'Una flecha bendita para la lucha que viene'

ALPUYECA, Mor.- Los guerreros entregaron al aspirante presidencial de la izquierda una flecha bendita para la batalla que viene.

Reunidos en la cancha de futbol sintética de Alpuyeca, los jóvenes indígenas originarios de este municipio morelense -vestidos con plumajes y taparrabos como sus ancestros- también le entregaron un escudo.

"Le entregamos esta flecha bendita para su lucha que emprenderá. El pueblo cree en Andrés Manuel López Obrador", dijo uno de ellos desde el templete.

Abajo, en la cancha, otros compañeros suyos realizaban una danza originaria, una especie de limpia dedicada a los gobernantes.

Erasto Martínez, un vendedor de churros azucarados, relata que ha seguido a López Obrador desde 2006, pero ahora, admite, no tiene tiempo para reclutar simpatizantes porque debe trabajar.

La torre de churros no ha bajado desde que llegó a la plaza principal de Alpuyeca, donde el gran público que asiste a los mítines del tabasqueño siguen siendo los adultos mayores, pero cada vez con más frecuencia se asoman jóvenes, sobre todo mujeres con niños en brazos.

"No hay necesidad de que uno ande convenciendo, él es el que debe convencer con su trabajo, como lo hizo en la capital", dijo Erasto, vestido de blanco.

Al vendedor de churros no le espanta que el aspirante priista Enrique Peña Nieto pueda subir en las encuestas.

"Está difícil, con lo que se ha visto de sus errores, al nivel que está y no está a la altura", señaló en referencia a los tropezones del mexiquense con ignorancia literaria.

Erasto presume que ha leído más que el precandidato del tricolor y hasta citó un libro de Luis Spota: "Más cornadas da el hambre".

"Es la historia de un hombre que sufrió la vida por ser algo", recordó.

Mientras López Obrador sigue recibiendo las bendiciones de los jóvenes indígenas, abajo, en la cancha sintética, los vendedores ambulantes ofrecen papas, palomitas, helados y churros.

Los niños también se divertían jugando espaditas con los globos rojos que repartió el Partido del Trabajo.

 
 
Apoyo recíproco
 
Así como López Obrador busca apoyo, sus seguidores también.

En Temixco, don Nicolás López, un morelense de 63 años, llevó su guitarra y amenizó el mitin. Bajo su camisa escondía una radiografía de su hijo, de 16 años, que está a punto de sufrir una amputación por falta de atención médica.

Don Nicolás persiguió al tabasqueño hasta su camioneta para hacerle saber su necesidad de apoyo.

Por la noche, en el cuarto y ultimo mitin, en Xoxocotla sólo había niños y adultos mayores.

Por primera vez la gente habló de sus problemas como el deterioro ambiental por la construcción de Casas Geo, la violación del derecho a la consulta y la persecución de luchadores sociales.

Los indígenas de Xoxocotla recibieron al tabasqueño con flores y juegos artificiales.

Como en Alpuyeca, también le hicieron una limpia y le entregaron un bastón de mando.


Daniela Rea, Reforma, 5 de enero.

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