Desde finales de 2005, altos mandos de la Agencia Federal de Investigación (AFI), de la Policía Federal Preventiva (PFP) y de Interpol-México asignados al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México fueron cooptados por narcotraficantes, de acuerdo con un testigo.
Los sobornos que recibieron las autoridades policiacas a partir de noviembre de ese año permitieron a diversos narcotraficantes, principalmente del poderoso cártel de Sinaloa o del Pacífico, operar sin problemas el tráfico de drogas en esa terminal aérea.
La declaración de Felipe, ex director de Interpol-México, hoy testigo colaborador de la Procuraduría General de la República (PGR), refiere que cuando fue asignado al aeropuerto capitalino, en octubre de 2005, de inmediato comenzó a recibir dinero del narco, pues así lo hacían otras autoridades policiacas que vigilaban el lugar.
A partir de ese testimonio, reforzado con declaraciones de narcotraficantes que fueron detenidos hace dos semanas en el Distrito Federal junto con Jesús Zambada García, El Rey –uno de los líderes del cártel de Sinaloa–, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) comenzó a investigar al ex comisionado de la PFP Gerardo Garay Cadena, en una indagatoria que incluye a por lo menos 15 mandos medios y comandantes de esa corporación policiaca.
En ese contexto, Garay Cadena, Francisco Navarro, jefe de operaciones especiales de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, el comandante Edgar Bayardo del Villar y una docena de jefes policiacos de la PFP ya han comparecido ante agentes del Ministerio Público adscritos a la SIEDO para responder a las imputaciones en su contra, hechas por testigos colaboradores de la autoridad.
Para los grupos criminales, el control del aeropuerto capitalino es estratégico, sobre todo para la descarga de drogas de vuelos procedentes de Sudamérica, Europa y Asia, regiones productoras de cocaína y precursores químicos, como la efedrina y la seudoefedrina.
El 2 de julio pasado, desde la embajada de México en Estados Unidos, el testigo Felipe relató a autoridades consulares mexicanas: “entre el 30 de septiembre y el primero de octubre de 2005 me asignaron encargado de la oficina de Interpol” en el aeropuerto.
Según consta en la averiguación previa SIEDO/UETMIO/ 6668, Felipe agregó que en noviembre de ese año conoció “al comandante Patiño, quien era el encargado de la AFI en el aeropuerto y dependía de la jefatura regional” de esa agencia federal en el Distrito Federal.
“Patiño me llevó en ese mes a comer al restaurante Cúcara Mácara, que se encuentra en el interior del aeropuerto, con otro jefe operativo de la PFP y con una persona que sólo recuerdo que mis colegas le decían Campana.
“Ahí nos dijeron que a cambio de dinero que nos iba a ir entregando la gente de Campana (presunto narcotraficante del cártel de Sinaloa), nosotros (los jefes policiacos) les hiciéramos el favor de mantener en las oficinas a la gente a nuestro cargo, mientras se hacían los descargos de mercancía.
“Fueron como cuatro veces las que yo permití esto y por esto recibí pagos. Recuerdo que a finales de noviembre de 2005 Patiño me pidió que me viera con una de sus gentes en el estacionamiento del Sanborns que está sobre Circuito Interior, donde unos sujetos me dieron un paquete envuelto en periódico (...) que contenía 15 mil dólares americanos”, reveló Felipe, quien está bajo resguardo de las autoridades de Estados Unidos.
Las investigaciones de la PGR por este caso de corrupción de ex mandos policiacos federales asignados al aeropuerto capitalino, que es similar al de los ex funcionarios de la SIEDO vinculados con los hermanos Beltrán Leyva, aún están en curso.
Se prevé que, como parte de la llamada Operación Limpieza, durante esta semana otros mandos operativos y de primer nivel de la SSP federal sean llamados a declarar ante el Ministerio Público de la SIEDO.
Los sobornos que recibieron las autoridades policiacas a partir de noviembre de ese año permitieron a diversos narcotraficantes, principalmente del poderoso cártel de Sinaloa o del Pacífico, operar sin problemas el tráfico de drogas en esa terminal aérea.
La declaración de Felipe, ex director de Interpol-México, hoy testigo colaborador de la Procuraduría General de la República (PGR), refiere que cuando fue asignado al aeropuerto capitalino, en octubre de 2005, de inmediato comenzó a recibir dinero del narco, pues así lo hacían otras autoridades policiacas que vigilaban el lugar.
A partir de ese testimonio, reforzado con declaraciones de narcotraficantes que fueron detenidos hace dos semanas en el Distrito Federal junto con Jesús Zambada García, El Rey –uno de los líderes del cártel de Sinaloa–, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) comenzó a investigar al ex comisionado de la PFP Gerardo Garay Cadena, en una indagatoria que incluye a por lo menos 15 mandos medios y comandantes de esa corporación policiaca.
En ese contexto, Garay Cadena, Francisco Navarro, jefe de operaciones especiales de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, el comandante Edgar Bayardo del Villar y una docena de jefes policiacos de la PFP ya han comparecido ante agentes del Ministerio Público adscritos a la SIEDO para responder a las imputaciones en su contra, hechas por testigos colaboradores de la autoridad.
Para los grupos criminales, el control del aeropuerto capitalino es estratégico, sobre todo para la descarga de drogas de vuelos procedentes de Sudamérica, Europa y Asia, regiones productoras de cocaína y precursores químicos, como la efedrina y la seudoefedrina.
El 2 de julio pasado, desde la embajada de México en Estados Unidos, el testigo Felipe relató a autoridades consulares mexicanas: “entre el 30 de septiembre y el primero de octubre de 2005 me asignaron encargado de la oficina de Interpol” en el aeropuerto.
Según consta en la averiguación previa SIEDO/UETMIO/ 6668, Felipe agregó que en noviembre de ese año conoció “al comandante Patiño, quien era el encargado de la AFI en el aeropuerto y dependía de la jefatura regional” de esa agencia federal en el Distrito Federal.
“Patiño me llevó en ese mes a comer al restaurante Cúcara Mácara, que se encuentra en el interior del aeropuerto, con otro jefe operativo de la PFP y con una persona que sólo recuerdo que mis colegas le decían Campana.
“Ahí nos dijeron que a cambio de dinero que nos iba a ir entregando la gente de Campana (presunto narcotraficante del cártel de Sinaloa), nosotros (los jefes policiacos) les hiciéramos el favor de mantener en las oficinas a la gente a nuestro cargo, mientras se hacían los descargos de mercancía.
“Fueron como cuatro veces las que yo permití esto y por esto recibí pagos. Recuerdo que a finales de noviembre de 2005 Patiño me pidió que me viera con una de sus gentes en el estacionamiento del Sanborns que está sobre Circuito Interior, donde unos sujetos me dieron un paquete envuelto en periódico (...) que contenía 15 mil dólares americanos”, reveló Felipe, quien está bajo resguardo de las autoridades de Estados Unidos.
Las investigaciones de la PGR por este caso de corrupción de ex mandos policiacos federales asignados al aeropuerto capitalino, que es similar al de los ex funcionarios de la SIEDO vinculados con los hermanos Beltrán Leyva, aún están en curso.
Se prevé que, como parte de la llamada Operación Limpieza, durante esta semana otros mandos operativos y de primer nivel de la SSP federal sean llamados a declarar ante el Ministerio Público de la SIEDO.
Alfredo Méndez, La Jornada, 3 de noviembre.
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