Convergencia y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) protagonizaron una discusión en la tribuna de la Cámara de Diputados, ya que ambas fuerzas políticas se disputan la curul que dejó vacante el legislador Alberto Esteva, de Convergencia. Luego de las escaramuzas optaron por recurrir al Instituto Federal Electoral (IFE) para que dé una opinión sobre cuál de ellos debe ocupar la plaza.
Por iniciativa de la corriente Nueva Izquierda, encabezada en la Cámara por Ruth Zavaleta, la Junta de Coordinación Política propuso al pleno un punto de acuerdo con el objetivo de revocar una decisión relativa a la configuración de la vacante del cargo de diputado federal del grupo parlamentario de Convergencia en la LX Legislatura, aprobada por el pleno el 14 de octubre de 2008.
El pleno camaral aprobó, de tal forma, solicitar al Instituto Federal Electoral (IFE) una opinión sobre el partido al cual le corresponde la curul que dejó vacante Alberto Esteva y que no pudo ser ocupada por su suplente, Gustavo Velásquez, quien es diputado local por Oaxaca y optó por permanecer en aquella legislatura, pues ponderó que ahí aún le restan dos años de cobro de dieta, mientras en San Lázaro su encargo duraría sólo ocho meses.
En un debate que se prolongó más de 40 minutos, Convergencia reprochó al Partido de la Revolución Democrática (PRD) pretender quedarse con la curul, cuando no le corresponde, porque la posición la ganó ese partido como parte de la coalición formada en 2006.
Al someterse a la discusión en el pleno, José Manuel del Río Virgen, representante por Convergencia, intervino para argumentar contra la propuesta.
“Me quiero dirigir concretamente al diputado Emilio Gamboa, al diputado Héctor Larios, me quiero dirigir también al coordinador parlamentario del PRD y me quiero dirigir también a la diputada Gloria Lavara. Y a ustedes les voy a pedir que sean congruentes con la representación nacional que les dieron los electores. Miren ustedes qué aberración política y qué desvergüenza…”
De inmediato, desde su curul, el panista Juan José Rodríguez Prats trató de enmendar el proceso legislativo, con la clara intención de impedir que Del Río continuara reprochando a los integrantes de la Junta de Coordinación Política. “Tiene todo el derecho mi estimado amigo, el diputado Del Río Virgen, para tomar la palabra. Pero ahorita lo que está discutiéndose es si se modifica el orden del día, exclusivamente ese punto. Por tanto, yo le suplicaría que respetemos el orden del día”.
A pesar de eso, César Duarte abrió la posibilidad de continuar el debate y Del Río continuó con su reproche: “¿Saben qué, señores diputados? No pueden romper con un principio de certeza jurídica, se los digo con toda honestidad, con toda sinceridad. ¡Caray!, ya votaron todos los diputados, todas las diputadas, votó un acuerdo el pleno. El 14 de octubre se llamó al licenciado Francisco Melo. Y el licenciado Melo no fue llamado. Por eso se inconformó. Ese asunto está en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), la propia Cámara y los coordinadores parlamentarios lo saben. Ya remitió el expediente el 12 de noviembre pasado al TEPJF, ya está allá el asunto. No veo por qué tenemos nosotros que revocar un acuerdo del pleno”.
Juan Guerra Ochoa dio respuesta a Del Río: “la Constitución y la ley tienen previsto qué ocurre en este caso. Lo que ocurre es que el que está en la lista, el que continúa es el que es convocado. Y se habla de que se convoque entonces, de acuerdo con la lista, al partido, del mismo partido, porque no puede tener derecho nadie que no sea del mismo partido.
“Pero hay una circunstancia ya señalada. En esta ocasión, como ha ocurrido, los partidos no registramos lista por separado, no tenemos lista como partido. Tenemos listas que es la coalición Por el Bien de Todos. No hay lista de partidos, porque no jugamos como partidos, jugamos como coalición”.
Finalmente, el pleno impuso su mayoría y aplastó el reclamo de Convergencia.
Por iniciativa de la corriente Nueva Izquierda, encabezada en la Cámara por Ruth Zavaleta, la Junta de Coordinación Política propuso al pleno un punto de acuerdo con el objetivo de revocar una decisión relativa a la configuración de la vacante del cargo de diputado federal del grupo parlamentario de Convergencia en la LX Legislatura, aprobada por el pleno el 14 de octubre de 2008.
El pleno camaral aprobó, de tal forma, solicitar al Instituto Federal Electoral (IFE) una opinión sobre el partido al cual le corresponde la curul que dejó vacante Alberto Esteva y que no pudo ser ocupada por su suplente, Gustavo Velásquez, quien es diputado local por Oaxaca y optó por permanecer en aquella legislatura, pues ponderó que ahí aún le restan dos años de cobro de dieta, mientras en San Lázaro su encargo duraría sólo ocho meses.
En un debate que se prolongó más de 40 minutos, Convergencia reprochó al Partido de la Revolución Democrática (PRD) pretender quedarse con la curul, cuando no le corresponde, porque la posición la ganó ese partido como parte de la coalición formada en 2006.
Al someterse a la discusión en el pleno, José Manuel del Río Virgen, representante por Convergencia, intervino para argumentar contra la propuesta.
“Me quiero dirigir concretamente al diputado Emilio Gamboa, al diputado Héctor Larios, me quiero dirigir también al coordinador parlamentario del PRD y me quiero dirigir también a la diputada Gloria Lavara. Y a ustedes les voy a pedir que sean congruentes con la representación nacional que les dieron los electores. Miren ustedes qué aberración política y qué desvergüenza…”
De inmediato, desde su curul, el panista Juan José Rodríguez Prats trató de enmendar el proceso legislativo, con la clara intención de impedir que Del Río continuara reprochando a los integrantes de la Junta de Coordinación Política. “Tiene todo el derecho mi estimado amigo, el diputado Del Río Virgen, para tomar la palabra. Pero ahorita lo que está discutiéndose es si se modifica el orden del día, exclusivamente ese punto. Por tanto, yo le suplicaría que respetemos el orden del día”.
A pesar de eso, César Duarte abrió la posibilidad de continuar el debate y Del Río continuó con su reproche: “¿Saben qué, señores diputados? No pueden romper con un principio de certeza jurídica, se los digo con toda honestidad, con toda sinceridad. ¡Caray!, ya votaron todos los diputados, todas las diputadas, votó un acuerdo el pleno. El 14 de octubre se llamó al licenciado Francisco Melo. Y el licenciado Melo no fue llamado. Por eso se inconformó. Ese asunto está en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), la propia Cámara y los coordinadores parlamentarios lo saben. Ya remitió el expediente el 12 de noviembre pasado al TEPJF, ya está allá el asunto. No veo por qué tenemos nosotros que revocar un acuerdo del pleno”.
Juan Guerra Ochoa dio respuesta a Del Río: “la Constitución y la ley tienen previsto qué ocurre en este caso. Lo que ocurre es que el que está en la lista, el que continúa es el que es convocado. Y se habla de que se convoque entonces, de acuerdo con la lista, al partido, del mismo partido, porque no puede tener derecho nadie que no sea del mismo partido.
“Pero hay una circunstancia ya señalada. En esta ocasión, como ha ocurrido, los partidos no registramos lista por separado, no tenemos lista como partido. Tenemos listas que es la coalición Por el Bien de Todos. No hay lista de partidos, porque no jugamos como partidos, jugamos como coalición”.
Finalmente, el pleno impuso su mayoría y aplastó el reclamo de Convergencia.
Roberto Garduño y Enrique Méndez, La Jornada, 28 de noviembre.
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