Con más simbolismo político que acuerdos concretos, según los trascendidos, el presidente de Rusia, Dimitri Medvedev, concluyó ayer sus intercambios por separado en La Habana con el mandatario Raúl Castro y el convaleciente Fidel Castro.
Fidel recibió a Medvédev en el lugar secreto donde convalece desde hace más de dos años de una enfermedad que lo llevó a renunciar en febrero a la presidencia cubana, en una visita que duró “más de una hora” este viernes, informaron fuentes de la delegación rusa. Ambos discutieron el desarrollo futuro de la cooperación ruso-cubana, así como asuntos de la política internacional, de acuerdo con los reportes. El general Raúl Castro calificó de “magnífico” el tramo oficial de esta visita, que podría extenderse a una estancia privada de Medvédev en el balneario internacional de Varadero, principal polo turístico de la isla, 120 kilómetros al este de La Habana, en donde finalizará a su primera gira latinoamericana.
Fuentes diplomáticas rusas comentaron que el tiempo de estancia del presidente en Varadero estará determinado por las condiciones climáticas en la isla, que es recorrida ahora por un ligero frente frío. Desde su llegada el jueves, Medvédev y Raúl Castro se encontraron varias veces de manera oficial, cenaron en privado, rindieron tributo juntos a lugares emblemáticos, prendieron velas litúrgicas en la Iglesia Ortodoxa rusa de la capital cubana y durante más de una hora recorrieron el llamado “casco histórico” de la Habana Vieja. Sin embargo, no se informó de la firma de acuerdos concretos, aunque las dos partes coincidieron en potenciar las relaciones comerciales en ámbitos estratégicos como el petróleo, el níquel y la producción de energía. “Ha sido una buena visita, una magnífica visita y además ahora va a ver a Fidel” dijo Raúl. “Hablamos del desarrollo de nuestras relaciones en la esfera económica, y en el campo de nuestra cooperación técnico-militar”, declaró Medvédev a medios rusos.
Fidel recibió a Medvédev en el lugar secreto donde convalece desde hace más de dos años de una enfermedad que lo llevó a renunciar en febrero a la presidencia cubana, en una visita que duró “más de una hora” este viernes, informaron fuentes de la delegación rusa. Ambos discutieron el desarrollo futuro de la cooperación ruso-cubana, así como asuntos de la política internacional, de acuerdo con los reportes. El general Raúl Castro calificó de “magnífico” el tramo oficial de esta visita, que podría extenderse a una estancia privada de Medvédev en el balneario internacional de Varadero, principal polo turístico de la isla, 120 kilómetros al este de La Habana, en donde finalizará a su primera gira latinoamericana.
Fuentes diplomáticas rusas comentaron que el tiempo de estancia del presidente en Varadero estará determinado por las condiciones climáticas en la isla, que es recorrida ahora por un ligero frente frío. Desde su llegada el jueves, Medvédev y Raúl Castro se encontraron varias veces de manera oficial, cenaron en privado, rindieron tributo juntos a lugares emblemáticos, prendieron velas litúrgicas en la Iglesia Ortodoxa rusa de la capital cubana y durante más de una hora recorrieron el llamado “casco histórico” de la Habana Vieja. Sin embargo, no se informó de la firma de acuerdos concretos, aunque las dos partes coincidieron en potenciar las relaciones comerciales en ámbitos estratégicos como el petróleo, el níquel y la producción de energía. “Ha sido una buena visita, una magnífica visita y además ahora va a ver a Fidel” dijo Raúl. “Hablamos del desarrollo de nuestras relaciones en la esfera económica, y en el campo de nuestra cooperación técnico-militar”, declaró Medvédev a medios rusos.
Manuel Juan Somoza en La Habana, Milenio, 29 de noviembre.
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