“Esta escalada de violencia debe cesar y eso le corresponde al gobierno. Todos los sectores debemos contribuir a que haya paz, armonía, concordia. Las diferencias se dilucidan con diálogo y en democracia”, dijo el arzobispo de Caracas al canal privado Globovisión, opositor al régimen y, por este motivo, colocado también en la diana intimidatoria de las turbas chavistas.
El grupo que invadió el palacio del Arzobispado de Caracas estuvo liderado por la dirigente ultra Lina Ron, cabeza de la minoritaria y radical Unidad Popular Venezolana (UPV), que en la última elección obtuvo los votos del 0.68 por ciento de los ciudadanos.
El gobierno no responde. Urosa lamentó que ninguna autoridad atendiera sus llamadas telefónicas para denunciar la invasión de la sede arzobispal y exigió “respeto para la Iglesia”, así como para los que trabajan con él, para su persona y para los sacerdotes. El cardenal vinculó la violenta toma de la sede con los “ataques” de algunas dirigentes del oficialismo contra la Iglesia venezolana.
“No es casual que el otro día altísimos personeros del gobierno hicieran unos señalamientos contra la Iglesia y contra mí y que hoy ocurra esto”, apuntó sin precisar los nombres de los funcionarios.
El ministro de Interior, Ramón Rodríguez Chacín, criticó el lunes que la Nunciatura estuviese dando asilo a Richard Nixon Moreno, prófugo de la justicia y acusado de “Homicidio intencional en grado de frustración” contra un policía.
El cardenal opinó que “se le están yendo las cosas de las manos al Gobierno” y pidió “cordura y serenidad”.
Objetivos revolucionarios. La dirigente radical Lina Ron leyó un comunicado en que denunció “una persecución” de los colectivos chavistas por parte de la Iglesia, en complicidad de medios de comunicación privados y sectores oligárquicos para provocar la caída de Chávez.
Ron advirtió que esa complicidad convertía a esas instancias en “objetivo” de los grupos revolucionarios, sin especificar en qué consistirían las acciones de las que serían objeto.
“O Globovisión baja el pico o el pueblo soberano procederá con las acciones que consideremos pertinentes”, amenazó Ron y proclamó: “Con el comandante todo; sin el comandante, plomo”.
El canal pidió que se actúe en contra de la dirigente por “hechos punibles sancionados por la legislación penal; entre otros, instigación a delinquir y apología del delito, los cuales conllevan penas de prisión y presidio”.
El autor de la bomba, “un mártir de la revolución”
La “ultrachavista” Lina Ron calificó ayer de “mártir” al fallecido tras manipular la bomba que iba a colocar en la sede de la patronal venezolana, Fedecámaras, crítica con el gobierno de Hugo Chávez.
Ron dijo que Fedecámaras es “enemiga” del pueblo. “Reivindicamos la memoria del camarada muerto, lo consideramos como un mártir de la revolución”, dijo Ron en referencia a Héctor Serrano, que era miembro de los colectivos populares que apoyan al presidente Chávez.
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