Junto con el funcionario federal perdieron la vida el secretario técnico para la Implementación de las Reformas Constitucionales en Materia de Seguridad y Justicia Penal, José Luis Santiago Vasconcelos; el vocero de la Secretaría de Gobernación, Miguel Monterrubio; el coordinador de eventos de la dependencia, Arcadio Echeverría; la directora de información de Vasconcelos, Norma Díaz; el capitán, Julio César Ramírez; el copiloto, Álvaro Sánchez, y la sobrecargo, Giselle Carrillo.
Alrededor de las 18:45 horas de ayer, la aeronave con matrícula XC-VMC que se dirigía al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México se desplomó dejando una estela de destrucción al explotar sobre 15 automóviles y generar el pánico entre las miles de personas que trabajan en la zona y transeúntes que fueron testigos de la tragedia humana y que generó el caos.
Nadie daba crédito a lo sucedido y la gente comenzó a correr para salvar su vida ante las llamas que se alzaron a varios metros de altura y entre los gritos de las personas que quedaron atrapadas entre los fierros retorcidos de los vehículos.
De inmediato inició la movilización de los cuerpos de rescate para atender a las víctimas, mientras que el Heroico Cuerpo de Bomberos iniciaba los trabajos para sofocar el incendio que se produjo, al tiempo que Protección Civil y policías de la Secretaría de Seguridad Pública acordonaron la zona para evitar que la tragedia se extendiera a otros sitios.
En los edificios adyacentes a donde cayó la aeronave se realizó la evacuación de alrededor de mil 200 personas, que cayeron en pánico y crisis nerviosas. El tramo afectado de la calle de Ferrocarril de Cuernavaca lucía como zona de desastre, pues el accidente causó daños a una institución bancaria y a la ciclopista.
El informe preliminar de las autoridades fue de 30 automotores quemados en su totalidad y 21 más con daños graves; incluso, se mantuvo bajo reserva el número de personas muertas, pues se pensó que en las unidades se encontraban más personas.
La movilización fue intensa y los rescatistas no se daban abasto para atender a los heridos; incluso, al lugar llegó, 20 minutos después del accidente, el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard Casaubon, junto con el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, Manuel Mondragón y Kalb, quienes coordinaron las primeras labores y confirmaron el deceso de Juan Camilo Mouriño.
Más tarde se presentó el secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, y el vocero de la Presidencia de la República, Maximiliano Cortázar, con quienes se coordinaron las autoridades capitalinas.
En el lugar se rescató con vida a dos personas que quedaron atrapadas a bordo de sus vehículos y otras 40 resultaron lesionadas, de las cuales 11 fueron remitidas a la Cruz Roja de Polanco, otras dos, graves, fueron conducidas al hospital Magdalena de las Salinas y otras cuatro al Rubén Leñero.
Fue alrededor de las 20:00 horas cuando las autoridades lograron controlar el incendio producido por el avionazo, al tiempo que personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, de la Marina y de la Procuraduría General de la República (PGR) asumieron la responsabilidad de los trabajos de rescate.
Hasta el cierre de la edición se tenía conocimiento de cuatro lesionados graves por quemaduras que fueron ingresados al Hospital Rubén Leñero. Se trata de Josefina Núñez, de 44 años; Víctor Altamirano, de 85; Edmundo Abarca, de 45, y Rodrigo García, de 45 años.
Asimismo, se presentaron peritos de la PGR para iniciar las primeras investigaciones sobre el accidente.
LA AERONAVE. De acuerdo con la bitácora de vuelo, el avión Learjet, con matrícula XC-VMC, salió del aeropuerto de la ciudad de San Luis Potosí alrededor de las 17:30 horas con destino a la ciudad de México.
Según el reporte de la torre de control del aeropuerto capitalino, en el trayecto no se registró inconveniente alguno e incluso se mantenía en la ruta normal de vuelo.
No obstante, cinco minutos antes de la explosión recibieron llamadas de auxilio del capitán Julio César Ramírez.
Hasta el momento se desconocen las causas que originaron el desplome de la aeronave, pues, de acuerdo con el jefe de Gobierno Marcelo Ebrard y del secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, el avión se encontraba completo, por lo que en primera instancia desecharon un atentado.
En el lugar de los hechos continuaron las labores para la remoción de los restos, pues a decir del jefe de Gobierno la prioridad, luego de rescatar a los lesionados, era recuperar los cuerpos de las personas que fallecieron.
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