Andrés Manuel López Obrador advirtió que las cúpulas de PRI y PAN pretenden imponer juntas la reforma energética, aun cuando pierdan los debates y dejen ver su inconstitucionalidad, por lo que llamó a sus simpatizantes a estar atentos para movilizarse “con toda la determinación y firmeza” en defensa del petróleo.
“Es importante que estemos atentos y listos para movilizarnos, porque seguramente en las cúpulas de PRI y PAN están pensando o tramando que, aunque pierdan los debates y la gente se exprese en la consulta contra la privatización del petróleo, ellos van a juntar los votos, con sus prácticas de siempre, para querer imponer desde el Congreso sus reformas entreguistas”.
Aseguró que arrebatar “jamás trae nada bueno”, y alertó que el despojo del petróleo “creará un ambiente de insatisfacción y farsa, que nos mantendrá en constante riesgo de confrontación y habrá más inseguridad e inestabilidad política”.
Por ello, dijo: “Que quede claro, no aceptaremos ningún cambio jurídico que viole la Constitución, que privatice el petróleo y que vulnere la soberanía nacional. El petróleo es nuestro, de todos, y no se convertirá en negocio de unos cuantos, no de nacionales y mucho menos de extranjeros”.
Advirtió que de aprobarse la reforma energética, tal cual la propone el gobierno federal, “habría más pobreza, más desempleo, pero también más frustración y violencia, lo cual ni a ellos mismos les conviene, porque nadie podría vivir en un país con tanto desorden social”.
Desde el Zócalo capitalino, al encabezar su asamblea informativa, dijo que la toma de la tribuna a manos de los legisladores del Frente Amplio frenó el madruguete legislativo y permitió ganar tiempo para organizar su movimiento de resistencia; además de que orilló a la realización de los debates energéticos que, dijo, “han demostrado que las pretendidas reformas son anticonstitucionales, privatizadoras y van orientadas a profundizar la corrupción en el país”.
Además, señaló que quienes no aprueban la realización de la consulta en sus tres fases “en realidad lo que exhiben es su escaso poder de convencimiento y el miedo que le tienen al pueblo”.
Lamentó que en México “los hombres del poder no tienen vocación cívica ni dimensión social y los domina el egoísmo”, y por tanto no están dispuestos a rectificar en la política económica que han impuesto; “ellos insisten en seguir saqueando, en despojar al pueblo de su patrimonio y de su porvenir”.
Agregó que “si ellos no alcanzan a entender que el petróleo en manos de la nación es un factor de estabilidad política y social, a nosotros nos toca actuar con responsabilidad y evitar la degradación de la vida pública de México y la destrucción del país”.
López Obrador aprovechó la asamblea informativa para arremeter contra la Suprema Corte de Justicia por haber negado la validez de casi 2 millones de amparos por la Ley del ISSSTE.
Pese a ello envió un mensaje “a los afectados”, a quienes les pidió que no se desalienten, porque “pronto, muy pronto se tendrán condiciones para dar marcha atrás a todas esas medidas que afectan sus conquistas laborales”.
Acusó que los ministros “volvieron a enseñar el cobre. Se confirmó que la mayoría de ellos no están ahí para hacer valer la Constitución y hacer justicia, sino para legalizar los despojos y abusos de los poderosos”.
“Es importante que estemos atentos y listos para movilizarnos, porque seguramente en las cúpulas de PRI y PAN están pensando o tramando que, aunque pierdan los debates y la gente se exprese en la consulta contra la privatización del petróleo, ellos van a juntar los votos, con sus prácticas de siempre, para querer imponer desde el Congreso sus reformas entreguistas”.
Aseguró que arrebatar “jamás trae nada bueno”, y alertó que el despojo del petróleo “creará un ambiente de insatisfacción y farsa, que nos mantendrá en constante riesgo de confrontación y habrá más inseguridad e inestabilidad política”.
Por ello, dijo: “Que quede claro, no aceptaremos ningún cambio jurídico que viole la Constitución, que privatice el petróleo y que vulnere la soberanía nacional. El petróleo es nuestro, de todos, y no se convertirá en negocio de unos cuantos, no de nacionales y mucho menos de extranjeros”.
Advirtió que de aprobarse la reforma energética, tal cual la propone el gobierno federal, “habría más pobreza, más desempleo, pero también más frustración y violencia, lo cual ni a ellos mismos les conviene, porque nadie podría vivir en un país con tanto desorden social”.
Desde el Zócalo capitalino, al encabezar su asamblea informativa, dijo que la toma de la tribuna a manos de los legisladores del Frente Amplio frenó el madruguete legislativo y permitió ganar tiempo para organizar su movimiento de resistencia; además de que orilló a la realización de los debates energéticos que, dijo, “han demostrado que las pretendidas reformas son anticonstitucionales, privatizadoras y van orientadas a profundizar la corrupción en el país”.
Además, señaló que quienes no aprueban la realización de la consulta en sus tres fases “en realidad lo que exhiben es su escaso poder de convencimiento y el miedo que le tienen al pueblo”.
Lamentó que en México “los hombres del poder no tienen vocación cívica ni dimensión social y los domina el egoísmo”, y por tanto no están dispuestos a rectificar en la política económica que han impuesto; “ellos insisten en seguir saqueando, en despojar al pueblo de su patrimonio y de su porvenir”.
Agregó que “si ellos no alcanzan a entender que el petróleo en manos de la nación es un factor de estabilidad política y social, a nosotros nos toca actuar con responsabilidad y evitar la degradación de la vida pública de México y la destrucción del país”.
López Obrador aprovechó la asamblea informativa para arremeter contra la Suprema Corte de Justicia por haber negado la validez de casi 2 millones de amparos por la Ley del ISSSTE.
Pese a ello envió un mensaje “a los afectados”, a quienes les pidió que no se desalienten, porque “pronto, muy pronto se tendrán condiciones para dar marcha atrás a todas esas medidas que afectan sus conquistas laborales”.
Acusó que los ministros “volvieron a enseñar el cobre. Se confirmó que la mayoría de ellos no están ahí para hacer valer la Constitución y hacer justicia, sino para legalizar los despojos y abusos de los poderosos”.
Liliana Padilla y Alejandro Moreno, Milenio, 30 de junio.
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