La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Louise Arbour, cuestionó que en México persistan limitaciones a la libertad de expresión, entre otras razones, por la concentración de los medios de comunicación.
En su último día de visita en el País, la funcionaria canadiense externó que en una sociedad democrática, el Gobierno debe asegurar que exista un terreno equitativo para la información de interés público.
"Claramente, en una sociedad democrática tiene que haber un espacio para el pluralismo, para la libertad de expresión a través de los medios.
"Y el rol del Gobierno es asegurar exactamente eso, que existe un espacio público en el que una multiplicidad de puntos de vista pueden ser expresados", advirtió en rueda de prensa.
Asimismo, dijo que los asesinatos y abusos no resueltos a periodistas contribuyen a un clima de impunidad, que afecta el derecho de libre expresión.
La Alta Comisionada aseguró que en México hacen falta espacios genuinos para la expresión de la protesta social y los desacuerdos de la sociedad civil.
Luego de sus reuniones con representantes de organizaciones de la sociedad civil, Arbour manifestó que entre ellos persiste la idea de la criminalización de la protesta social, misma que está ligada al miedo de la creciente militarización del País.
"Lo que algunas comunidades indígenas y otros grupos tienen en mente es la frustración respecto a su falta de acceso a las autoridades, de que se escuchen sus quejas o que éstas sean bien respondidas, o a la falta de acceso a la justicia", señaló.
La funcionaria de la ONU exhortó al Gobierno de México a resolver casos de violaciones a los derechos humanos, con el mismo empeño que emplea en el combate contra el crimen organizado.
Opinó que si el Gobierno mexicano necesita de la asistencia militar, invierta los mismos recursos para reconstruir un sistema civil creíble para cumplir la ley.
"Es muy importante que México ponga tanta energía en resolver los asesinatos contra mujeres y periodistas, en desmantelar las redes de pederastia y pornografía infantil, que la energía que emplea en la erradicación del tráfico de drogas".
Estrategia a corto plazo
Durante el balance de su visita, Arbour indicó que la participación del Ejército en la lucha contra el crimen organizado debe ser una estrategia a corto plazo y vigilada por una autoridad civil.
Si existe algo llamado guerra contra las drogas o contra el crimen organizado, declaró, ésta debe ser ganada en las Cortes y no en las calles.
"El peligro es que podemos ver una escalada en las operaciones violentas; algunas de ellas en áreas urbanas donde se expone a civiles inocentes y pueden ocurrir decesos accidentales.
"Se necesita asegurar que el uso de la milicia sea una solución de corto plazo y que se haga con la máxima protección a los derechos humanos", externó.
En su último día de visita en el País, la funcionaria canadiense externó que en una sociedad democrática, el Gobierno debe asegurar que exista un terreno equitativo para la información de interés público.
"Claramente, en una sociedad democrática tiene que haber un espacio para el pluralismo, para la libertad de expresión a través de los medios.
"Y el rol del Gobierno es asegurar exactamente eso, que existe un espacio público en el que una multiplicidad de puntos de vista pueden ser expresados", advirtió en rueda de prensa.
Asimismo, dijo que los asesinatos y abusos no resueltos a periodistas contribuyen a un clima de impunidad, que afecta el derecho de libre expresión.
La Alta Comisionada aseguró que en México hacen falta espacios genuinos para la expresión de la protesta social y los desacuerdos de la sociedad civil.
Luego de sus reuniones con representantes de organizaciones de la sociedad civil, Arbour manifestó que entre ellos persiste la idea de la criminalización de la protesta social, misma que está ligada al miedo de la creciente militarización del País.
"Lo que algunas comunidades indígenas y otros grupos tienen en mente es la frustración respecto a su falta de acceso a las autoridades, de que se escuchen sus quejas o que éstas sean bien respondidas, o a la falta de acceso a la justicia", señaló.
La funcionaria de la ONU exhortó al Gobierno de México a resolver casos de violaciones a los derechos humanos, con el mismo empeño que emplea en el combate contra el crimen organizado.
Opinó que si el Gobierno mexicano necesita de la asistencia militar, invierta los mismos recursos para reconstruir un sistema civil creíble para cumplir la ley.
"Es muy importante que México ponga tanta energía en resolver los asesinatos contra mujeres y periodistas, en desmantelar las redes de pederastia y pornografía infantil, que la energía que emplea en la erradicación del tráfico de drogas".
Estrategia a corto plazo
Durante el balance de su visita, Arbour indicó que la participación del Ejército en la lucha contra el crimen organizado debe ser una estrategia a corto plazo y vigilada por una autoridad civil.
Si existe algo llamado guerra contra las drogas o contra el crimen organizado, declaró, ésta debe ser ganada en las Cortes y no en las calles.
"El peligro es que podemos ver una escalada en las operaciones violentas; algunas de ellas en áreas urbanas donde se expone a civiles inocentes y pueden ocurrir decesos accidentales.
"Se necesita asegurar que el uso de la milicia sea una solución de corto plazo y que se haga con la máxima protección a los derechos humanos", externó.
Nota de Silvia Garduño, Reforma, 9 de febrero.
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