Décadas después el Partido Comunista cubano, gobernante en la isla desde 1959, acaba de descubrir que el “igualitarismo salarial” es contraproducente, como reconoció ayer el viceministro de Trabajo y Seguridad Social, Carlos Mateu Pereira, al diario Granma.
“Por lo general, ha existido una tendencia a que todo el mundo reciba lo mismo y ese igualitarismo no es conveniente”, indicó.
Previamente, el gobierno de Raúl Castro, anunció que ha dado de plazo hasta agosto a todas las empresas cubanas para comenzar a aplicar el pago por resultados a sus trabajadores.
Contra el “paternalismo”. La medida responde a la política del gobierno del general Castro de implantar un sistema de retribución proporcional a los resultados sin límite salarial, que favorezca los índices de eficiencia empresarial y productividad en el país, que se encuentra estancada.
El ministro del Trabajo, Carlos Mateu, defendió la resolución por la cual se comenzará a pagar a las personas según su producción real y afirmó que el igualitarismo y el paternalismo son inconvenientes en un régimen comunista.
“Si es dañino darle al trabajador menos de lo que le toca, es dañino también darle lo que no le toca —declaró—. Ha existido una tendencia a que todo el mundo reciba lo mismo y ese igualitarismo no es conveniente. Eso es algo que tenemos que resolver, pues a veces hay mucho paternalismo”. Y agregó: “No es justo que trabajadores y ausentistas reciban lo mismo”.
¿Principio socialista? El ministro indicó que con la “correcta implementación” de esta resolución “se cumplirá el principio socialista de distribución, donde cada cual reciba en correspondencia con su aporte, es decir, el pago por cantidad y calidad”.
A principios de semana el primer vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura, reclamó en una asamblea provincial del Partido Comunista “no cogerle miedo a los altos salarios y aplicar la experiencia donde quiera que sea posible, siempre y cuando se traduzca en resultados concretos”.
El sueldo promedio en Cuba es de 408 pesos cubanos (unos 19 dólares) a lo que debe agregarse los enormes subsidios en alimentos mediante una libreta de abastecimiento para todos sin distinción y los servicios. También la salud y la educación es completamente gratuita.
Muchas personas, incluso profesionalmente calificadas, prefieren no trabajar, ni estudiar pues obtienen más con la reventa en el mercado negro o por tener familiares en el exterior. Un reporte indicó que el 19 por ciento de los 2 millones de habaneros se encuentra voluntariamente desempleado.
“Se trata de hacer una organización del trabajo y los salarios para estimular los resultados”, dijo Raymundo Navarro, de la Central de Trabajadores de Cuba.
“Por lo general, ha existido una tendencia a que todo el mundo reciba lo mismo y ese igualitarismo no es conveniente”, indicó.
Previamente, el gobierno de Raúl Castro, anunció que ha dado de plazo hasta agosto a todas las empresas cubanas para comenzar a aplicar el pago por resultados a sus trabajadores.
Contra el “paternalismo”. La medida responde a la política del gobierno del general Castro de implantar un sistema de retribución proporcional a los resultados sin límite salarial, que favorezca los índices de eficiencia empresarial y productividad en el país, que se encuentra estancada.
El ministro del Trabajo, Carlos Mateu, defendió la resolución por la cual se comenzará a pagar a las personas según su producción real y afirmó que el igualitarismo y el paternalismo son inconvenientes en un régimen comunista.
“Si es dañino darle al trabajador menos de lo que le toca, es dañino también darle lo que no le toca —declaró—. Ha existido una tendencia a que todo el mundo reciba lo mismo y ese igualitarismo no es conveniente. Eso es algo que tenemos que resolver, pues a veces hay mucho paternalismo”. Y agregó: “No es justo que trabajadores y ausentistas reciban lo mismo”.
¿Principio socialista? El ministro indicó que con la “correcta implementación” de esta resolución “se cumplirá el principio socialista de distribución, donde cada cual reciba en correspondencia con su aporte, es decir, el pago por cantidad y calidad”.
A principios de semana el primer vicepresidente cubano, José Ramón Machado Ventura, reclamó en una asamblea provincial del Partido Comunista “no cogerle miedo a los altos salarios y aplicar la experiencia donde quiera que sea posible, siempre y cuando se traduzca en resultados concretos”.
El sueldo promedio en Cuba es de 408 pesos cubanos (unos 19 dólares) a lo que debe agregarse los enormes subsidios en alimentos mediante una libreta de abastecimiento para todos sin distinción y los servicios. También la salud y la educación es completamente gratuita.
Muchas personas, incluso profesionalmente calificadas, prefieren no trabajar, ni estudiar pues obtienen más con la reventa en el mercado negro o por tener familiares en el exterior. Un reporte indicó que el 19 por ciento de los 2 millones de habaneros se encuentra voluntariamente desempleado.
“Se trata de hacer una organización del trabajo y los salarios para estimular los resultados”, dijo Raymundo Navarro, de la Central de Trabajadores de Cuba.
Agencias en La Habana, Crónica, 12 de junio.
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