Sufre industria por la piratería hasta en tiendas

Los fabricantes de juguetes no sólo tienen que enfrentar la venta de piratería de sus propios productos en tianguis y mercados informales, sino la que se comercializa en tiendas de autoservicio.

Alberto de Anda, director jurídico de Hasbro en México, explicó que sus principales clientes que son las cadenas de autoservicio, cuyos nombres no quiso mencionar por temor a represalia, importan productos chinos muy similares a los que ellos ofrecen.

Tale es el caso de los Transformers, explicó, que tienen que compartir anaquel con los 'Transformación' que son juguetes muy parecidos tanto en formas como en colores y hasta en el logotipo.

"No podemos interponer una demanda porque la relación comercial se debilitaría, lo que hemos hecho es reunirnos con el cliente y exponerle la situación", dijo.

De Anda incluso comentó que existe un barrio en China, donde por un costo relativamente bajo reproducen los moldes de juguetes, los fabrican, y posteriormente son introducidos a México para su comercialización ya sea en tiendas, o en la vía pública.

Mattel, que es empresa líder en el diseño, fabricación y comercialización de juguetes con marcas como Barbie, Hot Wheels y Fisher-Price, no están exentas de la piratería.

En tianguis de la zona del Centro Histórico y Tepito, se pueden ver carritos que ostentan ser de la marca Hot Wheels, e incluso muñecas y accesorios que simulan ser de la marca Barbie.

Cristina Lorenzo, directora de Marketing de Mattel México, explicó que la piratería es un fenómeno global que afecta a muchas industrias, incluyendo la industria del juguete.

"Mattel sí se ve afectada por la piratería, no tenemos un monto cuantificable, pero estamos seguros que para combatir la piratería tenemos que ofrecer juguetes a precios competitivos de calidad, por eso tenemos juguetes de todos los precios y al alcance de todos los bolsillos", agregó.

"Observamos que los consumidores prefieren pagar por la seguridad, calidad y durabilidad de un juguete original, que por un producto apócrifo de baja calidad, porque saben que no cumplen con ningún procedimiento de calidad, ni de seguridad y no tienen garantía", señaló.


Dayna Meré, Reforma, 5 de enero.