 de diciembre.
Los retos, sin embargo, siguen vigentes y son difíciles de superar. La recuperación del PAN como partido político no es sencilla y pasa, desde luego, por el empuje de su presidente para despertar y entusiasmar a un partido que padece de un marasmo asombroso. Pero no se agota en el mero voluntarismo de un dirigente, ni siquiera en el esfuerzo colectivo de un nuevo Comité. Requiere de un trabajo serio para recuperar la capacidad de discusión y de autocrítica interna. Exige, también, un discurso claro para defender en la sociedad las decisiones, las posturas y las propuestas del partido y del gobierno que ha emanado del PAN.
En pocas palabras: el reto de Germán Martínez se encuentra en la posibilidad de articular, de nuevo, a un partido inactivo y borrado de la discusión nacional. Y si bien sus principales adversarios también padecen problemas graves (mientras el PRD está sumido en una crisis de liderazgo que amenaza una ruptura interna en al menos dos bloques, el PRI no encuentra, pese a resultados electorales exitosos en este año, un discurso que lo diferencie efectivamente de sus competidores), para el PAN resulta inadmisible su ausencia política, más aún en su calidad de partido mayoritario.
Rogelio Carbajal Tejada, Crónica, 10 de diciembre.
Germán encontrará un tiradero en el PAN. Está hecho un desastre. No parece que sea la primera fuerza política del país, que el año pasado ganó la elección presidencial. A lo largo del 2007 le dieron hasta con la cubeta. Esto ocurrió porque Manuel Espino nadó de muertito y no contempló que las condiciones que los llevaron al triunfo el 2 de julio fueron coyunturales, pasajeras e irrepetibles. Los empresarios que abrieron sus chequeras, los concesionarios de radio y televisión que establecieron el dogma de que AMLO es un peligro para México y los gobernadores priistas que optaron por el “voto útil”, se replegaron a sus trincheras para proteger sus intereses personales y de grupo. Como consecuencia, el PAN entró en etapa de vacas flacas.
La tarea del Sr. Martínez es levantar el tiradero. Construir alianzas que permitan mantener vigente la posibilidad de que el PAN obtenga la mayoría en el Congreso en la elección intermedia del 2009, o por lo menos mantenga una bancada de 200 legisladores aproximadamente. El 2008 será por lo pronto poco propicio para el lucimiento del partido en el poder, pues con precios al alza, las preferencias van casi siempre a la baja.
Juan Manuel Asai, “Códice”, Crónica, 10 de diciembre.
Germán Martínez tiene que reconstruir al PAN y colocarlo en situación competitiva para 2009. Hay tiempo y posibilidades para hacerlo, aunque no será sencillo. Para eso requiere que el partido recupere su identidad. Y, además, el presidente Calderón necesitará encarar 2008 con nuevas armas, nuevos instrumentos y, en ocasiones, con distinto elenco
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 10 de diciembre.
Pero mucho cuidado deberán tener Martínez y compañía si no quieren provocar una batalla entre doctrinarios y neopanistas —encarnados por quienes permanecen en el CEN, como Carlos Abascal, el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, y José Espina—, por lo que deberán abrir espacios y no asfixiar, con el peso del poder presidencial de su lado, a quienes difieren de ellos en cómo se conduce al PAN.
Las primeras señales del nuevo PAN muestran un absoluto dominio de los intereses de Los Pinos por encima de las decisiones de base del partido. Ejemplos: fue por orden directa de Calderón que Xavier Abreu —su operador político en Yucatán— y el michoacano Salvador López Orduña contendieran por su respectiva gubernatura y perdieran ambas. Si bien es cierto que Espino aún estaba al frente del PAN, queda asentada la abierta injerencia presidencial que sin duda se extenderá con Martínez.
Martín Moreno, “Archivos del poder”, Excélsior, 13 de diciembre.
Segunda conclusión. En el PAN, las cosas deben cambiar. Después de un año de éxitos —el del 2006—, Acción Nacional enfrentó un lapso difícil en el año que concluye. Sin éxitos que presumir —sólo la elección en Baja California— el PAN debe modificar la forma de hacer política y, ante todo, debe retomar el ánimo de su estructura.
El máximo reto que deberá encarar Germán Martínez como su nuevo presidente consiste en impulsar una agenda que le imprima liderazgo al partido del que proviene el Presidente de la República y la mayoría relativa de los integrantes de las cámaras del Congreso de la Unión. Del éxito inmediato de esta tarea dependerá en buena medida el que el PAN logré con éxito enfrentar las elecciones federales de medio término en 2009. / La renovación de la Cámara de Diputados se presenta para el PAN como un objetivo difícil aunque alcanzable, pero sin duda ello dependerá no sólo de los logros del gobierno federal sino de la capacidad de movilización, de propuesta y de liderazgo que el propio partido asuma. Por el momento y por los antecedentes que se han dejado, la tarea es difícil pero no imposible.
Rogelio Carbajal Tejada, Crónica, 17 de diciembre.
Mal pinta el 2008 para el PAN, aunque ya no estará Manuel Espino.
En 2007 perdió el gobierno de Yucatán, y 87 de los 576 municipios donde había alcaldes panistas.
En 14 elecciones estatales perdió 800 mil votos.
Lo que viene este año no se ve nada bien: Quintana Roo, Hidalgo, Nayarit y Coahuila, son priistas.
Y Baja California Sur y Guerrero, son perredistas.
Pepe Grillo, Crónica, 28 de diciembre.
QUIEN TENDRÁ que regresar de sus vacaciones de fin de año con mucho ánimo es el presidente del PAN, Germán Martínez, pues enfrenta un año electoral que no pinta nada bien para los blanquiazules. EN 2008 hay comicios locales en seis estados y aunque en ninguno de ellos se vota para elegir gobernador, los panistas parecen estar destinados a ver cómo se reparten el pastel el PRI y el PRD.
MIENTRAS los tricolores buscan refrendar sus cacicazgos... perdón, sus bastiones en Hidalgo, Quintana Roo, Coahuila y Nayarit, se espera que los perredistas hagan lo propio en Guerrero y Baja California Sur.
SERÁ COSA de ver si después de las críticas tan fuertes que Martínez y sus partidarios lanzaron el año pasado por las derrotas electorales en la gestión de Manuel Espino, ahora que están al volante pueden enderezar el rumbo.
O LO QUE es lo mismo: "a ver si como roncan duermen".
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 4 de enero.
Que la próxima semana, en cuanto regrese de vacaciones, el presidente del PAN, Germán Martínez Cázares, buscará un encuentro con el líder del PRD, Leonel Cota.
“Trascendió”; Milenio, 5 de enero.
QUIENES viven cerca del búnker del PAN en la Colonia del Valle cuentan que desde el miércoles hay mucho ruido y movimiento en las oficinas blanquiazules.
QUIZÁS sea porque desde ese día el nuevo dirigente de los albiazules, Germán Martínez, llegó para "echarle agua bendita" a las oficinas que ocupaba el ex presidente panista Manuel Espino.
Y AUNQUE traen ánimos de moverlo todo, los muchachos de Martínez se encontraron cosas que ya no se pueden cambiar, como las listas de candidatos a las elecciones locales en Baja California, Quintana Roo e Hidalgo, que son herencia de la anterior dirigencia.
ASÍ ES QUE en ese asunto mejor pintaron su raya y ya desde ahora están diciendo que si llegan las derrotas mejor ni los volteen a ver a ellos.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 5 de enero.
Germán Martínez Cázares tendrá un año complicado en lo electoral, pues recibe un partido con una cadena de derrotas, y nos hacen ver, que el panorama está muy complicado, al grado que lo ubican en las peores posiciones de acuerdo a sondeos realizados en los estados en donde habrá procesos para elegir alcaldes y renovar los congresos locales, como es el caso de Guerrero, Baja California, Hidalgo y Quintana Roo.
Y nos comentan que la desesperación panista llegó al extremo de habilitar como candidatos a simpatizantes de otros partidos, ante la carencia de militantes y de políticos con arrastre que sean competitivos. En Baja California Sur y Guerrero se llevará varias sorpresas. El PAN, nos cuentan, ha sido borrado por los duros del perredismo.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 8 de enero.
No concluían aún los festejos por el triunfo que les permitió “recuperar” el Partido Acción Nacional, cuando los integrantes del equipo que lidera Germán Martínez, y de manera especial los “afines a Iván…”, que en el renovado CEN coordina Jorge Manzanera, comenzaron a tomar posesión del búnker de Coyoacán y, de manera simultánea, a potenciar las cifras del desempleo a nivel local.
Tal nivel alcanza la bautizada Operación Ariel por lo de los granitos azules, seguramente que en escasos diez días hábiles transcurridos entre el 8 de diciembre, cuando Martínez Cázares fue electo, y el 21, en que se inició el feriado navideño, no menos de un centenar de integrantes de la burocracia del Comité Nacional blanquiazul, 50% casi del total, debieron acercarse al área de personal para recoger su liquidación, eso sí, legal.
Enrique Aranda Pedroza, “De naturaleza política”, Excélsior, 9 de enero.
En áreas tales como la Secretaría de Elecciones, que en distintas etapas coordinaron Arturo García Portillo y Jacobo Berra y ahora encabeza Alejandro Villalobos, lo mismo que en la de Fortalecimiento Interno que durante el “espinismo” lideró Enrique Navarro y ahora lleva Javier Rodarte, la “limpia” alcanzó a prácticamente 100% del personal adscrito. ¡Ni el bolerito que eventualmente pasaba por esas oficinas se salvó..!, se asegura, con humor negro. / No sobra recordar que tanto el citado Villalobos como Rodarte son parte del equipo de leales y cercanos del ya célebre “fontanero” Manzanera, con quien colaboraron en Docsa (Dirección y Organización de Campañas, S.A.), despacho éste, que preside el chihuahuense y a través del cual todos ellos pudieron intervenir en las más recientes y fracasadas campañas panistas de Yucatán y Michoacán o, antes, en la del mexiquense Rubén Mendoza Ayala. / Tampoco, que si la acción que nos ocupa pudo llevarse a cabo, ello fue económicamente posible gracias a que el CEN blanquiazul cuenta con y pudo echar mano ahora de un fondo para enfrentar situaciones laborales emergentes que, en su período de secretario general, constituyó el poblano Jorge Ocejo Moreno.
Enrique Aranda Pedroza, “De naturaleza política”, Excélsior, 9 de enero.
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