Réplicas y preguntas sorpresa en el debate de hoy

Con cambios sustanciales en el

formato, según el árbitro de la contienda

interna del PAN, el debate

entre los tres precandidatos del

blanquiazul, Josefina Vázquez Mota,

Ernesto Cordero y Santiago Creel,

busca alejarse del "acartonamiento"

del primer encuentro para

buscar la atención y sobre todo

presentarse como atractivo para

las huestes panistas que votarán

este domingo para elegir a su abanderado

presidencial.

El debate arrancará a las 20:00

horas en la sede nacional del PAN

y constará de seis bloques con réplicas

y preguntas "sorpresa", en un

intento por hacerlo más "dinámico",

donde haya "contraste de ideas",

contrario al que se realizó el

pasado 17 de enero que generó críticas

incluso entre aspirantes como

Ernesto Cordero, quien lo calificó

como "acartonado" .

Tendrá una duración de una

hora y se transmitirá de nueva

cuenta sólo por internet, pues aún

no hay certeza jurídica del IFE para

transmitirlo por medios de comunicación

como radio o televisión.

En la primera ronda, los precandidatos

deberán hablar de tres propuestas

prioritarias y por qué lo

consideran así, lo que tendrá una

duración de dos minutos cada uno

y con una réplica de un minuto.

La segunda, tercera y cuarta

intervenciones se plantearon con

temas específicos preestablecidos.

En el caso de la segunda, se

abordarán propuestas de estrategias

de gobierno o políticas públicas

en materia de superación de la pobreza

y desarrollo social, con dos

minutos para agotar el primer tema

y otro para la réplica, según la

Comisión Nacional de Elecciones,

que encabeza José Espina.

En la tercera, se expondrá el tema

de crecimiento económico y

desarrollo sustentable con el mismo

esquema.

Para la cuarta se contempla estado

de derecho, justicia y seguridad

con una primera exposición de dos

minutos y una réplica de uno.

Durante estas tres secciones

temáticas se les hará una pregunta

que no conocerán con antelación,

sino en el momento de su

participación.


Alejandro Páez, La Crónica, 31 de enero.