Andrés Manuel López Obrador denunció ayer, desde la plancha abigarrada del Zócalo, ante miles de sus simpatizantes, que PAN y PRI “están tramando” un periodo extraordinario de sesiones para aprobar reformas que privaticen a Pemex.
Hizo un llamado a sus seguidores a estar “atentos y listos para movilizarse” y dispuestos a defender el petróleo “con toda la determinación y firmeza que exijan las circunstancias”.
Seguramente las cúpulas de PAN y PRI, dijo, están pensando que aunque pierdan los debates y la gente se exprese en la consulta en contra de la privatización del petróleo, ellos van a juntar los votos para querer imponer al Congreso sus reformas entreguistas.
El autoproclamado “presidente legítimo” de México advirtió que no aceptarán ningún cambio jurídico que viole la Constitución, que privatice el petróleo y que vulnere la soberanía nacional.
Cuando el reloj de la Catedral marcaba un cuarto para las 12 el repicar de campanas ahogó por momentos el discurso de Manuel Camacho Solís, que iniciaba su informe sobre las tres consultas que habrán de realizarse en torno a la privatización de Pemex.
La multitud actuó de forma inédita: el repiqueteo fue respondido con gritos de “¡Obrador! ¡Obrador!”; otro grupo añadió: “¡Presidente! ¡Presidente!” y tronaron cohetones.
Ahí, en esa plaza atiborrada, López Obrador sentenció ante sus miles de seguidores que el petróleo no se convertirá en negocio de unos cuantos; “ni de nacionales y mucho menos extranjeros”.
Volvió a arremeter contra los ministros de la Suprema Corte de Justicia y dijo que éstos no están para hacer valer la Constitución y hacer justicia, “sino para legalizar los despojos y los abusos de los poderosos”.
Además, reiteró que el despojo del petróleo creará un ambiente de insatisfacción y farsa, “que nos mantendrá en constante riesgo de confrontación y habrá más inseguridad e inestabilidad política”.
Durante su discurso, de casi 30 minutos, el dirigente volvió a quejarse por la existencia de un presunto cerco informativo. Ratificó su acusación en el sentido de que detrás del intento de privatización de Pemex “está realmente la corrupción del grupo Calderón-Mouriño y sus acuerdos inconfesables con las empresas extranjeras para montarse en el negocio del petróleo”.
Finalmente, dijo que en tan sólo 18 meses que lleva el actual gobierno el poder de compra de la inmensa mayoría de los mexicanos se ha desplomado en 300%, mientras el salario mínimo sólo ha aumentado en 4%.
Dijo que los precios de casi todos los productos básicos se han incrementado como nunca había ocurrido desde hace 12 años.
Hay regiones en el país, dijo, donde los campesinos han dejado de sembrar porque el precio del fertilizante subió 200% y casi todo el pueblo está padeciendo porque el precio de la tortilla aumentó 70%, el pan 65%, el frijol 90%, arroz 140%, leche 40%, huevo 85%, pollo 50%, carne de res 60% y aceite en 124%.
Asistieron al evento los coordinadores del Senado y la Cámara de Diputados, Carlos Navarrete y Javier González Garza y el diputado de Perú Víctor Islas. El candidato a la dirigencia Alejandro Encinas, está de viaje.
Al inicio de la concentración se guardó un minuto de silencio por las víctimas de la tragedia en la discoteca New’s Divine. López Obrador expresó que el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, “es un buen gobernante y un dirigente político consecuente”.
Hizo un llamado a sus seguidores a estar “atentos y listos para movilizarse” y dispuestos a defender el petróleo “con toda la determinación y firmeza que exijan las circunstancias”.
Seguramente las cúpulas de PAN y PRI, dijo, están pensando que aunque pierdan los debates y la gente se exprese en la consulta en contra de la privatización del petróleo, ellos van a juntar los votos para querer imponer al Congreso sus reformas entreguistas.
El autoproclamado “presidente legítimo” de México advirtió que no aceptarán ningún cambio jurídico que viole la Constitución, que privatice el petróleo y que vulnere la soberanía nacional.
Cuando el reloj de la Catedral marcaba un cuarto para las 12 el repicar de campanas ahogó por momentos el discurso de Manuel Camacho Solís, que iniciaba su informe sobre las tres consultas que habrán de realizarse en torno a la privatización de Pemex.
La multitud actuó de forma inédita: el repiqueteo fue respondido con gritos de “¡Obrador! ¡Obrador!”; otro grupo añadió: “¡Presidente! ¡Presidente!” y tronaron cohetones.
Ahí, en esa plaza atiborrada, López Obrador sentenció ante sus miles de seguidores que el petróleo no se convertirá en negocio de unos cuantos; “ni de nacionales y mucho menos extranjeros”.
Volvió a arremeter contra los ministros de la Suprema Corte de Justicia y dijo que éstos no están para hacer valer la Constitución y hacer justicia, “sino para legalizar los despojos y los abusos de los poderosos”.
Además, reiteró que el despojo del petróleo creará un ambiente de insatisfacción y farsa, “que nos mantendrá en constante riesgo de confrontación y habrá más inseguridad e inestabilidad política”.
Durante su discurso, de casi 30 minutos, el dirigente volvió a quejarse por la existencia de un presunto cerco informativo. Ratificó su acusación en el sentido de que detrás del intento de privatización de Pemex “está realmente la corrupción del grupo Calderón-Mouriño y sus acuerdos inconfesables con las empresas extranjeras para montarse en el negocio del petróleo”.
Finalmente, dijo que en tan sólo 18 meses que lleva el actual gobierno el poder de compra de la inmensa mayoría de los mexicanos se ha desplomado en 300%, mientras el salario mínimo sólo ha aumentado en 4%.
Dijo que los precios de casi todos los productos básicos se han incrementado como nunca había ocurrido desde hace 12 años.
Hay regiones en el país, dijo, donde los campesinos han dejado de sembrar porque el precio del fertilizante subió 200% y casi todo el pueblo está padeciendo porque el precio de la tortilla aumentó 70%, el pan 65%, el frijol 90%, arroz 140%, leche 40%, huevo 85%, pollo 50%, carne de res 60% y aceite en 124%.
Asistieron al evento los coordinadores del Senado y la Cámara de Diputados, Carlos Navarrete y Javier González Garza y el diputado de Perú Víctor Islas. El candidato a la dirigencia Alejandro Encinas, está de viaje.
Al inicio de la concentración se guardó un minuto de silencio por las víctimas de la tragedia en la discoteca New’s Divine. López Obrador expresó que el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, “es un buen gobernante y un dirigente político consecuente”.
Jorge Octavio Ochoa, El Universal, 30 de junio.
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