El análisis de la reforma laboral en el Congreso de la Unión se intensificará a partir de la próxima semana, una vez que el secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS), Javier Lozano, presente el análisis de las 200 iniciativas que hay sobre la materia, y con lo cual, el gobierno federal confía en que se unifiquen criterios para concretar la reforma este año.
Las posturas sin embargo son opuestas entre algunos sindicatos como los de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), pues existe la preocupación de que se quiere modificar a modo de los empresarios el artículo 123 constitucional y con ello establecer, entre otras cosas, contratos individuales de trabajo, señala el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Javier Aguilar.
Es decir, menciona, que con la reforma —que de acuerdo con Lozano Alarcón, puede “salir” este año—, se reclutará a la gente sin contratos colectivos y los empresarios podrán hacer contratos a prueba o de capacitación inicial por 30 días o cuando mucho por 180 días y al final no establecer una relación laboral.
Javier Lozano sostiene que en el camino a una reforma laboral no habrá “madruguetes o albazos” por parte del gobierno federal, pues la dependencia que encabeza actuará de frente a los patrones y trabajadores, cuyas organizaciones servirán de filtro para analizar la propuesta que hará la dependencia al Congreso.
Dijo que los sindicatos no deben preocuparse de que se dará una reforma laboral regresiva o que atente contra los intereses fundamentales de los asalariados.
“No se pretende tocar el artículo 123 constitucional en cuanto a los derechos individuales y colectivos de los trabajadores, esta tiene que ser una reforma que nos ayude como país, a que la competitividad de nuestra economía fomente la atracción de más capitales e inversiones en el mediano y largo plazo, porque esa es la única manera segura y certera de generar más empleos”.
Tomás Natividad, presidente de la Comisión Laboral de la Coparmex, sostiene que es falso que las propuestas presentadas por el sector empresarial afecten los derechos de los trabajadores.
Las posturas sin embargo son opuestas entre algunos sindicatos como los de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), pues existe la preocupación de que se quiere modificar a modo de los empresarios el artículo 123 constitucional y con ello establecer, entre otras cosas, contratos individuales de trabajo, señala el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Javier Aguilar.
Es decir, menciona, que con la reforma —que de acuerdo con Lozano Alarcón, puede “salir” este año—, se reclutará a la gente sin contratos colectivos y los empresarios podrán hacer contratos a prueba o de capacitación inicial por 30 días o cuando mucho por 180 días y al final no establecer una relación laboral.
Javier Lozano sostiene que en el camino a una reforma laboral no habrá “madruguetes o albazos” por parte del gobierno federal, pues la dependencia que encabeza actuará de frente a los patrones y trabajadores, cuyas organizaciones servirán de filtro para analizar la propuesta que hará la dependencia al Congreso.
Dijo que los sindicatos no deben preocuparse de que se dará una reforma laboral regresiva o que atente contra los intereses fundamentales de los asalariados.
“No se pretende tocar el artículo 123 constitucional en cuanto a los derechos individuales y colectivos de los trabajadores, esta tiene que ser una reforma que nos ayude como país, a que la competitividad de nuestra economía fomente la atracción de más capitales e inversiones en el mediano y largo plazo, porque esa es la única manera segura y certera de generar más empleos”.
Tomás Natividad, presidente de la Comisión Laboral de la Coparmex, sostiene que es falso que las propuestas presentadas por el sector empresarial afecten los derechos de los trabajadores.
Nota de Julián Sánchez, El Universal, 28 de febrero.
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