Una reducción de 18 por ciento en el índice de secuestros no hace verano. Es otoño y las cifras que desgranan las autoridades se estrellan con la cara dura de la realidad.
En 1997 se guardó registro de un índice de 17 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes; hoy, el mismo indicador da cuenta de 10, aunque en algunas entidades el ascenso sea espectacular.
María Elena Morera, de México Unido contra la Delincuencia, dispara: "lamentablemente no es así la realidad. (...) Las cosas no están mejor que la última vez que nos encontramos aquí".
Los 100 días que corren desde que el 21 de agosto se firmó el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad reúnen a los actores en la misma mesa en forma de herradura.
De la zozobra del "si no pueden, renuncien" de Alejandro Martí al "no tienen madre" de Nelson Vargas hay 100 días de por medio, un alarmante escalda de ejecuciones en Chihuahua y, sí, una sensación de que las cosas han empeorado.
Martí ocupa la primera fila de invitados especiales; Vargas brilla por su ausencia.
Genaro García Luna, blanco de la exasperación de Nelson Vargas, está a la derecha del Presidente Calderón. A propuesta del titular de Seguridad Pública, la sesión 25 del Consejo Nacional de Seguridad Pública abre con un minuto de silencio en honor de los caídos en la lucha contra el crimen y de la pérdida de Juan Camilo Mouriño.
Con buen cartel, irrumpe en escena el Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont. "No podemos celebrar avances cuando se reclama tranquilidad por parte de los ciudadanos cuando salen a las calles", evalúa.
Repentinamente la unanimidad que debía concitar la lucha anticrimen en la evaluación de los 100 días se quiebra con recriminaciones políticas que, en el ánimo de evaluar resultados, parecen fuera de escena.
El Gobernador José Reyes Baeza trae una espina clavada: a la vista de todos, arremete contra su paisano Gustavo Madero y, como el diputado César Duarte, prospecto para el Gobierno chihuahuense.
A Madero le reprocha haber declarado que el único responsable de las calamidades por las que atraviesa Chihuahua es el Gobernador.
"Cuando se está en una entidad municipal de origen panista, no se refiere a la entidad municipal; cuando se está en un municipio priista se dice: 'exijámosle al Gobernador y exijámosle al presidente municipal, nunca al titular del Ejecutivo federal".
El senador se desconcierta pero arriesga una intervención: voltea a ver al Presidente como para pedirle su aquiescencia. "Yo fui allá, a Juárez, y tuve una serie de reuniones , (...) hice muchas declaraciones públicas. (...) La expresión a la que se refiere el señor Gobernador es una expresión que se dio en un ambiente privado y que trascendió de manera inoportuna, pero que no es una declaración oficial: yo le pido una disculpa por esa declaración en ánimo de construir un clima de colaboración".
Como para agitar más las aguas, el Gobernador Humberto Moreira tercia y fustiga a quienes se avientan la "papa caliente" para desentenderse de su responsabilidad.
"Lo más importante es que pongamos un límite al debate político. No podemos ver a los ciudadanos de frente sabiendo que nos estamos dando con la cubeta nosotros para tratar de culparnos unos a otros", sostiene.
"Una cosa es presumir, cuanto se pueda, las obras públicas y otra es que se difundan índices que atañan a la entidad que se Gobierna".
El Gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, respinga: "sería importante contextualizar (...) la información que se ventila públicamente con respecto al índice de criminalidad que vive nuestro país. Si se presenta información solamente con cifras absolutas, por supuesto que entidades con mayor población podrían presentar a simple vista, índices de mayor criminalidad".
La zacatecana Amalia García también protesta: "leíamos con sorpresa (...), en los medios de comunicación, una evaluación de los policías de las distintas entidades federativas y Zacatecas aparecía como uno de los tres estados peor evaluados. Sin embargo, hoy escuchando las encuestas que se presentaron aparece Zacatecas como el estado con la más baja prevalencia e incidencia de delitos".
García Luna se ve forzado a intervenir para aclarar que en la información dada a conocer "falta por evaluar un 85 por ciento de toda la policía".
Además de cifras, los 100 días traen más dosis de zozobra e incertidumbre. A ver qué deparan otros 100 días a la República.
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