Un grupo armado armado irrumpió ayer en la garita migratoria en San Pedro Tapanatepec y raptó a 12 mujeres, la mayoría de origen centroamericano.
Por esos hechos elementos del Ejército mexicano se trasladaron al lugar y tomaron el control de las instalaciones federales, propiedad del Instituto Nacional de Migración (INM), ubicadas en la zona del istmo de Tehuantepec.
Autoridades policiacas del estado indicaron que el grupo puede estar ligado a Los Zetas, brazo armado del cártel del Golfo.
La delegada en la zona era María de las Mercedes Gómez Mont, quien renunció tras la llegada de su hermano Fernando a la Secretaría de Gobernación. De hecho, no existe siquiera un vocero que pueda informar oficialmente sobre el tema.
La Coordinación de la Pastoral de la Movilidad Humana, organismo no gubernamental que preside el sacerdote Alejandro Solalinde, indicó que no es la primera vez que ocurren estas anomalías.
Informó que en otra ocasión “desapareció” otro grupo de mujeres que viajaban en el ferrocarril que viene de Arriaga, Chiapas, y se dirige a Estados Unidos.
La organización humanitaria precisó que ese grupo de mujeres fue levantado luego de arribar a Ciudad Ixtepec, en Oaxaca.
“En esta semana son por lo menos 20 indocumentadas las que han sido víctimas de plagio y hasta ahora se desconoce su paradero”, confió el prelado.
Indicó que por estos hechos hay denuncias presentadas ante la autoridad correspondiente, por las cuales se abrió la averiguación PGR/OAX/210/2008, pero está detenida. “Falta celeridad, parece que no hay voluntad de las autoridades, quizá porque no son residentes mexicanas”, señaló Alejandro Solalinde.
Impuesto de criminales
En la denuncia, algunos testigos —la mayoría migrantes que provenían de El Salvador, Guatemala, Belice y Honduras— sostienen que hombres armados interceptaron el ferrocarril y obligaron al operador a detener la marcha.
Acto seguido, obligaron a varias mujeres jóvenes a subirse a una camioneta Hummer blanca con placas de Baja California. Hasta el momento se desconoce el paradero de las centroamericanas y las autoridades no han informado del avance en la investigación.
Otras versiones apuntan a que los responsables de la desaparición de las migrantes son bandas del crimen organizada relacionadas con la Mara Salvatrucha.
De hecho, se ha documentado que algunos integrantes de esas pandillas abordan el ferrocarril en la ruta Chiapas-Oaxaca para cobrar una cuota a los ilegales centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos.
Los indocumentados pueden ser arrojados del ferrocarril en movimiento si no pagan ese impuesto delincuencial. Los policías mexicano también son mencionados como extorsionadores.
En julio pasado, un grupo armado secuestró a 33 cubanos y cuatro centroamericanos indocumentados que eran trasladados a la estación migratoria de Tapachula, Chiapas. Hombres encapuchados asaltaron el autobús del INM a la altura del municipio de Ocosingo.
Por esos hechos elementos del Ejército mexicano se trasladaron al lugar y tomaron el control de las instalaciones federales, propiedad del Instituto Nacional de Migración (INM), ubicadas en la zona del istmo de Tehuantepec.
Autoridades policiacas del estado indicaron que el grupo puede estar ligado a Los Zetas, brazo armado del cártel del Golfo.
La delegada en la zona era María de las Mercedes Gómez Mont, quien renunció tras la llegada de su hermano Fernando a la Secretaría de Gobernación. De hecho, no existe siquiera un vocero que pueda informar oficialmente sobre el tema.
La Coordinación de la Pastoral de la Movilidad Humana, organismo no gubernamental que preside el sacerdote Alejandro Solalinde, indicó que no es la primera vez que ocurren estas anomalías.
Informó que en otra ocasión “desapareció” otro grupo de mujeres que viajaban en el ferrocarril que viene de Arriaga, Chiapas, y se dirige a Estados Unidos.
La organización humanitaria precisó que ese grupo de mujeres fue levantado luego de arribar a Ciudad Ixtepec, en Oaxaca.
“En esta semana son por lo menos 20 indocumentadas las que han sido víctimas de plagio y hasta ahora se desconoce su paradero”, confió el prelado.
Indicó que por estos hechos hay denuncias presentadas ante la autoridad correspondiente, por las cuales se abrió la averiguación PGR/OAX/210/2008, pero está detenida. “Falta celeridad, parece que no hay voluntad de las autoridades, quizá porque no son residentes mexicanas”, señaló Alejandro Solalinde.
Impuesto de criminales
En la denuncia, algunos testigos —la mayoría migrantes que provenían de El Salvador, Guatemala, Belice y Honduras— sostienen que hombres armados interceptaron el ferrocarril y obligaron al operador a detener la marcha.
Acto seguido, obligaron a varias mujeres jóvenes a subirse a una camioneta Hummer blanca con placas de Baja California. Hasta el momento se desconoce el paradero de las centroamericanas y las autoridades no han informado del avance en la investigación.
Otras versiones apuntan a que los responsables de la desaparición de las migrantes son bandas del crimen organizada relacionadas con la Mara Salvatrucha.
De hecho, se ha documentado que algunos integrantes de esas pandillas abordan el ferrocarril en la ruta Chiapas-Oaxaca para cobrar una cuota a los ilegales centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos.
Los indocumentados pueden ser arrojados del ferrocarril en movimiento si no pagan ese impuesto delincuencial. Los policías mexicano también son mencionados como extorsionadores.
En julio pasado, un grupo armado secuestró a 33 cubanos y cuatro centroamericanos indocumentados que eran trasladados a la estación migratoria de Tapachula, Chiapas. Hombres encapuchados asaltaron el autobús del INM a la altura del municipio de Ocosingo.
Oscar Rodríguez en Oaxaca, Milenio, 14 de noviembre.
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