Germán Martínez Cázares; un mes en la dirigencia del PAN: 2. LOS DISCURSOS.

Diecisiete comentarios, 11.72% de los 145 sistematizados, dan cuenta sobre los discursos que se pronunciaron el sábado ocho de diciembre en el contexto de la llegada de Germán Martínez Cázares a la presidencia del Partido Acción Nacional.

Tal vez lo que añoran los panistas y Calderón ahora que tienen el poder son las mieles del viejo presidencialismo que permitió al PRI, con toda su cauda de aciertos y errores, instalarse en el poder 71 años y sorprender incluso a los regímenes más duros y autoritarios, como el comunismo soviético.
Hace 10 años, en 1997, un joven dirigente nacional del PAN, hijo de las familias fundadoras de ese partido y formado en el ala más doctrinaria de Acción Nacional, dijo en público una frase certera que describía la influencia del viejo partido hasta en sus detractores: “Tomar el poder requiere de una dirección muy clara, para no repetir los vicios y errores de los regímenes del PRI, para no dejar que actúe el pequeño priísta que todos llevamos dentro”. Ese joven es hoy el Presidente de México. ¿Será que ya en el poder está aflorando ese “pequeño priísta” en Felipe Calderón?
Salvador García Soto, “Serpientes y escaleras”, El Universal, 8 de diciembre.

Germán Martínez Cázares tuvo para todos.
Le sonó al jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, por criticar la reforma fiscal y estirar la mano.
Fustigó a la “izquierda pedestre” representada por el PRD.
Lanzó un misil especial a la ultraderecha enquistada en su propio partido y de paso, parece haber marcado distancia con el presidente Felipe Calderón.
Y quién sabe qué le habrá dicho en privado a su antecesor, Manuel Espino Barrientos, que hasta pidió perdón.
Falta por ver qué piensa el PRD de la forma en que se refirió Germán a ese partido, que ha jugado un papel clave para sacar adelante varias reformas importantes.
Vaya forma de empezar.
Pepe Grillo, Crónica, 9 de diciembre.

Por ello, quizá también, es que el nuevo jefe nacional del blanquiazul aprovechó la presencia del jefe del Ejecutivo en el acto de su toma de posesión, con miras a especificar que, así como no corresponde al partido definir los programas del gobierno, tampoco toca a éste definir plataformas o candidaturas de aquél. Comenzó, pues, a desmontar o al menos a definir su posición ante la “peligrosa cercanía” de que más de uno hablaba tras la salida del presidente Calderón de la sede partidista. / En las próximas horas, cuando defina su Comité Ejecutivo Nacional, podrá evidenciar la seriedad de su compromiso…
Enrique Aranda Pedroza, “De naturaleza política”, Excélsior, 9 de diciembre.

Con 330 de 341 votos, Germán Martínez asumió el liderazgo del PAN. Esa mayoría le dio autoridad para un discurso fuerte y directo.
Directo contra PRD y PRI, de los que no aceptará lecciones ni presiones.
Fuerte al señalar que defenderán al gobierno de Felipe Calderón, pero no le venderán su alma por el sexenio.
Y fuerte y directo: los asuntos del PAN no se tramitarán en grupos secretos, ni en oficinas de Los Pinos.
Pepe Grillo, Crónica, 10 de diciembre.

Por su parte, Martínez aseveró que las decisiones del partido no se tomarán de forma secreta en las oficinas de Los Pinos, lo que con toda seguridad le causó mucha gracia a Juan Camilo Mouriño y César Nava, que se agacharon a recoger el pedazo de lengua que se mordió su amigo. Por lo menos ahora sabemos que, como otros políticos curtidos, Martínez miente con aplomo.
Juan Manuel Asai, “Códice”, Crónica, 10 de septiembre.

Los retos de Germán Martínez están ahí. Por lo pronto en su propio discurso de presentación ha hablado de esta realidad. En él ha fijado con claridad la misión, entendiendo las responsabilidades y los beneficios que implica ser gobierno en un estado, en un municipio o en el ámbito federal. Ahí donde los ciudadanos han colocado al PAN en esa posición privilegiada, el PAN debe hacer todo para respaldar, acompañar y potenciar a sus gobiernos. Ahí donde el elector lo ha colocado en la oposición ha de trabajar para, con propuestas, ganar su confianza en la próxima elección. A eso ha de dedicarse un partido político y por sencillo que parezca el PAN ha abandonado esa tarea elemental.
Martínez lo tiene claro, ahora habrá de venir la tarea de llevarlo a cabo. La renovación generacional y un nuevo discurso fundado en el pensamiento del PAN son una buena noticia que le trascienden, pues son ejemplo para la política nacional. Mientras más oxígeno a la política, mejor. Mientras más posiciones políticas claras y distinguibles, también mejor, pues el debate será más rico y el ganador será el ciudadano.
Rogelio Carbajal Tejada, Crónica, 10 de diciembre.

Por su parte, Germán Martínez Cázares dejó en claro la línea de colaboración que habrá entre el CEN y Los Pinos:
—¡Este es su partido, presidente Felipe Calderón!
¿Alguna duda? / Aunque también dice que sabe “decir que no”… y lo dice en el contexto de que le manden línea de Los Pinos.
Veremos.
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 10 de diciembre.

El nuevo presidente del PAN, Germán Martínez Cázares, ya mostró la línea que seguirá su mandato, aunque para muchos la declaración no era necesaria, pues la política a seguir ya se vislumbraba. Contrario a todo lo rebelde que fue Manuel Espino, el nuevo dirigente, cercanísimo a Felipe Calderón, incluso nombrado en un primer momento secretario de la Función Pública, dijo que buscará mayor acercamiento con el gobierno. Pues ni modo que se ponga a patear el pesebre, y para que no hubiera dudas, Martínez Cázares se hizo acompañar en la foto hasta de la primera dama, Margarita Zavala
“Binoculares”, El Gráfico, 10 de diciembre.

Algunos se espantaron porque, en su discurso de toma de posesión, Martínez criticó al PRI y al PRD, argumentando que con ello se podrían afectar futuras o actuales alianzas legislativas. Es una tontería, primero porque habría que preguntarse: ¿qué esperaban?, ¿acaso las oposiciones no son críticas con el gobierno y con su partido? Segundo, porque marcar las diferencias entre los partidos no es lo que impide o beneficia una alianza legislativa: son los intereses que puedan tener, desde esas diferencias, distintas fuerzas, para llegar a un objetivo común. Por supuesto, en ese camino se pueden matizar o no ciertos aspectos del discurso, pero eso en todo caso es más una tarea del Ejecutivo que del partido. Alguien dirá, ¿por qué se criticaba entonces a Manuel Espino, debido a sus declaraciones?: por una sencilla razón, porque la mayoría de las declaraciones más polémicas de Espino no se dieron en torno a temas de la agenda nacional, sino en contra del gobierno, del presidente Calderón y del calderonismo. Espino no actuaba como un aliado con márgenes de autonomía, sino como un adversario y de los más radicales. ¿Cuándo se vio a Espino interviniendo en alguna negociación con otros partidos acerca de las reformas legislativas?, ¿dónde estaba el dirigente nacional del PAN en los más importantes procesos electorales del año pasado?: normalmente, en Europa o en América Latina, pero casi nunca haciendo campaña
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 10 de diciembre.

Lo bueno es que a pesar de su vocación para el anticlímax, Martínez inmediatamente le declaró la guerra al PRI y al PRD como hubiera querido Creel, cual hombrecito, cosa que nos asegura diversión para toda la familia. Se ve que don Germán quiere romper todos los récords de bonhomía y tolerancia de su morigerado antecesor.
Jairo Calixto Albarrán, “Política cero”, Milenio, 10 de diciembre.

Pero no solamente en la capital norteña tuvo repercusiones el discurso del nuevo dirigente de Acción Nacional, Martínez Cázares, quien se atreve a decir que van a pegarle con fuerza a los “retoños del PRI”. Emilio Gamboa sólo se ríe y le responde “ya nos veremos en las urnas”, ahí es en donde tendrá que sostener sus descalificaciones y ataques.
Y toda la oposición en la Cámara de Diputados sonríe cuando es interrogado sobre la libertad que tendrá el ex secretario de la Función Pública para manejar la política panista, quien afirma que “sabe decir no”, pero no lo pudo hacer cuando se trataba de nombrar a su Comité Ejecutivo, y si no, habría que revisar las listas de los políticos palomeados, quienes tienen gran cercanía con Los Pinos.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 11 de diciembre.

Entre ponche y ponche, Germán Martínez Cázares no tardó en entregar un buen regalo al presidente Felipe Calderón. No fue, precisamente, en una bolsa de papel de estraza. “El PAN es suyo”, exclamó el michoacano ante el mandatario. La ceremonia de traspaso del partido a Los Pinos ocurrió en una posada organizada la noche del martes, nos cuentan.
La primera dama Margarita Zavala convocó a sus ex compañeros diputados a este huateque en Los Pinos. Con el espíritu navideño encima, don Germán, nuevo líder panista, dio el regalazo al mandatario. Anoche fueron recibidos en la casa presidencial los integrantes de la bancada del PAN en el Senado para el brindis de fin de año, nos dicen
“Bajo reserva”, El Universal, 13 de diciembre.

Por lo demás, ha iniciado su gestión con no pocas declaraciones desafortunadas. Desde su melifluo “este es su partido, Presidente…”, hasta citar frecuentemente —cuando es cuestionado por llegar sin competencia a la presidencia del PAN— que en 1949 —hace ya 58 años— también hubo un candidato único a ese puesto. Habrá que decirle a Germán que ya vive en otro México.
“Fox fue un buen presidente”, dice Germán. Se le olvida que Fox entregó un país agraviado, hundido en el rencor político, decepcionado por un cambio que nunca llegó. “(Elba Esther) cumple la palabra de lo que trata”, asegura. ¿Ese es el presidente que merece el PAN, que cierra los ojos ante el desastre político heredado y alaba a lo más nefasto del corporativismo sindical?
“Después del 2 de julio nos vamos a romper la madre”, le dijo Martínez a Álvaro Delgado. No es para tanto. Tal vez, con un poco de dignidad y congruencia partidista, bastaría de momento.
Martín Moreno, “Archivos del poder”, Excélsior, 13 de diciembre.

Bajo este marco de ideas pienso que la elección de Germán Martínez Cázares como presidente nacional del PAN es una esperanza para los solidaristas y los demócratas de México, una oportunidad para retomar ese rumbo, en la conciencia de que “la victoria cultural de la democratización en México es una parte de la tarea de Acción Nacional. La otra parte de esa misma misión está en lograr la igualdad entre los mexicanos”, como lo dijo en su magnifico discurso de hace una semana, este michoacano de 40 años que entendió desde muy joven que el humanismo político planteado en los documentos del PAN es el auténtico solidarismo, “en el que el hombre queda definido principalmente por la responsabilidad de su destino en comunidad”. “El cambio de estructuras que el PAN busca, es un cambio de estructuras políticas para alcanzar la democracia, y es un cambio de estructuras económicas para alcanzar la justicia”.
En ese discurso, Germán Martínez recordó que el partido, “Debe tomar sus inevitables deberes sociales en la construcción del bien común; que no es la maximización de los intereses particulares, sino la participación generosa del ciudadano en la construcción de la patria. Alcanzar un orden político justo sin excepciones al cumplimiento de la ley, y edificar un orden económico justo sin privilegios, son las dos caras de la misma moneda que siempre ha mostrado y debe seguir mostrando la lucha, la verdadera lucha de Acción Nacional”.
Javier Corral Jurado, El Universal, 18 de diciembre.

¡Vaya frase!, la que acuñó el ex senador panista Javier Corral, luego de escuchar el discurso de presentación que, de la candidatura de Germán Martínez a la presidencia de Acción Nacional, hizo el sábado 8 de diciembre el ex titular de Gobernación Carlos Abascal: “Es la primera ocasión que veo que un presentador ‘tira línea’ al presentado”, habría dicho el chihuahuense.
Enrique Aranda Pedroza, “De naturaleza política”, Excélsior, 19 de diciembre.

Por cierto que Germán Martínez, en su primera conferencia de prensa como nuevo dirigente del PAN, no ocultó la urgencia de ese partido por dejar atrás lo que llamó la “negra noche” de México en asuntos electorales
Raúl Rodríguez Cortés, “Gran angular”, El Gráfico, 21 de diciembre.

No fue por el conducto formal, o sea, Beatriz Paredes Rangel, la dirigente nacional del priismo, sino mediante el vocero, Sebastián Lerdo de Tejeda, como el tricolor respondió al recién estrenado Germán Martínez, líder del PAN, después de que éste descalificó a algunos gobernadores del PRI. Que sí, que están dispuestos al diálogo con todas las fuerzas políticas, pero sólo si quieren hablar en serio. “Si lo que buscan son bravatas, mejor que se entienda con otros”, advirtió
“Frentes Políticos”, Excélsior, 23 de diciembre.

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