El controvertido juicio a Luis Posada Carriles en El Paso

Casi tres meses de juicio, una treintena de testigos —incluidos investigadores que en hecho inédito viajaron desde Cuba— y al final un tribunal de El Paso, Texas, deliberó en menos de tres horas que el ex agente de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) Luis Posada Carriles era inocente de los 11 cargos de perjurio, fraude y obstrucción de procedimiento que le atribuía la fiscalía.

El diario El Nuevo Herald afirmó desde esa ciudad que el veredicto, el viernes pasado, “fue una sorpresa para muchos observadores que esperaban que el jurado deliberara durante varios días (…) y encontrara a Posada culpable de por lo menos algunos de los cargos”.

A Washington lo “decepcionó” el desenlace y La Habana calificó de “farsa” el proceso y emplazó a Estados Unidos “a que cumpla sus obligaciones en la lucha contra el terrorismo, sin hipocresías”.

No está claro si a partir de ahora, a este cubano-venezolano de 83 años le levantarán la prohibición —por peligrosidad— de desplazarse en EU en vuelos comerciales, o si le abrirán otro proceso por las evidencias presentadas en el juicio, incluso por el FBI, sobre su participación en los ataques con bombas a hoteles cubanos en 1997, con el saldo de un turista italiano muerto y una decena de heridos.

De momento, las reacciones son de júbilo en la derecha anticastrista de Miami, donde Posada Carriles es un “símbolo de lucha”, y de “rabia” y “desprecio por la justicia estadunidense” en La Habana.

El dictamen abstrajo incluso a los cubanos de sus preocupaciones cotidianas —centradas en los cambios a sus vidas que debatirá a partir del próximo sábado el congreso del Partido Comunista—, y abarcó desde gente muy joven, hasta familiares de las casi 100 víctimas que se le atribuyen al anticastrista en varios países de América, durante los años duros de la guerra fría.

“Nunca imaginé en mi larga vida que un país con una historia grande” como Estados Unidos “todavía no tenga sentido de la justicia”, dijo Giustino di Celmo, padre del turista italiano muerto por los bombazos a los hoteles. De 90 años, Giustino agregó que “la única cosa que puedo decir a los familiares de las víctimas, que sufren como sufro yo, es que tengan siempre abierta una esperanza de que habrá justicia”.

Aunque Posada no fue acusado de terrorismo en El Paso, sino de mentir en un proceso migratorio acerca de cómo ingresó a EU en 2005 en busca de refugio y ciudadanía ­—observadores dicen que ese enfoque “fue la clave” del desenlace judicial, en una ciudad en la que 76 por ciento de los habitantes son hispanos, la mayora migrantes mexicanos—, la fiscalía presentó a testigos que lo vincularon con los atentados a los hoteles, como parte de una cruzada anticastrista.

Entre ellos figuró un empresario cubano radicado en Guatemala, donde se armaron los saboteadores, y la ex reportera del The New York Times Ann Louise Bardach, ante quien Posada se atribuyó la autoría de los bombazos, en una entrevista en 1998.

Durante cinco días, Bardach presentó la grabación de la entrevista. “Mi periodismo me ha metido en el medio de un caso con el cual no quiero tener nada que ver (…), no hay tanta diferencia entre el periodismo del crimen y el de la política”, había dicho al asistir al juicio bajo citación oficial.

Venezuela reiteró a EU su solicitud de extracción de Posada, a quien acusa también de “diversos crímenes”, cuando era el comisario Basilio en la policía política venezolana. Pero la justicia estadunidense cerró ese camino hace varios años por temor a represalias.

Según documentos oficiales desclasificados, Posada Carriles ingresó a la CIA en los años sesentas del siglo pasado, fue uno de los organizadores de la destrucción en pleno vuelo de un avión comercial cubano en los setentas, se fugó de una cárcel venezolana después, participó en la operación “Irán-Contras” desde El Salvador en los ochentas, pasó varios años preso en Panamá por preparar un atentado con bombas a Fidel Castro e ingresó clandestinamente a EU en 2005. Fue, incluso, uno de los anticastristas investigados tras el asesinato de John F. Kennedy.

“Él conoce demasiados trapos sucios y es improbable que los servicios especiales de EU lo dejen a su suerte”, dijo un experto consultado por MILENIO en La Habana.

La Habana. Manuel J. Somoza, Milenio, 13 de abril.

0 Responses to "El controvertido juicio a Luis Posada Carriles en El Paso"