Espera congruencia dirigente estatal del CCE

CANCÚN, QR.- Si Andrés Manuel López Obrador quiere ganar la confianza de los empresarios, debe demostrar que ha cambiado su posición de intolerancia y agresión hacia ese sector, y que mantuvo desde 2006 y en los últimos años, afirmó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Quintana Roo, Francisco Córdova.

Considerado como uno de los empresarios más importantes de la región, el dueño de Experiencias Xcaret e hijo del actor Pancho Córdova, considera que el tabasqueño está en deuda con los hombres de negocios del País, pues al margen de la campaña negra que éste asegura hubo en su contra, trató a los hombres de negocios como abusivos, corruptos y miembros de la "mafia".

"Cualquier precandidato tiene la obligación de acercarse a los empresarios, pero sobre todo Andrés Manuel porque cometió un error en la elección pasada al ser agresivo con la iniciativa privada, al grado de tachar a todos como abusivos, corruptos y coludidos con la mafia en el poder. Ése fue un error muy grave que le costó la Presidencia porque la diferencia de votos fue muy pequeña.

"Si él hubiera tenido un discurso más conciliador, las cosas hubieran sido diferentes, pero continuó con el mismo discurso y ahora tendrá que cambiarlo porque su posición es menos fuerte que hace seis años", apuntó.

Confía en que en esta elección los empresarios también sean más sensibles para formar su propio criterio, pues hace seis años cualquiera se podía asustar.

"Ojalá haya congruencia, que no haya un mensaje de rompimiento y agresión, sino de construcción de propuestas y esta vez no mande al diablo las instituciones", añadió.

El también ex presidente de la Coparmex en la entidad se define como apartidista, y aunque no coincide con el proyecto del tabasqueño, dijo estar abierto a escuchar su plan de Gobierno y contrastarlo con los de los demás abanderados.

Reconoce la perseverancia de López Obrador y su fortaleza para recorrer en más de una ocasión los más de dos mil municipios que hay en México, pero critica que aún sea poco tolerante y poco autocrítico.

"Es un hombre terco, no autoritario, pero con poca tolerancia y poca capacidad de autocrítica. Espero que haya cambiado. En lo personal no tengo nada contra él, no comulgué con sus ideas, pero como demócrata estoy dispuesto a escuchar a los que quieren gobernar a mi País", aseveró Córdova.

"Ha cambiado su discurso. Habla de conciliación, pero la conciliación tiene que venir de un discurso claro y que dé señales que empresarios con prestigio están con él. En Quintana Roo ha logrado que algunos amigos lo arropen, entonces yo mismo convoque a empresarios para que asistieran", explicó.


Érika Hernández enviada, Reforma, 7 de enero.