Georgina Kessel, Secretaria de Energía, pidió no posponer la reforma de Pemex e hizo un llamado a los legisladores para asumir la responsabilidad de construir una nueva legislación, pues en menos de una década el País podría estar en crisis energética.
"Confiamos en la responsabilidad de nuestros legisladores para que podamos contar con una nueva legislación que nos permita enfrentar, a la mayor brevedad, los retos que nos depara el futuro", indicó ante ingenieros petroleros.
Agregó que no se puede hablar de soberanía energética cuando se importan cuatro de cada diez litros de gasolina y uno de cada siete de diesel que se consume en México.
Tampoco, dijo, cuando se importa uno de cada tres kilos de gas LP y uno de cada ocho metros cúbicos de gas natural ni cuando sólo se cuenta con un día de inventarios de petrolíferos en los periodos de alta demanda, especialmente en el centro del País.
Ante esta problemática, la funcionaria resaltó que Pemex debe trabajar simultáneamente en varios frentes, por lo que no se pueden posponer las actividades de extracción y en su lugar construir refinerías, o bien, posponer la restitución de reservas probadas por la construcción de ductos.
Señaló que esta administración no "nadará de a muertito", ante la declinación de Cantarell, misma situación que vivirá en unos años el segundo productor Ku Maloob Zaap y el reto de ir a yacimientos de mayor complejidad técnica y de costos.
"En esta administración no tendremos problemas mayores en materia de abasto de ingresos. En menos de una década el País podría enfrentar un riesgo de crisis energética. Ante esta situación, podríamos, como se dice por ahí: nadar de muertito.
"Decidimos asumir nuestra responsabilidad en el presente y a futuro", dijo en el 50 Aniversario de la Asociación de Ingenieros Petroleros de México.
"Confiamos en la responsabilidad de nuestros legisladores para que podamos contar con una nueva legislación que nos permita enfrentar, a la mayor brevedad, los retos que nos depara el futuro", indicó ante ingenieros petroleros.
Agregó que no se puede hablar de soberanía energética cuando se importan cuatro de cada diez litros de gasolina y uno de cada siete de diesel que se consume en México.
Tampoco, dijo, cuando se importa uno de cada tres kilos de gas LP y uno de cada ocho metros cúbicos de gas natural ni cuando sólo se cuenta con un día de inventarios de petrolíferos en los periodos de alta demanda, especialmente en el centro del País.
Ante esta problemática, la funcionaria resaltó que Pemex debe trabajar simultáneamente en varios frentes, por lo que no se pueden posponer las actividades de extracción y en su lugar construir refinerías, o bien, posponer la restitución de reservas probadas por la construcción de ductos.
Señaló que esta administración no "nadará de a muertito", ante la declinación de Cantarell, misma situación que vivirá en unos años el segundo productor Ku Maloob Zaap y el reto de ir a yacimientos de mayor complejidad técnica y de costos.
"En esta administración no tendremos problemas mayores en materia de abasto de ingresos. En menos de una década el País podría enfrentar un riesgo de crisis energética. Ante esta situación, podríamos, como se dice por ahí: nadar de muertito.
"Decidimos asumir nuestra responsabilidad en el presente y a futuro", dijo en el 50 Aniversario de la Asociación de Ingenieros Petroleros de México.
Alma Hernández, Reforma, 29 de junio.
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