Ayunan inmigrantes por su legalización

LOS ÁNGELES.- Entre sueños, César Santaolalla se ve a sí mismo como un ciudadano estadounidense más, su máximo anhelo, pero al despertar en su tienda de campaña el ruido del tráfico lo trae a la realidad: un obrero clandestino, como otros millones más que llegan a Estados Unidos en busca del sueño americano, y que está en huelga de hambre en el centro de esta ciudad.

"Pero más que encontrar el anhelado sueño americano, encontramos una terrible pesadilla sin fin porque desde que llegué a este país hace más de 10 años he visto y vivido la cada vez más discriminación y miedo de caer en las garras de una redada migratoria porque no hemos podido arreglar nuestra situación migratoria", contó el mexicano, proveniente del Distrito Federal.

Santaolalla cumplió ayer 19 días en huelga de hambre, con unos ocho kilos menos de peso y postrado en una silla de ruedas, pero con más fe que nunca en que el próximo Presidente de Estados Unidos impulse una reforma o regularización migratoria que lo ayude a mejorar su situación en este país, al que llegó con la ilusión de sacar adelante a su familia en México.

Previo a las elecciones en la que se disputan la Casa Blanca el demócrata Barack Obama y el republicano John McCain, varios grupos civiles, sindicales y religiosos organizaron la huelga de hambre en la Placita Olvera para demandar un freno a las detenciones y deportaciones que separan familias, así como una política de inmigración humana, inclusiva y que una a familias con un camino a la ciudadanía.

Con la huelga de hambre los inmigrantes también reclaman la reforma al Departamento de Seguridad Nacional para mejorar el respeto a los derechos constitucionales y civiles, así como el fin de la criminalización de los negros.

"Yo me integré a la huelga de hambre, o ayuno como le llaman aquí, desde el primer momento (...) y mentalmente sigo con la misma formalidad de pensar que lo que estoy haciendo es para beneficio de millones, como muchos de mis compañeros que estamos en esta lucha, y mi moral está arriba", dijo.

"Lógicamente tengo mis alucinaciones de comida ... ahhh sí, sueño con un pollito, con unos taquitos, Ay, Dios esos restaurantes que están a nuestro alrededor desprenden unos olorcitos tan exquisitos que a veces uno quiere dejar todo por comer, pero no, seguimos firmes en nuestra lucha.

"Este es un gran sacrificio que estoy seguro que, tarde o temprano, valdrá la pena, yo no puedo aportar un granito de arena para que se arregle nuestra situación migratoria con un voto, pero sí puedo hacer esta huelga de hambre para llamar la atención, para decir que estamos dispuestos a dar todo por este país, que queremos trabajar, y hacerlo con derechos", agregó Santaolalla.

Con voz pausada y baja debido a su condición, el mexicano recordó a su familia que vive en el DF.

"Además, el hecho de que yo esté aquí es por uno de mis hijos, para que termine sus estudios allá. Todos tenemos sueños, y el sueño de él es terminar sus estudios y yo quiero hacerle realidad eso, y para eso necesito seguir en este país, porque no hay de otra, quiero trabajar con más ganas, pero con derechos y mejor sueldo", añadió.

El paisano precisó que además de la huelga de hambre tienen la meta de reunir un millón de firmas de personas que se comprometan a votar solidarizándose con los indocumentados.

"Necesitamos el apoyo de esas personas, nos va a ayudar mucho para decirle a los candidatos que no hagan ojos ciegos no oídos sordos a este problema como lo han venido haciendo desde su postulación, porque aún sentimos que ninguno de los dos ha hablado o emitido acerca de su programa migratorio claro, es más, no sabemos si lo tienen", indicó.

Igual que Santaolalla, en el movimiento participan otras 50 personas.

"Sacamos fuerzas del alma, a veces se me doblan las piernas por la fatiga, pero ahora tengo esta silla de ruedas y estoy bien médicamente, no hay por qué preocuparse por eso porque tenemos médicos que nos revisan a mí y a otros cinco compañeros que llevamos los 19 días" en huelga de hambre.

La cantante mexicana Wendoleen es una de las voceras juveniles del movimiento que apoyó la huelga de hambre los primeros tres días, y ahora sigue enviando su respaldo moral desde el reality show de la Academia, donde participa.

El próximo miércoles, las organizaciones que promovieron la huelga realizarán una marcha por varias calles hasta llegar ante las oficinas de Migración, donde revelarán la cifra de firmas que recolectaron.

Nora Alicia Estrada corresponsal, Reforma, 3 de noviembre.



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