Detenciones masivas de disidentes en Cuba, tras la muerte de uno de ellos en huelga de hambre

El entierro del disidente cubano Wilman Villar, de 31 años y fallecido la tarde del jueves por una huelga de hambre de 50 días que inició en la cárcel, se vio enturbiada ayer en la comunidad de Contramaestre, en el este de Cuba, por el arresto de al menos 40 opositores al gobierno del presidente Raúl Castro que acudieron al funeral, denunciaron fuentes de la oposición.

Las exequias de Villar comenzaron a la medianoche del jueves en la localidad de Contramaestre, en la provincia de Santiago de Cuba, con la presencia de algunos familiares y activistas disidentes, dijo vía telefónicamente el expreso político del “Grupo de los 75”, José Daniel Ferrer.

Ferrer, quien encabeza la ilegal Unión Patriótica de Cuba a la que se había sumado Villar en septiembre del 2011 y 1uien reside en la localidad de Palmarito, también en Santiago de Cuba, aseguró que el entierro se vio ensombrecido por los actos represivos de fuerzas del régimen.

El disidente confirmó que oficiales del gobierno arrestaron a unas 40 personas en la región oriental para impedir que asistieran al funeral de Villar, y dijo que frente a su vivienda en Palmarito se encuentra “una patrulla y un equipo de la policía política”.

VIGILANCIA. “Puedo salir de mi casa, pero si lo hago seré detenido también y no podré monitorear la información sobre el caso”, apuntó Ferrer.

El portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, refirió por su parte que existe “un número indeterminado de arrestos preventivos” para impedir la asistencia al funeral en Santiago de Cuba y provincias como Guantánamo, Granma y Holguín.

RESPUESTA. Por otra parte, a través de una nota publicada en el portal Cubadebate, el régimen de Raúl Castro buscó frenar el revuelo internacional tras la muerte de Wilman Villar al asegurar que “ni era disidente, ni estaba en huelga de hambre”.

El gobierno cubano acusó a: “agencias de prensa extranjeras, en particular de Miami” de una “campaña internacional difamatoria” al asegurar que Villar era un opositor al régimen castrista y llevaba 50 días sin comer ni beber en prisión.


La Crónica, 21 de enero.