Con el pronóstico de que el tricolor ganará carro completo en 2012, el precandidato a la Presidencia por el PRI, Enrique Peña Nieto, tuvo su primer acto público de precampaña en el municipio de Huejutla, Hidalgo, mismo lugar donde iniciara su campaña Luis Donaldo Colosio en enero de 1994.
El aspirante a la Presidencia reunió a más de ocho mil simpatizantes en la Plaza Constitución del Centro de Huejutla, donde reiteró su inconformidad con la anulación de los comicios en Morelia, Michoacán, en los que el PRI se había llevado la victoria. Aseguró que aunque no está de acuerdo con la determinación de los tribunales, el partido acatará el fallo.
“El priismo se ha caracterizado por ser respetuoso de la ley, pero volveremos a ganar en Morelia y no sólo Morelia, sino también las presidencias municipales, las diputaciones, el Senado, la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal y la Presidencia de la República”, aseguró.
Sobre la decisión del IFE de que sólo el PAN puede acceder a los spots televisivos y radiofónicos en tiempos oficiales por ser el único partido que cuenta con más de un precandidato, Peña Nieto consideró que esto afectará a la contienda, pues plantea un escenario de falta de equidad.
“Puede afectar a la equidad en la contienda al dar espacio a precandidatos de otro partido en el que decidieron que es cerrado, un proceso dirigido a muy pocos, pero que se están valiendo de medios que están llegando a todos, y nuestra óptica es que eso le da una inequidad a la contienda, por eso la impugnación, pero al final de cuentas seremos respetuosos de las determinaciones de la autoridad electoral”, refirió el priista.
“Muchas tortillas”
En el primer acercamiento de Peña Nieto con la población en general, el protagonista fue el operativo de seguridad que dejó la plaza de Huejutla de los Reyes a medio llenar.
El sitio donde Colosio inició su campaña en 1994 esta vez estuvo cercado por vallas metálicas y detectores de metal desde varias cuadras a la redonda. El operativo que se ha venido aplicando en diversas ocasiones se reforzó una vez que los actos fueron al aire libre y de manera abierta a toda la población.
Mientras todos los asistentes, incluidos indígenas y dirigentes seccionales, fueron revisados por detectores de metal y posteriormente por una revisión manual en las bolsas y mochilas de los asistentes, Peña Nieto en un helicóptero se ahorró las cuatro horas de carretera que separa a la comunidad de Huejutla de la capital en Pachuca.
En una práctica que ya se ha vuelto común, el equipo de seguridad formó un pasillo con vallas metálicas desde donde el candidato recorre la multitud, se acerca en algunos puntos a las mujeres que le piden fotografías y le arrebatan besos.
Lo acompañaron esta vez dirigentes seccionales de Hidalgo y la figura protagonista fue Miguel Osorio Chong, quien llevó la batuta del acto. El ausente fue el gobernador del estado, Francisco Olvera, quien canceló su asistencia a pesar de que estaba confirmada hasta la noche de ayer.
Las comunidades indígenas lo distinguieron con uno de los blusones típicos y un collar de flores amarillas. El mexiquense agradeció el gesto y se aventuró a dar gracias en náhuatl. Sin embargo, falló al tratar de decir “muchas gracias” (tlazkamati miak) sólo pudo articular (tlaxkali miak) “muchas tortillas”.
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