Bogotá, 27 de marzo. Dos helicópteros de Brasil que entre este domingo y el martes recogerán a dos militares que serán dejados en libertad por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) aterrizaron este sábado en el aeropuerto de la ciudad colombiana de Villavicencio, departamento de Meta, al frente de la misión humanitaria que encabeza la senadora opositora Piedad Córdoba, del Partido Liberal.
Las aeronaves, tripuladas por militares brasileños y acondicionadas con emblemas del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), traían además a representantes de ese organismo humanitario que también participan en esta misión mediadora junto con Córdoba y el clérigo Leonardo Gómez, representante de la Iglesia católica colombiana.
Al llegar a Villavicencio, procedentes de la localidad brasileña de San Gabriel, la legisladora indicó que este domingo la comisión que encabeza partirá temprano a un lugar de las selvas del sur del país donde será entregado el soldado Josué Calvo, secuestrado desde abril de 2009 por la guerrilla de las FARC, soldado que, según el gobierno colombiano, viene con una herida en una pierna.
“La operación está garantizada. Quiero agradecer al gobierno de Brasil por todo el apoyo que nos ha prestado, al CICR, a la Iglesia católica y al gobierno colombiano”, declaró la legisladora.
Una vez consolidada esta operación, agregó Córdoba, la misión humanitaria se trasladará el próximo martes a Florencia, capital de Caquetá, y de allí a la jungla para recibir de la guerrilla al sargento Pablo Emilio Moncayo.
Moncayo es el rehén militar más antiguo con más de 12 años en poder de las FARC, cuyo caso adquirió reconocimiento en los ámbitos nacional e internacional por las protestas de su padre, el profesor Gustavo Moncayo, quien llegó a encabezar numerosas caminatas masivas para exigir a la insurgencia su liberación, y demandar al gobierno del presidente Álvaro Uribe que permitiera que ésta se concretara.
Córdoba también confió en que la guerrilla entregue los restos del mayor de la policía Julián Guevara. “Yo creo que pese a las dificultades, la entrega de los restos del mayor Guevara se van a dar”, dijo al referirse a un comunicado de las FARC en el que señalan que la entrega de los despojos mortales queda aplazada por la presencia de tropas militares en la zona donde se encuentran.
Fue el comisionado gubernamental para la paz, Frank Pearl, quien informó que debido a que el soldado Calvo presenta una herida en una pierna será trasladado tras su liberación este domingo al Hospital Militar de Bogotá.
“Tenemos todo dispuesto con médicos y cirujanos para que inmediatamente llegue sea atendido y sea enviado al Hospital Militar para recibir el tratamiento indicado”, dijo el funcionario.
Pearl indicó que en el aeropuerto de Villavicencio, a unos 130 kilómetros al sureste de Bogotá, se acondicionaron salas para que los rehenes liberados se reúnan con sus familiares, previamente a sus declaraciones a la prensa nacional e internacional.
La madre de Calvo, Bradi Sánchez, expresó su “inmensa alegría” de que pronto verá a su hijo, pero lamentó no poder ir a recibirlo a Villavicencio por falta de recursos económicos.
“Hay una alegría inmensa. A las personas que continúan secuestradas les digo que tengan mucha fortaleza y fe en Dios, que no desfallezcan, que ellos son fuertes y ojalá que las FARC nos los devuelvan a todos. Los queremos a todos libres”, expresó.
El presidente colombiano pidió a sus compatriotas no ver como un acto de debilidad su decisión de permitir estas operaciones en que serán liberados los dos soldados, pese a los atentados que en los últimos días ocurrieron en el suroeste del país, atribuidos a las FARC, uno de los cuales dejó 10 muertos y unos 50 heridos en el puerto de Buenaventura.
“Esperamos entonces en las próximas horas regresen al seno de su hogar Calvo y Moncayo, y que la familia del mayor Guevara pueda hacer la santa sepultura de los restos mortales del mayor Guevara. Que no nos engañen”, dijo el mandatario derechista.
Confió en que la liberación de los militares será un “alivio” para los familiares, pero añadió que tampoco se le pueden “aplaudir estos gestos al terrorismo”.
En las dos regiones en que tendrán lugar las liberaciones, las fuerzas armadas suspenderán sus operaciones durante 36 horas, incluyendo los sobrevuelos, cumpliendo un protocolo de seguridad firmado por las autoridades colombianas con el CICR.
En el primer caso, el cese de operaciones iniciará este sábado a las 18 horas y concluirá el próximo lunes a las 6 horas, informó el comandante de las fuerzas militares, general Freddy Padilla.
La liberación de Calvo y Moncayo forman parte de un grupo de 23 militares y policías que el grupo guerrillero mantiene como rehenes, y que las FARC pretenden intercambiar por al menos 500 guerrilleros encarcelados, a lo que se niega el gobierno conservador del presidente Uribe.
Las liberaciones de los dos militares, ahora en puerta, habían sido anunciadas por la insurgencia desde abril de 2009, pero el proceso se retrasó en medio de acusaciones mutuas entre la guerrilla y el gobierno en torno a supuestos obstáculos para que se llevara a cabo. Fue en las últimas semanas que las partes se pusieron de acuerdo mediante un protocolo de seguridad firmado.
Las aeronaves, tripuladas por militares brasileños y acondicionadas con emblemas del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), traían además a representantes de ese organismo humanitario que también participan en esta misión mediadora junto con Córdoba y el clérigo Leonardo Gómez, representante de la Iglesia católica colombiana.
Al llegar a Villavicencio, procedentes de la localidad brasileña de San Gabriel, la legisladora indicó que este domingo la comisión que encabeza partirá temprano a un lugar de las selvas del sur del país donde será entregado el soldado Josué Calvo, secuestrado desde abril de 2009 por la guerrilla de las FARC, soldado que, según el gobierno colombiano, viene con una herida en una pierna.
“La operación está garantizada. Quiero agradecer al gobierno de Brasil por todo el apoyo que nos ha prestado, al CICR, a la Iglesia católica y al gobierno colombiano”, declaró la legisladora.
Una vez consolidada esta operación, agregó Córdoba, la misión humanitaria se trasladará el próximo martes a Florencia, capital de Caquetá, y de allí a la jungla para recibir de la guerrilla al sargento Pablo Emilio Moncayo.
Moncayo es el rehén militar más antiguo con más de 12 años en poder de las FARC, cuyo caso adquirió reconocimiento en los ámbitos nacional e internacional por las protestas de su padre, el profesor Gustavo Moncayo, quien llegó a encabezar numerosas caminatas masivas para exigir a la insurgencia su liberación, y demandar al gobierno del presidente Álvaro Uribe que permitiera que ésta se concretara.
Córdoba también confió en que la guerrilla entregue los restos del mayor de la policía Julián Guevara. “Yo creo que pese a las dificultades, la entrega de los restos del mayor Guevara se van a dar”, dijo al referirse a un comunicado de las FARC en el que señalan que la entrega de los despojos mortales queda aplazada por la presencia de tropas militares en la zona donde se encuentran.
Fue el comisionado gubernamental para la paz, Frank Pearl, quien informó que debido a que el soldado Calvo presenta una herida en una pierna será trasladado tras su liberación este domingo al Hospital Militar de Bogotá.
“Tenemos todo dispuesto con médicos y cirujanos para que inmediatamente llegue sea atendido y sea enviado al Hospital Militar para recibir el tratamiento indicado”, dijo el funcionario.
Pearl indicó que en el aeropuerto de Villavicencio, a unos 130 kilómetros al sureste de Bogotá, se acondicionaron salas para que los rehenes liberados se reúnan con sus familiares, previamente a sus declaraciones a la prensa nacional e internacional.
La madre de Calvo, Bradi Sánchez, expresó su “inmensa alegría” de que pronto verá a su hijo, pero lamentó no poder ir a recibirlo a Villavicencio por falta de recursos económicos.
“Hay una alegría inmensa. A las personas que continúan secuestradas les digo que tengan mucha fortaleza y fe en Dios, que no desfallezcan, que ellos son fuertes y ojalá que las FARC nos los devuelvan a todos. Los queremos a todos libres”, expresó.
El presidente colombiano pidió a sus compatriotas no ver como un acto de debilidad su decisión de permitir estas operaciones en que serán liberados los dos soldados, pese a los atentados que en los últimos días ocurrieron en el suroeste del país, atribuidos a las FARC, uno de los cuales dejó 10 muertos y unos 50 heridos en el puerto de Buenaventura.
“Esperamos entonces en las próximas horas regresen al seno de su hogar Calvo y Moncayo, y que la familia del mayor Guevara pueda hacer la santa sepultura de los restos mortales del mayor Guevara. Que no nos engañen”, dijo el mandatario derechista.
Confió en que la liberación de los militares será un “alivio” para los familiares, pero añadió que tampoco se le pueden “aplaudir estos gestos al terrorismo”.
En las dos regiones en que tendrán lugar las liberaciones, las fuerzas armadas suspenderán sus operaciones durante 36 horas, incluyendo los sobrevuelos, cumpliendo un protocolo de seguridad firmado por las autoridades colombianas con el CICR.
En el primer caso, el cese de operaciones iniciará este sábado a las 18 horas y concluirá el próximo lunes a las 6 horas, informó el comandante de las fuerzas militares, general Freddy Padilla.
La liberación de Calvo y Moncayo forman parte de un grupo de 23 militares y policías que el grupo guerrillero mantiene como rehenes, y que las FARC pretenden intercambiar por al menos 500 guerrilleros encarcelados, a lo que se niega el gobierno conservador del presidente Uribe.
Las liberaciones de los dos militares, ahora en puerta, habían sido anunciadas por la insurgencia desde abril de 2009, pero el proceso se retrasó en medio de acusaciones mutuas entre la guerrilla y el gobierno en torno a supuestos obstáculos para que se llevara a cabo. Fue en las últimas semanas que las partes se pusieron de acuerdo mediante un protocolo de seguridad firmado.
La Jornada, 28 de marzo.
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