El Presidente electo, Enrique Peña , sostuvo ayer un encuentro inédito con gobernadores en funciones y electos de la izquierda mexicana, reunión que , dijo el próximo titular del Ejecutivo federal, “el inicio de una relación positiva y constructiva que beneficie a todos los mexicanos”, particularmente a los que representan dichos mandatarios de oposición.
Peña Nieto ofreció a sus invitados trabajar de la con cada de ellos y hacer de lado las diferencias políticas “que son parte de la normalidad democrática del país”.
Afirmó que “existen múltiples coincidencias” con los gobiernos emanados del PRD, y aseguró que su gobierno mantiene “una relación sólida” con los mandatarios de izquierda en el país.
De igual forma, garantizó que el gobierno que encabezará “apoyará los conjuntos que impulsen los gobernadores de esas entidades y del DF” para el desarrollo de sus respectivos estados.
Resaltó “el grado de madurez y civilidad política” expresada en la reunión por los gobernadores de Guerrero, Ángel Aguirre; de Morelos, Graco Ramírez; de Oaxaca, Gabino Cué, y los electos del Federal, Miguel Ángel Mancera, y de Tabasco, Arturo Núñez.
Ciento 16 días después de aquel 1 de julio cuando las presidenciales, Peña Nieto se sentó por fin en una mesa con los gobernadores de izquierda, quienes reconocieron su triunfo y le ofrecieron a su vez “trabajar de manera coordinada” en los próximos seis años.
Ausentes. A la reunión no asistieron el gobernador aliancista saliente de Chiapas, Juan Sabines, ni el jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, así como el mandatario de Sinaloa, Mario López Valdez (Malova), más identificado con la estructura panista, aunque ganó su elección también con el cobijo de la izquierda.
Al término de casi tres horas de reunión en privado, Peña Nieto hizo declaraciones a la prensa en las que resaltó la disposición de los gobernadores de izquierda para asistir al encuentro, así como su anuncio de que acudirán a su toma de protesta como Presidente de la República el 1 de diciembre entrante.
Afirmó que el encuentro “ha sido positivo, fructífero, acredita y deja constancia del interés por atender temas en los que tenemos plena y total coincidencia, como es lograr un diálogo constante y permanente para trabajar juntos y para resolver también diferencias.
Voluntad. “Quiero dejar ante ustedes acreditada la voluntad política del gobierno de la república que habré de encabezar para trabajar con todas las expresiones políticas, con todos los gobiernos constituidos más allá del origen partidario que tengan”, subrayó.
Dijo que durante el encuentro quedó acreditado que “estamos por encima de lo que fue en su momento la competencia política. Hoy somos titulares de gobiernos federal y estatales, que sólo nos ocupa servir a los mexicanos de las entidades que los gobernadores y jefe de gobierno aquí representan”.
Detalló Peña Nieto que durante la reunión se habló de distintos temas que están en la agenda de prioridades del próximo gobierno de la república, entre ellos el de la seguridad pública, y el desarrollo económico y social.
“He dejado en claro el compromiso para apoyar y respaldar proyectos de infraestructura y de desarrollo social de manera específica para el sureste de nuestro país, con el reconocimiento de que esa región del país, donde están la mayoría de los estados que gobierna la izquierda mexicana, forman parte de la zona del país que lamentablemente hoy vive condiciones de mayor pobreza y de mayor rezago social”, aceptó.
“El tema de la pobreza y el compromiso para que juntos asumamos tareas en corresponsabilidad que nos permitan elevar las condiciones de bienestar social, de combatir la pobreza alimentaria que sectores de la población en estas entidades lamentablemente padecen, será parte del esfuerzo que juntos hagamos para revertir esta condición”, finalizó Peña Nieto.
Peña Nieto ofreció a sus invitados trabajar de la con cada de ellos y hacer de lado las diferencias políticas “que son parte de la normalidad democrática del país”.
Afirmó que “existen múltiples coincidencias” con los gobiernos emanados del PRD, y aseguró que su gobierno mantiene “una relación sólida” con los mandatarios de izquierda en el país.
De igual forma, garantizó que el gobierno que encabezará “apoyará los conjuntos que impulsen los gobernadores de esas entidades y del DF” para el desarrollo de sus respectivos estados.
Resaltó “el grado de madurez y civilidad política” expresada en la reunión por los gobernadores de Guerrero, Ángel Aguirre; de Morelos, Graco Ramírez; de Oaxaca, Gabino Cué, y los electos del Federal, Miguel Ángel Mancera, y de Tabasco, Arturo Núñez.
Ciento 16 días después de aquel 1 de julio cuando las presidenciales, Peña Nieto se sentó por fin en una mesa con los gobernadores de izquierda, quienes reconocieron su triunfo y le ofrecieron a su vez “trabajar de manera coordinada” en los próximos seis años.
Ausentes. A la reunión no asistieron el gobernador aliancista saliente de Chiapas, Juan Sabines, ni el jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, así como el mandatario de Sinaloa, Mario López Valdez (Malova), más identificado con la estructura panista, aunque ganó su elección también con el cobijo de la izquierda.
Al término de casi tres horas de reunión en privado, Peña Nieto hizo declaraciones a la prensa en las que resaltó la disposición de los gobernadores de izquierda para asistir al encuentro, así como su anuncio de que acudirán a su toma de protesta como Presidente de la República el 1 de diciembre entrante.
Afirmó que el encuentro “ha sido positivo, fructífero, acredita y deja constancia del interés por atender temas en los que tenemos plena y total coincidencia, como es lograr un diálogo constante y permanente para trabajar juntos y para resolver también diferencias.
Voluntad. “Quiero dejar ante ustedes acreditada la voluntad política del gobierno de la república que habré de encabezar para trabajar con todas las expresiones políticas, con todos los gobiernos constituidos más allá del origen partidario que tengan”, subrayó.
Dijo que durante el encuentro quedó acreditado que “estamos por encima de lo que fue en su momento la competencia política. Hoy somos titulares de gobiernos federal y estatales, que sólo nos ocupa servir a los mexicanos de las entidades que los gobernadores y jefe de gobierno aquí representan”.
Detalló Peña Nieto que durante la reunión se habló de distintos temas que están en la agenda de prioridades del próximo gobierno de la república, entre ellos el de la seguridad pública, y el desarrollo económico y social.
“He dejado en claro el compromiso para apoyar y respaldar proyectos de infraestructura y de desarrollo social de manera específica para el sureste de nuestro país, con el reconocimiento de que esa región del país, donde están la mayoría de los estados que gobierna la izquierda mexicana, forman parte de la zona del país que lamentablemente hoy vive condiciones de mayor pobreza y de mayor rezago social”, aceptó.
“El tema de la pobreza y el compromiso para que juntos asumamos tareas en corresponsabilidad que nos permitan elevar las condiciones de bienestar social, de combatir la pobreza alimentaria que sectores de la población en estas entidades lamentablemente padecen, será parte del esfuerzo que juntos hagamos para revertir esta condición”, finalizó Peña Nieto.
“La legalidad no es negociable”: Graco
Los gobernadores constitucionales y electos del PRD reconocieron a Enrique Peña Nieto como Presidente electo de México y acordaron remontar las diferencias surgidas en la pasada contienda electoral, a fin de iniciar un trabajo conjunto a favor de sus respectivas entidades; ello como resultado del primer encuentro directo de la izquierda con el próximo titular del Poder Ejecutivo federal.
Por lo tanto, a nombre de los cinco participantes en el inédito encuentro, el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, anunció que asistirán a la sede del Congreso a la toma de protesta de Peña Nieto como Presidente de la República, dentro de 37 días, el próximo 1 de diciembre: “Coincidimos en que la legalidad no es negociable”, subrayó.
Al evento asistieron los gobernadores de Guerrero, Ángel Aguirre; de Morelos, Graco Ramírez; de Oaxaca, Gabino Cué, y los electos del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, y de Tabasco, Arturo Núñez, quienes demandaron al próximo Presidente de la República “un trato igualitario” durante su gobierno.
Por espacio de tres horas, en privado, en un lujoso hotel del poniente capitalino, en Santa Fe, los gobernadores en funciones y electos del PRD y el Presidente electo de México celebraron una reunión que hasta hace algunas semanas se antojaba prácticamente imposible.
Los artífices del encuentro, Miguel Ángel Osorio Chong, de parte del Presidente electo, y el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, así como el electo en el Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, se mostraron complacidos y manifestaron sus mejores augurios de que habrá en los próximos años “una relación sin precedentes” entre estas entidades y el gobierno federal, deslizó el ex gobernador priista de Hidalgo y uno de los hombres de mayor confianza de Peña Nieto. (Luciano Franco)
Los gobernadores constitucionales y electos del PRD reconocieron a Enrique Peña Nieto como Presidente electo de México y acordaron remontar las diferencias surgidas en la pasada contienda electoral, a fin de iniciar un trabajo conjunto a favor de sus respectivas entidades; ello como resultado del primer encuentro directo de la izquierda con el próximo titular del Poder Ejecutivo federal.
Por lo tanto, a nombre de los cinco participantes en el inédito encuentro, el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, anunció que asistirán a la sede del Congreso a la toma de protesta de Peña Nieto como Presidente de la República, dentro de 37 días, el próximo 1 de diciembre: “Coincidimos en que la legalidad no es negociable”, subrayó.
Al evento asistieron los gobernadores de Guerrero, Ángel Aguirre; de Morelos, Graco Ramírez; de Oaxaca, Gabino Cué, y los electos del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, y de Tabasco, Arturo Núñez, quienes demandaron al próximo Presidente de la República “un trato igualitario” durante su gobierno.
Por espacio de tres horas, en privado, en un lujoso hotel del poniente capitalino, en Santa Fe, los gobernadores en funciones y electos del PRD y el Presidente electo de México celebraron una reunión que hasta hace algunas semanas se antojaba prácticamente imposible.
Los artífices del encuentro, Miguel Ángel Osorio Chong, de parte del Presidente electo, y el gobernador de Morelos, Graco Ramírez, así como el electo en el Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, se mostraron complacidos y manifestaron sus mejores augurios de que habrá en los próximos años “una relación sin precedentes” entre estas entidades y el gobierno federal, deslizó el ex gobernador priista de Hidalgo y uno de los hombres de mayor confianza de Peña Nieto. (Luciano Franco)
Luciano Franco, La Crónica, 25 de octubre.
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