'Todos somos prole'

KANASIN, Yucatán.- El orador pedía a los más de 2 mil simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador gritar al unísono: "¡Somos prole! ¡Todos somos prole!".

Entre sonrisas y brincos, los asistentes coreaban, mientras que el tabasqueño se despedía con las manos en el corazón.

Hora antes, a 100 kilómetros de ahí, en el municipio de Oxkutzcab, el aspirante presidencial se nombró el representante de la prole.

"Yo represento a todos los ciudadanos y también a la prole ¿Por qué no?", dijo sonriendo.

El aspirante presidencial recorrió durante dos días cinco municipios de Yucatán en los que aseguró no ofrecía migajas en sus propuestas, pues, argumentó, no era candidato "de pollos ni de patos".

"Hay que decirle a la gente que eso que dan en vísperas de las elecciones es pan para hoy y hambre para mañana, el pueblo ya no está para limosnas. Hay algunos que ya me han dicho ¿qué me vas a dar?, así que yo les advierto, no les vamos a dar materiales para construcción ni despensas, porque no somos candidatos ni de pollos ni de patos".

La frase causó las risas y aplausos de las cerca de 2 mil personas que llegaron a la explanada del mercado municipal, famoso por sus grandes murales que reflejan las tradiciones de los indígenas mayas.

Ahí, Doña Matilde, productora de naranja, llegó desde las 9:30 horas para alcanzar a ver de cerca a López Obrador, pero después de una hora y media bajo el intenso sol, renunció a la posibilidad de saludar al tabasqueño y se refugió en la sombra de los negocios cercanos.

De lejos, escuchó el regaño que hizo el aspirante presidencial a los organizadores: "Quiero ofrecerles una disculpa, porque esto no es lo que se debe de hacer, el que nosotros tengamos techo, y ustedes estén a pleno sol, eso tiene que ver más con las prácticas de los otros partidos, de manera afectuosas hago un señalamiento de que ya no se vuelva a repetir".

Entonces, Doña Matilde se unió a las cientos de personas que le gritaban "¡Bravo!".

Afirmó que así como Benito Juárez fue el mejor Presidente del siglo 19 y Lázaro Cárdenas el del siglo 20, él quiere ser el del siglo 21, por lo que los próximos cinco meses luchará por ello.

En Motul, tierra natal Felipe Carrillo Puerto, afirmó que políticos como él necesita México, pues el ex Gobernador fue conocido por las obras sociales y educativas que emprendió durante su gobierno revolucionario.

En Uman, Motul, Oxcutzcab y Kanasin pidió apoyarlo, escuchar su propuesta.

Por la noche, el tabasqueño pidió detenerse frente a unas famosas nieves de Paseo Montejo, donde degustó champola de coco, un día antes, sorprendió a la gente que estaba en el centro Mérida, cuando casi a la media noche apareció caminando por el lugar, por lo que de inmediato le pidieron fotografías y autógrafos.

 
'LOS EMPRESARIOS TRAVIESOS'
 
Para López Obrador, hablar de su relación con los empresarios se ha convertido en un tema de todos los días.

Ayer, un día después de reunirse con hombres de negocios que pertenecen a las corporaciones nacionales como el Consejo Coordinador Empresarial y la Coparmex, el tabasqueño ironizó diciendo que en el 2006 éstos habían hecho una travesura, pero confiaba en que hubieran aprendido la lección.

Él, aseguró, no cometió errores en su actitud hacia ellos, pero, aseguró, nunca ha hablado de los empresarios "en general", sino de los líderes de algunas organizaciones que actuaron en su contra, a ellos, dijo, estaban dirigidos los reclamos.

Su único error, dijo, fue confiar demasiado en que todos serían responsables y actuarían de buena fe, ahora, consideró, los tiempos han cambiado y no espera esa guerra sucia.

"Ellos se equivocaron porque con esa guerra sucia engañaron a muchos, se impuso a un Presidente y los resultados son muy lamentables para el País. En el 2006 me refería (en sus reclamos) a los que usaron recursos, a los que engañaron a la gente, a los que hicieron la campaña pagada, los de mero arriba, pero no los empresarios, es distinto, la cúpula que los empresarios.

"Ya hicieron esa travesura, ojalá no se repita, no tengo odios, no tengo rencores, no quiero venganzas, quiero justicia", añadió.


Érika Hernández, Reforma, 8 de enero.