CARACAS.- El fallo judicial que congeló 12 mil millones de dólares de activos en el mundo de la estatal petrolera venezolana PDVSA, promovido por la compañía estadounidense Exxon Mobil y anunciado el pasado jueves, elevó ayer la disputa política entre los Gobiernos de Venezuela y Estados Unidos.
"Es completamente falso que estén congelados (los fondos), no tenemos ninguna decisión definitiva. Es una medida cautelar en una corte de Nueva York que tenemos el derecho de responder. Exxon Mobil no tendrá nunca más negocios en Venezuela", dijo el Ministro de Energía venezolano, Rafael Ramírez, como reacción al fallo.
"La acción de Exxon se enmarca dentro de una política de Washington destinada a atentar contra la soberanía de Venezuela desde todos los frentes posibles", dijo el Ministro.
"Estamos sorprendidos de que una empresa (Exxon) que se jacta de tener tales niveles de seriedad y operaciones en todo el mundo pretenda tenernos a nosotros en una situación de terrorismo judicial, de terrorismo legal", agregó el funcionario venezolano.
Ramírez admitió que 300 millones de dólares de activos de PDVSA están bloqueados a la espera de un fallo de un tribunal de Nueva York.
Tras las declaraciones de Ramírez, el Departamento de Estado se desmarcó de alguna relación con los hechos de la demanda.
"(Exxon Mobil) está siguiendo sus intereses corporativos, en concordancia con sus necesidades", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Tom Casey.
"La visión del Gobierno de Estados Unidos es que ni Exxon, ni ninguna compañía estadounidense, puede ver expropiada o nacionalizada su propiedad sin una compensación justa y adecuada, según las reglas internacionales", agregó.
El nuevo capítulo en la disputa entre la petrolera estadounidense y el Gobierno de Chávez ayudó a impulsar los precios del crudo, que subieron más de 4 por ciento debido a las preocupaciones sobre el suministro petrolero de Venezuela, cuarto mayor exportador hacia el mercado estadounidense.
"Es completamente falso que estén congelados (los fondos), no tenemos ninguna decisión definitiva. Es una medida cautelar en una corte de Nueva York que tenemos el derecho de responder. Exxon Mobil no tendrá nunca más negocios en Venezuela", dijo el Ministro de Energía venezolano, Rafael Ramírez, como reacción al fallo.
"La acción de Exxon se enmarca dentro de una política de Washington destinada a atentar contra la soberanía de Venezuela desde todos los frentes posibles", dijo el Ministro.
"Estamos sorprendidos de que una empresa (Exxon) que se jacta de tener tales niveles de seriedad y operaciones en todo el mundo pretenda tenernos a nosotros en una situación de terrorismo judicial, de terrorismo legal", agregó el funcionario venezolano.
Ramírez admitió que 300 millones de dólares de activos de PDVSA están bloqueados a la espera de un fallo de un tribunal de Nueva York.
Tras las declaraciones de Ramírez, el Departamento de Estado se desmarcó de alguna relación con los hechos de la demanda.
"(Exxon Mobil) está siguiendo sus intereses corporativos, en concordancia con sus necesidades", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Tom Casey.
"La visión del Gobierno de Estados Unidos es que ni Exxon, ni ninguna compañía estadounidense, puede ver expropiada o nacionalizada su propiedad sin una compensación justa y adecuada, según las reglas internacionales", agregó.
El nuevo capítulo en la disputa entre la petrolera estadounidense y el Gobierno de Chávez ayudó a impulsar los precios del crudo, que subieron más de 4 por ciento debido a las preocupaciones sobre el suministro petrolero de Venezuela, cuarto mayor exportador hacia el mercado estadounidense.
Nota de Fabiola Zerpa, Reforma, 9 de febrero.
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