no respeta un principio elemental de equidad, lo que nos coloca nuevamente en una posición de crispación electoral.
no está poniendo condiciones equitativas para todos. Cae en un exceso de rigor jurídico y en interpretación de la ley que no respeta el principio elemental de poner reglas claras e iguales para todos.
margina de nueva cuenta al mismo candidato que fue cuestionado y atacado en 2006, lo que revive una estrategia de parte de las autoridades, administrativas y nacionales, para empezar a cuestionar la calidad de una candidatura.
mezquino, porque abre el camino a suspicacias.
sentido común, para no crear un proceso con desconfianza y con elementos de distorsión, que pueda tener acceso a los medios de comunicación masiva, como ocurre con otros precandidatos.
pareciera que hay un castigo por la contundencia y lo definitivo de su precandidatura, pues es muy contradictorio que un precandidato a la Presidencia, que ya está apoyado por tres fuerzas nacionales, no pueda estar ante la opinión pública creando elementos sólidos de su propuesta de gobierno y de su proyecto de candidatura.
si la decisión es un proceso interno, debió de mantenerse de esa forma en la difusión de su plataforma, pero no es así. A esto se suma que el código no establece nada respecto a los precandidatos únicos.
no sucede así con la decisión de excluir a AMLO de los espots. Esta condición, advirtió, nos coloca ante la posibilidad de que se exacerben los ánimos de los candidatos y partidos, si al final de la contienda la diferencia en la votación es muy pequeña.
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