Pone Rousseff sello a agenda con Cuba

RÍO DE JANEIRO.- En medio de gran expectativa por el trato que dará a la cuestión de los derechos humanos en Cuba, la Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se prepara para viajar el lunes a La Habana, donde grupos de opositores al régimen de los hermanos Castro han pedido reunirse con ella.

La visita de Rousseff, ex guerrillera que fue detenida y torturada durante la última dictadura militar brasileña (1964-1985), ha adquirido más relevancia después de la muerte, dos semanas atrás, del disidente Wilmar Villar Mendoza después de una huelga de hambre. El episodio reavivó la situación en la que se dio la última visita del ex Presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva a Cuba, en febrero de 2010, justo un día después del fallecimiento de otro opositor, Orlando Zapata Tamayo, también tras una huelga de hambre.

Lula fue duramente criticado por simplemente "lamentar" la muerte de Zapata Tamayo y no hacer referencia a las acusaciones de violaciones a los derechos humanos por parte del Gobierno cubano.

"Por su historia particular, Dilma tendrá que hacer alguna mención, aunque modesta, a la realidad que se vive en la Isla", dijo a REFORMA el Embajador José Botafogo, vicepresidente del Centro Brasileño de Relaciones Internacionales (Cebri).

Para los analistas del país sudamericano, lo más probable es que la Mandataria haga una declaración muy sutil.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil informó a REFORMA que ha recibido peticiones formales para reunirse con Rousseff en Cuba de Elizardo Sánchez, de la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, y de la periodista Yoani Sánchez, autora del blog Generación Y.

"Que esta visita no sea apenas de alfombra roja; que ella se aproxime y consiga escuchar la maravillosa diversidad de las voces cubanas", dijo la joven al periódico Folha de São Paulo.

La bloguera también solicitó en la Embajada brasileña en La Habana una visa para viajar a Brasil en febrero para el estreno del documental "Conexión Cuba-Honduras", y, aunque todavía no hay respuesta sobre el encuentro con la Presidenta, la Cancillería brasileña le dio esta semana el visado.

"Son señales habilidosas al Gobierno cubano de que quiere mantener las buenas relaciones, pero de que también desea una apertura de aquel lado. El Gobierno anterior, de Lula, no trataba con los disidentes; ahora parecería ser que hay una aceptación de que existen", indicó a REFORMA el profesor especialista en asuntos latinoamericanos Alberto Pfeifer, del Grupo de Análisis de Coyuntura Internacional de la Universidad de São Paulo.

Las autoridades cubanas nunca le han permitido a Sánchez salir de la Isla.

La periodista cubana recordó la foto revelada recientemente en la que se ve a una joven Rousseff enfrentando un tribunal militar en 1970. "Vi la foto de Dilma (...) siendo juzgada por hombres que se tapan la cara. Yo me siento así ahora", escribió Sánchez en Twitter.

La Mandataria ha señalado que su Administración no quiere un trato muy estrecho con gobiernos que cometen abusos. En el caso de Irán, en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU cambió la postura que tuvo Brasil durante la Administración de Lula, que calificaba al Presidente Mahmoud Ahmadinejad de "amigo", y avaló investigar los abusos del régimen en Teherán.


Alberto Armendáriz corresponsal, Reforma, 28 de enero.