La PGR no tiene elementos que demuestren que detrás del rescate de 33 cubanos por un comando armado estén implicados sicarios del grupo de Los Zetas, del cártel del Golfo, o la denominada mafia cubana, como se ha divulgado, informaron funcionarios de primer nivel de la dependencia.
Por el contrario, se tiene la percepción de que algunos elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) y polleros pueden estar involucrados, por lo que en las próximas horas podría cambiar la situación jurídica del personal que continúa colaborando con el Ministerio Público de la Federación adscrito a la Subprocuraduría de investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
Indicaron que de las investigaciones que forman parte de la averiguación previa AP/CHIS/OCS/34/2008 que se integra por los delitos de robo con violencia, evasión contra funcionarios y lo que resulte, no hay indicios que aseguren que grupos del narcotráfico o la mafia cubana estén detrás de dichos sucesos.
Dejaron en claro que hasta anoche, los siete trabajadores del INM, así como dos choferes continuaban declarando en calidad de testigos, pero de un momento a otro la situación jurídica de algunos podría cambiar.
Todos ellos, abundaron, permanecen desde el pasado jueves declarando en las instalaciones de la SIEDO en la Ciudad de México, para conocer a fondo cómo se dio dicho rescate sobre la carretera Palenque-Ocosingo, en Chiapas, en las inmediaciones del poblado de Chancalá.
Los 33 cubanos (y cuatro guatemaltecos) viajaban en el autobús Iriazar, con placas de circulación 266 RJ1, de la empresa Autotur, el cual era custodiado por siete agentes del INM y dos choferes, quienes fueron amenazados por los delincuentes y obligados a descender de la unidad, mientras los hombres armados se llevaron a los extranjeros.
Por el contrario, se tiene la percepción de que algunos elementos del Instituto Nacional de Migración (INM) y polleros pueden estar involucrados, por lo que en las próximas horas podría cambiar la situación jurídica del personal que continúa colaborando con el Ministerio Público de la Federación adscrito a la Subprocuraduría de investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
Indicaron que de las investigaciones que forman parte de la averiguación previa AP/CHIS/OCS/34/2008 que se integra por los delitos de robo con violencia, evasión contra funcionarios y lo que resulte, no hay indicios que aseguren que grupos del narcotráfico o la mafia cubana estén detrás de dichos sucesos.
Dejaron en claro que hasta anoche, los siete trabajadores del INM, así como dos choferes continuaban declarando en calidad de testigos, pero de un momento a otro la situación jurídica de algunos podría cambiar.
Todos ellos, abundaron, permanecen desde el pasado jueves declarando en las instalaciones de la SIEDO en la Ciudad de México, para conocer a fondo cómo se dio dicho rescate sobre la carretera Palenque-Ocosingo, en Chiapas, en las inmediaciones del poblado de Chancalá.
Los 33 cubanos (y cuatro guatemaltecos) viajaban en el autobús Iriazar, con placas de circulación 266 RJ1, de la empresa Autotur, el cual era custodiado por siete agentes del INM y dos choferes, quienes fueron amenazados por los delincuentes y obligados a descender de la unidad, mientras los hombres armados se llevaron a los extranjeros.
Rubén Mosso, Milenio, 17 de junio.
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