El presidente Felipe Calderón reiteró que la clave para ganar la guerra al crimen organizado es la participación de la sociedad civil, particularmente en aquellos lugares donde la delincuencia tiene el soporte de algún sector.
Llamó a sumar voluntades en torno a la denuncia, a la información proporcionada a las autoridades, a la reflexión sobre el peligro que significan las drogas, a la apropiación, utilización y cuidado de los espacios públicos, y sobre todo al respeto a la ley y al rechazo a la corrupción.
Durante la toma de protesta a la Mesa Directiva 2008-2009 del Consejo de Participación Ciudadana de la Procuraduría General de la República (PGR), el mandatario expuso que en la medida en que sea más “vigorosa” la participación de la ciudadanía el éxito en la lucha por un México libre de violencia será más rápido y contundente.
Explicó que uno de los elementos claves en la lucha será el relanzamiento de números telefónicos, como el 066 y 089, donde los ciudadanos podrán dar información, incluso de manera anónima, sobre la actividad de los delincuentes, además de que la gente podrá enviar imágenes.
En el Salón “Adolfo Lopez Mateos” de la Residencia Oficial de Los Pinos, reconoció que en la actualidad el mayor de los retos que los mexicanos enfrentan es ganar la batalla a la delincuencia organizada que amenaza a la integridad, la libertad y la seguridad de las familias.
Acompañado por el procurador general de la República, Eduardo Medina-Mora, y el presidente de la Mesa Directiva 2008-2009 del Consejo de Participación Ciudadana, Marcos Fastlicht, recordó que cuando llegó al gobierno la primera conclusión con carácter de urgente era combatir a las estructuras del crimen organizado.
“Era urgente y así actuamos. Es urgente hacerlo porque ya no sólo busca traficar con la droga para enviarla a otro país como era antes, sino también busca controlar nuestras comunidades para generar mercados de consumo envenenando a nuestros jóvenes y adolescentes”.
Esos criminales, precisó, quieren ganar, fortalecer y garantizar espacios de impunidad para operar sus redes y cometer delitos no sólo contra la salud, sino también usar sus redes de operación para controlar otro tipo de delitos como robo de autos, extorsión, secuestro, contrabando e incluso piratería y tráfico de personas.
Detalló que su gobierno no ha dudado en emplear toda la fuerza del Estado para defender la vida, el patrimonio y la tranquilidad de los mexicanos, y “restaurar la autoridad de la sociedad en aquellas áreas y regiones que habían sido tomadas o dominadas de una u otra forma por el crimen”.
En este contexto, llamó a la sociedad civil a participar en las tareas de denuncia e información de la criminalidad, pero sobre todo en tareas preventivas.
“Tendremos más éxito en la medida en que los padres de familia participen más e incluso participen más porque en muchos lugares no lo han podido hacer, en las escuelas de sus hijos, en revisar las condiciones y el entorno en el que sus hijos conviven día a día con maestros y compañeros”.
Asimismo aseguró que habrá más éxito en la medida en que los ciudadanos participen más intensamente en la prevención, el tratamiento y la rehabilitación de los casos de adicciones de jóvenes y adolescentes que se han multiplicado en el país.
“En la medida en que seamos mejores padres y estemos más cerca de nuestros hijos precisamente para estar alertas y evitar que caigan en la estrategia criminal tendremos más éxito”, afirmó.
Subrayó que los resultados se verán pronto si los ciudadanos promueven e inculcan actividades deportivas y artísticas que alejen a los jóvenes de las drogas y la criminalidad que busca reclutarlos.
También en la medida en que se inculquen valores de civilidad, de cero tolerancia a la corrupción de cualquier tipo y una verdadera cultura de legalidad que tanta falta ha hecho a México.
Subrayó la urgencia de fortalecer la relación entre sociedad y gobierno, pues la participación ciudadana es una de las armas más importantes para derrotar al crimen porque la indiferencia frente al delito es la gran aliada de la impunidad.
Llamó a sumar voluntades en torno a la denuncia, a la información proporcionada a las autoridades, a la reflexión sobre el peligro que significan las drogas, a la apropiación, utilización y cuidado de los espacios públicos, y sobre todo al respeto a la ley y al rechazo a la corrupción.
Durante la toma de protesta a la Mesa Directiva 2008-2009 del Consejo de Participación Ciudadana de la Procuraduría General de la República (PGR), el mandatario expuso que en la medida en que sea más “vigorosa” la participación de la ciudadanía el éxito en la lucha por un México libre de violencia será más rápido y contundente.
Explicó que uno de los elementos claves en la lucha será el relanzamiento de números telefónicos, como el 066 y 089, donde los ciudadanos podrán dar información, incluso de manera anónima, sobre la actividad de los delincuentes, además de que la gente podrá enviar imágenes.
En el Salón “Adolfo Lopez Mateos” de la Residencia Oficial de Los Pinos, reconoció que en la actualidad el mayor de los retos que los mexicanos enfrentan es ganar la batalla a la delincuencia organizada que amenaza a la integridad, la libertad y la seguridad de las familias.
Acompañado por el procurador general de la República, Eduardo Medina-Mora, y el presidente de la Mesa Directiva 2008-2009 del Consejo de Participación Ciudadana, Marcos Fastlicht, recordó que cuando llegó al gobierno la primera conclusión con carácter de urgente era combatir a las estructuras del crimen organizado.
“Era urgente y así actuamos. Es urgente hacerlo porque ya no sólo busca traficar con la droga para enviarla a otro país como era antes, sino también busca controlar nuestras comunidades para generar mercados de consumo envenenando a nuestros jóvenes y adolescentes”.
Esos criminales, precisó, quieren ganar, fortalecer y garantizar espacios de impunidad para operar sus redes y cometer delitos no sólo contra la salud, sino también usar sus redes de operación para controlar otro tipo de delitos como robo de autos, extorsión, secuestro, contrabando e incluso piratería y tráfico de personas.
Detalló que su gobierno no ha dudado en emplear toda la fuerza del Estado para defender la vida, el patrimonio y la tranquilidad de los mexicanos, y “restaurar la autoridad de la sociedad en aquellas áreas y regiones que habían sido tomadas o dominadas de una u otra forma por el crimen”.
En este contexto, llamó a la sociedad civil a participar en las tareas de denuncia e información de la criminalidad, pero sobre todo en tareas preventivas.
“Tendremos más éxito en la medida en que los padres de familia participen más e incluso participen más porque en muchos lugares no lo han podido hacer, en las escuelas de sus hijos, en revisar las condiciones y el entorno en el que sus hijos conviven día a día con maestros y compañeros”.
Asimismo aseguró que habrá más éxito en la medida en que los ciudadanos participen más intensamente en la prevención, el tratamiento y la rehabilitación de los casos de adicciones de jóvenes y adolescentes que se han multiplicado en el país.
“En la medida en que seamos mejores padres y estemos más cerca de nuestros hijos precisamente para estar alertas y evitar que caigan en la estrategia criminal tendremos más éxito”, afirmó.
Subrayó que los resultados se verán pronto si los ciudadanos promueven e inculcan actividades deportivas y artísticas que alejen a los jóvenes de las drogas y la criminalidad que busca reclutarlos.
También en la medida en que se inculquen valores de civilidad, de cero tolerancia a la corrupción de cualquier tipo y una verdadera cultura de legalidad que tanta falta ha hecho a México.
Subrayó la urgencia de fortalecer la relación entre sociedad y gobierno, pues la participación ciudadana es una de las armas más importantes para derrotar al crimen porque la indiferencia frente al delito es la gran aliada de la impunidad.
Notimex, El Economista, 26 de junio.
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