Enfría ánimo azul

TECÁMAC.- El mitin de Ernesto Cordero en este municipio mexiquense tuvo ayer como elemento principal la frialdad.

Y no sólo por la baja en el termómetro y el viento que pegó en el deportivo Sierra Hermosa, donde el aspirante presidencial panista encabezó su último acto en tierras del abanderado priista, Enrique Peña Nieto, sino por que su discurso no logró calentar a los asistentes.

Ni la batucada de Zumpango, que también llevó porra a su Alcalde, Alejandro Flores, logró imprimir calor al acto y evitar que las sillas de la sección media y final de la explanada lucieron vacías.

Cuatro oradores antecedieron a Cordero, y a la gente de Ecatepec, Zumpango, Tonanitla, Tultitlán, Apaxco, y el propio Tecámac no le bastaron las playeras para cubrirse del viento.

"¡Ya que hablé él!", decían unas señoras que intentaban tapar la cara a sus dos hijos con las banderas blancas y azules.

"Antes de que empiece a arreciar el frío, quiero decirles por qué estoy aquí. Yo estoy aquí porque quiero ser Presidente de México y quiero ser Presidente por las razones que importan. Aquí vi muchos niños y quiero ser Presidente de México por los niños que están hoy aquí y por todos los niños de México", dijo el panista en su discurso.

"¡Eeeeeeeeeeeeernesto!", incitaba en las pausas el maestro de ceremonias, pero sólo los de la primeras filas respondían.

Los de atrás ya habían iniciado el regreso a su pueblo.


Mariel Ibarra enviada, Reforma, 25 de enero.

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