Ausencia, invitado especial al debate en la sede del Senado

A muy pocos parece interesarles el debate popotizado de este jueves en el patio central de la sede del Senado.
El tema es “Yacimientos transfronterizos, negociación, exploración y explotación”, pero las sillas de invitados lucen vacías…hasta que entra en acción la “comisión de relleno”.
No están los coordinadores parlamentarios del PAN, Santiago Creel, ni del PRI, Manlio Fabio Beltrones. Bueno, no está ni el senador perredista Graco Ramírez, quien no se ha perdido ninguno de los 7 foros anteriores.
Son ocho los ponentes, todos técnicos, todos especialistas en el tema del que se habla, y el debate se perfila con ese cariz, no obstante el sesgo político que le intenta dar el embajador Gustavo Iruegas.
La palabra “popote” está en boca de todos.
La utiliza el senador del PRD, Pablo Gómez, cuando dice “el riesgo del popote es Estados Unidos, no en sí mismo popote alguno.
Y luego pregunta: ¿Calderón nos propone llegar primero que Estados Unidos y popotear a los gringos? ¿No, verdad?
La discusión de fondo no es el popote, dice Pablo Gómez, quien repite la palabra cinco veces en dos minutos.
Néstor Martínes Romero, investigador y consultor, también recurre al término cuando dice: “el efecto popote es una realidad”.
El debate se torna tedioso, hay pocas discrepancias.
Fabio Barbosa comenta que el Tratado de México con Estados Unidos sobre los yacimientos del Golfo de México fue “injusto” y estuvo mal negociado, y lanza sus baterías hacia la senadora del PRI, Rosario Green.
La legisladora, quien era canciller cuando se firmó el tratado responde a la alusión y ofrece toda una explicación de cómo se logró ese acuerdo durante el sexenio de Ernesto Zedillo.
Tan tranquilas estuvieron las aguas, que esta vez el senador panista Rubén Camarillo no tuvo que sacar nuevamente su copia de la exposición de motivos de Lázaro Cárdenas de 1939 en donde justifica la apertura del sector petrolero a la iniciativa privada.

José Contreras, Crónica, 6 de junio.