Último orador en la sesión del Consejo Nacional de Seguridad donde se hizo un balance del trabajo realizado en la materia durante 100 días, llamó al Poder Legislativo a que impulse las reformas necesarias para derrotar a los delincuentes, y pidió a los gobiernos estatales y municipales dejar atrás “una malentendida” división de competencias.
Asimismo, reformuló su convocatoria a la colaboración de todos los órdenes de gobierno y poderes, ya que la delincuencia “no tiene color político” y su combate involucra el interés nacional y la mayor exigencia de los ciudadanos.
Al hacer su propia evaluación del Acuerdo Nacional por la Legalidad, la Seguridad y la Justicia, suscrito luego del secuestro y asesinato del joven Fernando Martí, hijo del empresario Alejandro Martí, señaló que si bien el gobierno federal cumplió con su tarea y se sentaron cimientos, “falta mucho por hacer”, por rectificar y corregir, pero llamó a no claudicar.
Consciente del agravio
Ante gobernadores de todos los partidos –incluyendo al jefe de Gobierno capitalino, el perredista Marcelo Ebrard–, líderes de la clase política y representantes de la sociedad civil, entre quienes se encontraba el propio Martí, el michoacano comenzó por plantear que está consciente del agravio a la ciudadanía por la delincuencia.
En el salón Tesorería del Palacio Nacional, dijo saber el profundo dolor que embarga a las víctimas de criminales, “que no encuentran en nosotros las respuestas que esperan de sus autoridades”.
Calderón aseguró que dio cumplimiento “cabal” a los compromisos adquiridos para los primeros 100 días del acuerdo, con la reasignación de recursos en el presupuesto, el fortalecimiento de la sociedad civil, la adecuación del modelo de coordinación institucional, la actualización de licencias de portación de armas, la presentación del paquete de reformas y la creación del observatorio ciudadano.
Si bien defendió los operativos conjuntos, señaló que en algunos casos está claro que deben replantearse y renovarse “porque no han demostrado eficacia”.
Tras hacer un recuento de los resultados de 100 días, indicó que en el caso del secuestro, se han desarticulado 52 bandas peligrosas, lo que representa una cada dos días y la liberación de 184 víctimas.
Sin embargo, dijo que sigue presentándose una “cifra alarmante, inaceptable e indignante” de plagios, por lo que debe mantenerse el índice de reducción de 18 por ciento, porque sólo seguirá la tendencia creciente que se venía observando.
En aparente referencia al reclamo de Nelson Vargas, cuya hija fue secuestrada hace poco más de un año, señaló: “sé que más allá de cifras y de propósitos, el enfrentarnos a la realidad de una sola víctima y a la tragedia que implica para las familias la desoladora incertidumbre sobre el paradero de un ser querido, nos obliga a todos los presentes a refrendar todos los días este compromiso indeclinable”.
Reconocimiento al Congreso
En este contexto, el Presidente felicitó al Congreso de la Unión por haber aprobado un presupuesto en el ramo superior en 35 por ciento respecto al año pasado, y advirtió que el Estado no puede estar limitado por falta de recursos para enfrentar al crimen organizado, y por eso deben seguir trabajando juntos para fortalecerlo, tanto por parte de la Federación como de los estados y municipios.
Asimismo, reivindicó la Operación Limpieza, que se ha traducido en el arraigo de Javier Herrera Valles, ex director de la Policía Federal Preventiva, y del ex subprocurador Noé Ramírez Mandujano, pero también pidió un voto de confianza para los policías.
Enfatizó que si bien existen corporaciones cuyos miembros han defraudado la confianza de la sociedad, son mucho más los buenos policías que libran una batalla sin cuartel contra la delincuencia, por lo que les hizo un reconocimiento. En 100 días, el saldo es de 114 elementos muertos por esta causa.
En su mensaje político, el mandatario se congratuló de que se dieron los primeros pasos hacia una nueva etapa de corresponsabilidad y coordinación entre poderes públicos y órdenes de gobierno.
La experiencia en estos primeros 100 días –dijo– es que sí es posible anteponer un asunto de verdadero interés nacional a los intereses particulares y abordarlo como un asunto de Estado, como es el caso de la seguridad.
Al final hizo un llamado a los medios de comunicación a fortalecer su compromiso con información veraz, con la consolidación de una nueva cultura de la prevención, la legalidad y la denuncia, en la que los modelos a seguir sean el respeto y el orden, no el crimen y la violencia.
Claudia Herrera, Fabiola Martínez y Gustavo Castillo, La Jornada, 29 de noviembre.
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