Germán Martínez Cázares; un mes en la dirigencia del PAN: 4. MANUEL ESPINO.

Los siguientes veinte comentarios, 13.79% de los 145 sistematizados, dan cuenta de las últimas actividades de Manuel Espino frente a la dirigencia nacional del PAN. Entre estos comentarios ubicamos la colaboración del ex dirigente para El Universal correspondiente al lunes 10 de diciembre.

Antes, los panistas tendrán que soportar, por última vez como su líder nacional, el informe de Manuel Espino, quien enumerará sus hazañas desde que el 5 de marzo de 2005 se hizo con la presidencia del partido. Por supuesto, se saltará una de las páginas negras de su gestión: la que alimentó la idea de que Marta Sahagún buscaría la candidatura del albiazul en las presidenciales del 2 de julio de 2006
“Frentes Políticos”, Excélsior, 8 de diciembre.

La obtuvo fácil. Pero al ejercerla, la va tener difícil. Los días azules de Germán Martínez culminarán este fin de semana con la toma de posesión en una presidencia partidista sin espinas y sin Espino. Porque a juzgar por el retrato que los calderonistas hacían del ahora saliente Manuel Espino, como un tipo de cuidado, el relevo en el liderazgo del Partido Acción Nacional (PAN) es de terciopelo, sólo comparable con los dorados y tricolores días en que los cambios en la cúpula del PRI hacían feliz a su diseñador, el Presidente de la República y, por extensión natural, a todos sus colaboradores, correligionarios y aspirantes de su bendición.
Ivonne Melgar, “Retrovisor”, Excélsior, 8 de diciembre.

Contratada por el ahora ex presidente del PAN, Manuel Espino, la Banda Guasaveña de Valentín Elizalde, cantante recientemente fallecido y conocido como El Gallo de Oro, tocó para festejar la culminación de los trabajos de la estructura dirigida por el duranguense y para recibir al nuevo dirigente, al michoacano Germán Martínez. La sorpresa fue de muchos, pues la banda tocaba con Elizalde, quien fuera asesinado presuntamente por el crimen organizado
“Bajo reserva”, El Universal, 9 de diciembre.

En la fiesta panista, en la que Manuel Espino dejó el cargo, a nadie pasó inadvertida la ausencia de sus verdaderos padrinos: Vicente Fox y Marta Sahagún, con quienes el duranguense mantuvo, durante los más de dos años que estuvo al frente del panismo, una relación de amor y de odio
“Frentes Políticos”, Excélsior, 9 de diciembre.

Contra todos los pronósticos, buena parte de ellos “inducidos” por los mismos que le armaron la silbatina en la pasada Asamblea, Manuel Espino fue despedido en medio de una cerrada ovación por la casi totalidad de los consejeros que, puestos de pie, avalaron su último informe.
Enrique Aranda Pedroza, “De naturaleza política”, Excélsior, 9 de diciembre.

Manuel Espino se fue pidiendo perdón.
Lo que no significa que esté arrepentido ni que dejará de atacar a Felipe Calderón.
Las ligas de Espino con la ultraderecha y El Yunque son más fuertes que con el PAN.
Y muy, muy lejanas del Gobierno y del Presidente.
El PAN, el gobierno y Calderón verán muy pronto qué tan fuerte es el compromiso del ex líder, con los que ya andan tratando de crear un partido más humanista.
Pepe Grillo, Crónica, 10 de diciembre.

Al término de la gestión del Comité Nacional, destaca en el balance general de logros alcanzados que se ganó la Presidencia de la República; que por primera vez el PAN tiene mayoría relativa en ambas cámaras del Congreso Federal; que de 539 municipios que gobernaba en 2005, ahora es gobierno en 558; y que en el mismo periodo pasó de 321 a 346 diputados locales, siendo mayoría en cinco entidades federativas, tres más que al asumir la conducción del panismo nacional.
Por primera vez un panista, Vicente Fox Quesada, preside la Internacional Demócrata de Centro, IDC, organización de partidos políticos con presencia mundial. También por primera vez, otro panista preside la Organización Demócrata Cristiana de América, ODCA, de cuya organización femenina es vicepresidenta una militante de Acción Nacional.
En Estados Unidos se integró una red de líderes migrantes al servicio de los mexicanos que allá radican, y se creó una estructura de panistas en diversos estados de la Unión Americana. En Europa, se fundó el Europan, grupo homogéneo del partido con más de quinientos militantes que estudian o laboran en aquella región
Manuel Espino Barrientos, El Universal, 10 de diciembre.

Hacen patente que Germán llega con la idea de restablecer la unidad, ya que Manuel Espino deja golpeado al panismo, dado que se encargó de encumbrar a los “yunquistas” y hacer a un lado a los líderes históricos. Germán se vio obligado conservar a Abascal, político de la extrema derecha. Y nos dicen, lo importante es que respete las políticas del gobierno, pero también que exija que no le impongan políticas ni candidatos desde Los Pinos, aunque dudan que pueda decir no al Ejecutivo.
Ubaldo Díaz, “Escenario Político”, Crónica, 10 de diciembre.

Primero a mediados de noviembre en Proceso, y luego el domingo antepasado en Reforma, Manuel Espino acusó a gente de Los Pinos pero no entre ellos al presidente Calderón de ser los culpables del terrible año electoral que fue el 2007 para el PAN.
"Hay oscuras negociaciones. Aunque se han hecho en lo oscurito, se advierte dónde han sido…", acusó, en síntesis. "… Yo no he participado en un arreglijo de esos. Jamás me prestaría a un arreglo ni cambiaría las posibilidades de éxito que yo presido, por las posibilidades de un proyecto de reforma".
Pero el sábado, al terminar su dirigencia, Espino dijo:
"Cuando llegue el momento no desperdiciemos nuestro voto en revanchismos o mezquindades que destruyen la posibilidad del bien. Démonos la oportunidad de tendernos la mano y reencontrarnos en el hermoso espacio común de nuestro partido, votando todos, todos, por quien va a ser nuestro jefe…"
O sea, Germán Martínez, un hombre de Los Pinos.
Leopoldo Mendívil, “Crónica confidencial”, Crónica, 10 de diciembre.

En consecuencia, pese a sus diferencias públicas con el jefe del Poder Ejecutivo, Espino no colocó al PAN en un carril distinto al marcado desde Los Pinos, y sus coordinadores legislativos en el Congreso cumplieron al pie de la letra la orden de aliarse con el PRI y en ocasiones hasta con el PRD para romper la parálisis legislativa.
De tal suerte que las diferencias mayores entre Los Pinos y la dirigencia panista encabezada por Espino, son que ésta última no cabe dentro del proyecto calderonista, lo que se tradujo en una abierta disputa por las candidaturas a cargos de elección popular, que se convirtió en una serie de derrotas electorales para el panismo, entre las más salientes las sufridas en Yucatán y Michoacán, donde perdieron las gubernaturas.
En adelante esta disputa por las candidaturas prácticamente desaparecerá, dado que la mayor parte de ellas, o al menos las más importantes, serán decididas desde Los Pinos, lo que revive el modelo priista y explica la advertencia de panistas como Abascal del riesgo de prostitución política de Acción Nacional.
Alejandro Ramos Esquivel, “Redes de poder”, El Financiero, 10 de diciembre.

Durante los primeros doce meses de éxito del gobierno del presidente Felipe Calderón el partido compartió con él la responsabilidad de construir acuerdos con otras fuerzas políticas, primero para hacer posible su toma de protesta el 1 de diciembre del 2006, y después para hacer posible las reformas alcanzadas en el año que termina y la definición presupuestal para el que viene. / Los resultados están ahí, con errores y aciertos, con éxitos y fracasos. No todo se cumplió y faltó mucho por conseguir. Hubo victorias y derrotas, pero más importante que lo que se ha hecho o dejado de hacer, es lo que está por hacerse. Los hechos hablan en el PAN
Manuel Espino Barrientos, El Universal, 10 de diciembre.

El ahora ex presidente nacional del PAN antes de irse pidió perdón… por su temperamento, principalmente a aquellos a los que haya ofendido durante su gestión.
¿Alcanzará la petición de perdón a Andrés Manuel López Obrador —quien ahora dice que pedirá “derecho de réplica” en medios— y Hugo Chávez?
Katia D’Artigues, “Campos Elíseos”, El Universal, 10 de diciembre.

Si vamos a los estados, la situación no es mejor. Espino, durante tres años como presidente del PAN (y antes dos de secretario general), fue configurando un partido en los estados que se acomodaba a su forma de hacer y entender la política. Los resultados fueron calamitosos. Hoy, esa estructura está debilitada, enferma, no cuenta el partido blanquiazul con dirigentes destacados en buena parte de las entidades federativas e incluso muchos de sus gobernadores no son figuras de algún alcance nacional. ¿Qué mejor demostración de que, a pesar de los muchos mandatarios y presidentes de municipio que ha tenido Acción Nacional, hoy cuente con una bancada tan débil en la Cámara de Diputados o que no existan muchos nombres a la mano, provenientes del panismo, para ocupar posiciones en el gabinete?, ¿qué mejor demostración que el derrumbe del blanquiazul en estados como Yucatán y, sobre todo, Puebla?
Jorge Fernández Menéndez, “Razones”, Excélsior, 10 de diciembre.

Y AL FINAL... Manuel Espino se despidió del PAN de manera civilizada y hasta pidió perdón.
EL DURANGUENSE dejó con un palmo de narices a quienes apostaban porque haría una de las suyas al entregarle la estafeta blanquiazul a Germán Martínez.
NO SÓLO ESO, también logró negociar con su sucesor la permanencia de cinco de sus allegados en la nueva dirigencia nacional.
EL SÁBADO por la noche se reunió con Germán y de ahí salió la lista de los palomeados: Carlos Abascal, Marcos Pérez Esquer, los guanajuatenses Juan Manuel Oliva y Fernando Torres; y el jalisciense Herbert Taylor.
DADO QUE la mitad de los 40 miembros del nuevo CEN son de clara filiación calderonista, quien salió perdiendo fue Santiago Creel, pues de su grupo sólo quedaron él y los senadores Humberto Aguilar y Ricardo García Cervantes.
Fray Bartolomé, “Templo Mayor”, Reforma, 10 de diciembre.

En medio de estos éxitos, Espino se fue del PAN y, con él, tristes momentos de la ineptitud partidaria del más retardatario tufo derechista. El señor Espino llegó a galope tendido al liderato de su partido desde una inocua oficina en Los Pinos, un pequeño reducto al servicio de la torva pareja presidencial. Ahí permaneció hasta que su mentor, falto de capital político y sepultado por cabalgante desprestigio lo dejó al garete. Su tarea, apenas cumplida con altisonante ineficacia, lo forzó al abandono del puesto sin gloria y mucha pena. Así se fue Espino, por una puerta que trató de dibujarse llena de nostalgia y dignidad pero que quedó atorada en derrotas electorales, rampantes deslealtades para con la vida democrática de la República, rencores sociales profundos y una cruzada del más fanático y torpe accionar fascista por las tierras del que catalogan populismo latinoamericano que, bajo la égida del PP de Aznar, siguió Espino para pena de muchos de sus conciudadanos y de Calderón. Aún tuvo la desfachatez de adjudicarse, junto con el rencoroso ranchero nailon de San Cristóbal, el que llama su triunfo en las urnas de 2006. Tarea que tal dupla cumplió al unísono con otros bien conocidos e identificados actores de la vida pública. Toda una mafia auxiliada por los que debían de haber cuidado la limpieza electoral, pero que actuaron como defensores de la ilegalidad: el consejo del IFE, la PGR, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y, al menos, el indigno ministro que fungió de presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)
Luis Linares Zapata, La Jornada, 12 de diciembre.

Que, ni comenzando hoy, Manuel Espino levantará al PAN para la elección de 2009 en Sonora. En eso coinciden varios albiazules, pero lo dijo el dirigente estatal del PRI, Ernesto de Lucas Hopkins, pues no le preocupa que el ex dirigente nacional de ese partido rival se mude a Hermosillo y sea el operador hacia la renovación de gubernatura, alcaldías y Congreso local. Cree que el panismo de allá, lo que necesita es unión, no un personaje que lo disgregue aún más
“Frentes Políticos”, Excélsior, 14 de diciembre.

Al nuevo líder panista parece pesarle demasiado el recuerdo de Espino, a grado tal que no tiene el menor cuidado de guardar las formas para confirmar su buena disposición con el Ejecutivo. En el pasado, cuando el PRI y los presidentes crearon vínculos indiscutibles de dependencia, nunca hubo un dirigente que, a pesar de todo, hiciera una declaración tan complaciente. No era necesario, a nadie tenían que convencer y menos al jefe del Ejecutivo. De qué tamaño será la necesidad del Presidente y de su emisario en el PAN que tienen que hacer pública la dependencia.
Rogelio Hernández Rodríguez, El Universal, 15 de diciembre.

La plana mayor de El Yunque guanajuatense rindió ayer homenaje a Manuel Espino. Los “meones de agua bendita” le organizaron una comida al polémico ex jefe nacional del PAN en casa del alcalde de Irapuato, Mario Turrent. Al convivio asistieron el gobernador del estado, Juan Manuel Oliva, y el líder estatal del PAN, Fernando Torres. Los dos son miembros del CEN de Germán Martínez
Francisco Garfias, “Arsenal”, Excélsior, 21 de diciembre.

Nomás faltaba la puntilla. La Sala Superior del TEPJF dio un último revés a Manuel Espino, ex dirigente nacional del PAN, al ordenar al Instituto Electoral de Baja California Sur el registro de candidatos a integrar el Ayuntamiento de Los Cabos que el ex líder panista había vetado. Los magistrados determinaron revocar el acuerdo del órgano electoral local que dejó sin efecto el registro de la planilla del blanquiazul a partir de una determinación tomada por el entonces presidente del CEN
“Frentes Políticos”, Excélsior, 28 de diciembre.

No debe sorprender; la ostentosa y grave cercanía de Espino y el Yunque con Vicente Fox y la creciente revelación de sus riquezas, indudablemente ilícitas, revelación que opaca la presunción de que Fox es tonto pero no pillo, pone en peligro el destino de Espino como dirigente, ya sea por sí mismo o por interpósita persona. No se trata aquí de que el presiente Calderón y su pandilla integren una sección progresista del PAN: no hay tal cosa. En este caso ellos tendrían que optar, pragmáticamente, por el mal menor. Lamentablemente, en estos momentos de la lucha por el poder, a los mexicanos no nos queda sino escoger entre lo peor y lo malo.
A los panistas, con estas prisas, les pasa lo mismo.
Félix Cortés Camarillo, “Cancionero”, Milenio, 8 de enero.

0 Responses to "Germán Martínez Cázares; un mes en la dirigencia del PAN: 4. MANUEL ESPINO."