Segob ataja triunfalismos: “la mayoría pide seguridad”

El presidente Felipe Calderón afirmó que la lucha que ha emprendido su gobierno contra la corrupción irá hasta las últimas consecuencias, toda vez que “para frenar a la delincuencia primero hay que sacarla de nuestra propia casa”.

Admitió que se requiere una depuración en cuerpos policiacos y otros órdenes de gobierno, y aunque es un cáncer que viene de muy atrás, este gobierno no ha cerrado los ojos ante esa realidad: “No lo hicimos, decidimos enfrentarlo hasta llegar a las últimas consecuencias a través de la operación limpieza”.

Al participar en la XXV sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el mandatario señaló: “La delincuencia no tiene color político y su combate no involucra simplemente intereses de parte, involucra el interés nacional y la mayor exigencia de los ciudadanos, por lo cual es un deber de Estado, de la autoridad, cualquiera que sea su origen”.

El Ejecutivo Federal se congratuló por la asignación de recursos para continuar la lucha contra la delincuencia organizada y destacó que en los dos años de su administración el gasto público orientado a la seguridad se elevó en un 118 por ciento en relación con el presupuesto del 2006.

Al respecto, subrayó: “El Estado no puede estar limitado por falta de recursos para enfrentar al crimen organizado y por eso debemos seguir trabajando juntos para fortalecer el presupuesto destinado a la seguridad de los ciudadanos,tanto por parte de la federación como de los estados y los municipios”.

Reunido en Palacio Nacional con representantes del Poder Legislativo, gobernadores, alcaldes, secretarios de Estado, organizaciones civiles, sindicales, empresariales y religiosas, el mandatario expresó: “Los retos son muchos y el camino a rectificar y recorrer es largo y difícil, pero no vamos a claudicar”.

Al cumplirse 100 días de la firma del Acuerdo por la Legalidad, la Seguridad y la Justicia, el presidente Calderón señaló que “más allá de los avances particulares, que los ha habido, sabemos reconocer que fue la indignación y la exigencia ciudadana la que nos movilizó a las estructuras de gobierno”.

Destacó que la suscripción del Acuerdo por la Seguridad debe representar un punto de inflexión en la forma en que las autoridades y la sociedad conciben y enfrentar el tema de la inseguridad. “En estos meses se han dado pasos, los primeros hacia una nueva etapa de corresponsabilidad y coordinación entre poderes públicos y órdenes de gobierno”, dijo.

Luego enumeró algunos de los logros en los últimos 100 días de su gobierno, entre los que incluyó la captura de capos tales como Alberto Sánchez Hinojosa, alias El Tony, lugarteniente de Heriberto Lazcano y líder de la organización conocida como Los Zetas; la de Jesús Zambada, capo del Cártel del Pacífico, y la de Eduardo Arellano Félix alias El Doctor ,líder del cártel de Tijuana.

Aunado a ello, mencionó que en estos tres meses también se aseguraron más de 700 toneladas de mariguana, ocho de cocaína y siete mil armas.

Señaló que debido a la conjunción de esfuerzos entre autoridades federales y locales, se detuvo a 272 presuntos secuestradores y se desarticularon 53 peligrosas organizaciones de secuestradores y se logró la liberación de 184 víctimas.

La realidad no ha cambiado, señala María Elena Morera
“¿Cuántas más?”, fue el reclamo directo de María Elena Morera, presidenta de México Unido contra la Delincuencia, en referencia a las víctimas causadas por la delincuencia en los primeros 100 días del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Legalidad y la Justicia.

Al contrario de algunos funcionarios federales, ella no se mostró optimista en los avances de la lucha contra la delincuencia y señaló que estos primeros 100 días no han sido suficientes para detener el avance de la delincuencia.

“Los mexicanos queremos vivir en paz, un país seguro y sin desigualdades, un país con gobernantes que se entreguen al servicio de su sociedad y no a sus intereses políticos o grupos de poder. Las cosas no están mejor que la última vez que nos encontramos aquí, el acuerdo no basta, la voluntad no basta, los hechos cuentan, pero también las víctimas… ¿cuántas más, señores?”, cuestionó.

Morera hizo hincapié en que la realidad desde aquel 21 de agosto pasado no ha cambiado. “Así lo dicen las víctimas”, fustigó.

Ante los miembros del gabinete de Seguridad, la dirigente cuestionó los resultados obtenidos en estos primeros 100 días.

“Quisiéramos estar hoy estar aquí complacidos como si hubiéramos llegado al final del camino, con el cumplimiento al cien por ciento de los compromisos más inmediatos asumidos en el marco del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Legalidad y la Justicia. Quisiéramos estar aquí reconociendo la entrega, el esfuerzo claro de todos quienes firmaron este acuerdo para darle a nuestra sociedad un respiro ante nuestra agobiante criminalidad; lamentablemente no es así la realidad”, subrayó.

Esta es la realidad, dijo, de las centenas de ejecutados, los inocentes martirizados por la delincuencia amparada en los resquicios de la ley.

Por ello, hizo un llamado a dejar los pretextos mezquinos para con el país. “Lo que tenemos al final de estos 100 días es una sensación de que para algunos la seguridad de los mexicanos sigue siendo un derecho postergable y negociable.

“Vemos con preocupación que no existe una conciencia real de lo que podemos perder como nación. No la vemos en aquellos que han clamado no poder estar sujetos a plazos, que se resisten a cumplir con México, tampoco la vemos en otros casos”, afirmó. (A. Olivier Pavón)

Cecilia Téllez Cortés, Crónica 29 de noviembre.