Se inicia la desbandada de diputados que buscan senadurías y otros cargos

La Comisión Permanente del Congreso dio luz verde a la primera desbandada de diputados que pretenden contender por senadurías y otros cargos públicos –como la priísta Beatriz Paredes Rangel, quien aspira a gobernar la capital del país– o sumarse a la próxima campaña presidencial.

Así, la Permanente aceptó la solicitud de licencia de Marcela Guerra, Felipe Cervera, Arturo Zamora, Manuel Humberto Cota, Olivia Guillén Padilla, Eviel Pérez Magaña, Alejandro Moreno, Margarita Liborio, José Francisco Yunes Zorrilla, Sofía Castro Ríos, Omar Fayad, Julián Nazar, Jorge Arana, Óscar Rosas, David Penchyna, Claudia Ruiz Massieu Salinas (sobrina de Carlos Salinas de Gortari), Aarón Irizar, Ana Estela Durán e Isaías González Cuevas, entre otros legisladores.

Al describir su paso de más de 30 años por el Poder Legislativo Paredes Rangel afirmó: aprendí, sobre todo, a escuchar la razón del otro, a no envanecerme en mis soliloquios y a tratar de encontrar la razón que conviene a todos. Reafirmé mi convicción federalista al mirar nuestra heterogeneidad en este entramado multicultural, diverso y plural que es el Congreso.

Su alocución propició más extrañeza entre los asistentes al salón verde del Palacio Legislativo de San Lázaro, cuando se asumió como heredera de las culturas naturales de Tlaxcala.

Vengo de la estirpe indígena de un pueblo que se gobernó por un consejo plural, que la historia reconoce como el Senado tlaxcalteca. Me formé con un político, Emilio Sánchez Piedras, quien fue líder de la mayoría en la 44 Legislatura, acompañando al presidente López Mateos. De ahí mi vocación parlamentaria, afirmó la ex gobernadora.

Aprecio la conducción de quienes en su momento fueron mis coordinadores parlamentarios: don Luis M. Farías, Eliseo Mendoza Berrueto, María de los Ángeles Moreno, Rafael Rodríguez Barrera, Francisco Rojas Gutiérrez. Aprecio la presencia del coordinador de nuestra bancada en el Senado de la República, Manlio Fabio Beltrones.

Roberto Garduño y Vïctor Ballinas, La Jornada, 26 de enero.