Mexicali, BC., 21 de julio. El cónsul alterno de México en Calexico, Alfredo Sevilla, confirmó a La Jornada que son seis los migrantes mexicanos que perecieron en un accidente carretero ocurrido en el condado Imperial, California; luego de que la camioneta en que viajaban 17 migrantes perdió el control en una curva cercana al poblado Westmorland para caer después a un canal de riego.
Hasta el momento hay dos detenidos que son señalados como el conductor y el guía de una red internacional de traficantes de personas, además de cuatro personas hospitalizadas y cinco connacionales que fueron repatriados a México el sábado por la tarde.
Entre los muertos se encuentra un niño de 10 años de edad, originario de Ixtlahuaca, estado de México, quien cruzó la frontera en compañía de sus padres –que también fallecieron en su intento por contar con mejores condiciones de vida– y de su hermana –dos años mayor– quien salió ilesa de la colisión y ya fue deportada.
Los migrantes mexicanos formaban parte de un grupo de connacionales procedentes del estado de México, Sinaloa y Michoacán, dijo el cónsul Alfredo Sevilla, al tiempo de informar que se intensificó la búsqueda de los deudos para brindarles apoyo en el traslado de los cuerpos a sus lugares de origen.
Puesto que la investigación apenas se realiza, la identidad de las víctimas está bajo resguardo, así como de las personas detenidas por la Patrulla de Caminos en California, las cuales podrían ser trasladadas del Centro de Detención de la Patrulla Fronteriza en la ciudad de El Centro, California, hacia la cárcel de ese condado, para enfrentar cargos por tráfico de personas y homicidio.
Hasta el momento hay dos detenidos que son señalados como el conductor y el guía de una red internacional de traficantes de personas, además de cuatro personas hospitalizadas y cinco connacionales que fueron repatriados a México el sábado por la tarde.
Entre los muertos se encuentra un niño de 10 años de edad, originario de Ixtlahuaca, estado de México, quien cruzó la frontera en compañía de sus padres –que también fallecieron en su intento por contar con mejores condiciones de vida– y de su hermana –dos años mayor– quien salió ilesa de la colisión y ya fue deportada.
Los migrantes mexicanos formaban parte de un grupo de connacionales procedentes del estado de México, Sinaloa y Michoacán, dijo el cónsul Alfredo Sevilla, al tiempo de informar que se intensificó la búsqueda de los deudos para brindarles apoyo en el traslado de los cuerpos a sus lugares de origen.
Puesto que la investigación apenas se realiza, la identidad de las víctimas está bajo resguardo, así como de las personas detenidas por la Patrulla de Caminos en California, las cuales podrían ser trasladadas del Centro de Detención de la Patrulla Fronteriza en la ciudad de El Centro, California, hacia la cárcel de ese condado, para enfrentar cargos por tráfico de personas y homicidio.
Antonio Heras, corresponsal, La Jornada, 22 de julio.
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