LA HABANA.- El levantamiento de las sanciones de la Unión Europea (UE) a Cuba dividió ayer a la opinión isleña entre quienes saludaron discretamente la decisión, a la espera de leer la resolución el lunes, y la decepción expresada por la mayoría de los opositores.
Los Ministros de Relaciones Exteriores de la UE acordaron el jueves en Bruselas eliminar las sanciones diplomáticas suspendidas desde 2005, para normalizar el diálogo político con La Habana tras cinco años de alejamiento.
En reacción a esta medida, el ex Presidente cubano Fidel Castro dijo ayer que desprecia la manera en que la UE eliminó el castigo diplomático contra la Isla.
"A Cuba, en nombre de los derechos humanos, le exigen la impunidad de los que pretenden entregar, atados de pies y manos, la patria y el pueblo al imperialismo", escribió Castro en el sitio web Cubadebate.
Castro, de 81 años, está apartado del poder desde que enfermó hace casi dos años, pero retiene gran influencia política en la Isla, gobernada ahora por su hermano Raúl.
El Canciller Felipe Pérez Roque opinó que la medida es un paso en la dirección correcta, pero agregó que el Gobierno se tomará su tiempo para responder oficialmente.
"Las injustas medidas de la UE fueron impuestas en 2003 bajo el pretexto del arresto (...) de 75 contrarrevolucionarios, pagados y avalados por el Gobierno de Estados Unidos", recordó el diario Granma, refiriéndose a las redadas de marzo de aquel año que acabaron con 75 disidentes pacíficos en la cárcel.
Consultados ayer por REFORMA, líderes de la disidencia interna calificaron la decisión europea de preocupante; un error que aumentará la represión, dijeron.
"Puede alentar a los sectores más duros del Gobierno y eso es preocupante", diijo el disidente moderado Óscar Espinosa Chepe, condenado a 20 años de prisión en 2003 y excarcelado por enfermedad.
Más radical, la líder conservadora Martha Beatriz Roque, única mujer que cayó presa con los 75, lamentó que la UE haya cometido lo que llamó un error que alienta la represión.
"Es lamentable que la UE, liderada por España, haya caído en este error. Esperamos más represión. La situación por la cual las impuso no ha cambiado. Siguen presos 55 inocentes de los 75 y continúa el hostigamiento", aseguró.
Roque salió de la cárcel en 2004 con licencia extrapenal por motivos de salud y dirige la ilegal Asamblea para Promover la Sociedad Civil.
La prensa local, resaltó que la UE pretende reanudar el diálogo político con La Habana, siguiendo la posición del Gobierno español del Presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
"Está claro que esto ha sido un intercambio entre Zapatero y Raúl Castro: yo te permito violar impunemente los derechos de los cubanos y a cambio tú permites a mis empresarios en Cuba", consideró Roque.
En el otro extremo, el socialdemócrata Manuel Cuesta Morúa opinó que el cese de las sanciones es racional.
"Favorece el diálogo y reduce los pretextos del Gobierno cubano para rechazarlo", dijo.
La UE ofreció al Presidente Raúl Castro reiniciar el diálogo político, pero éste desestimó la oferta mientras las medidas no fueran abolidas en forma definitiva e incondicional.
Las sanciones europeas pusieron fin a la cooperación económica y cultural, eliminaron las visitas de alto nivel y acordaron que sus embajadas en Cuba invitaran a los disidentes a las recepciones oficiales.
La respuesta del entonces Presidente Fidel Castro fue aislar, literalmente, a los Embajadores europeos aquí, y mantener las relaciones comerciales y las inversiones con países de la UE, al margen de la posición comunitaria.
Los Ministros de Relaciones Exteriores de la UE acordaron el jueves en Bruselas eliminar las sanciones diplomáticas suspendidas desde 2005, para normalizar el diálogo político con La Habana tras cinco años de alejamiento.
En reacción a esta medida, el ex Presidente cubano Fidel Castro dijo ayer que desprecia la manera en que la UE eliminó el castigo diplomático contra la Isla.
"A Cuba, en nombre de los derechos humanos, le exigen la impunidad de los que pretenden entregar, atados de pies y manos, la patria y el pueblo al imperialismo", escribió Castro en el sitio web Cubadebate.
Castro, de 81 años, está apartado del poder desde que enfermó hace casi dos años, pero retiene gran influencia política en la Isla, gobernada ahora por su hermano Raúl.
El Canciller Felipe Pérez Roque opinó que la medida es un paso en la dirección correcta, pero agregó que el Gobierno se tomará su tiempo para responder oficialmente.
"Las injustas medidas de la UE fueron impuestas en 2003 bajo el pretexto del arresto (...) de 75 contrarrevolucionarios, pagados y avalados por el Gobierno de Estados Unidos", recordó el diario Granma, refiriéndose a las redadas de marzo de aquel año que acabaron con 75 disidentes pacíficos en la cárcel.
Consultados ayer por REFORMA, líderes de la disidencia interna calificaron la decisión europea de preocupante; un error que aumentará la represión, dijeron.
"Puede alentar a los sectores más duros del Gobierno y eso es preocupante", diijo el disidente moderado Óscar Espinosa Chepe, condenado a 20 años de prisión en 2003 y excarcelado por enfermedad.
Más radical, la líder conservadora Martha Beatriz Roque, única mujer que cayó presa con los 75, lamentó que la UE haya cometido lo que llamó un error que alienta la represión.
"Es lamentable que la UE, liderada por España, haya caído en este error. Esperamos más represión. La situación por la cual las impuso no ha cambiado. Siguen presos 55 inocentes de los 75 y continúa el hostigamiento", aseguró.
Roque salió de la cárcel en 2004 con licencia extrapenal por motivos de salud y dirige la ilegal Asamblea para Promover la Sociedad Civil.
La prensa local, resaltó que la UE pretende reanudar el diálogo político con La Habana, siguiendo la posición del Gobierno español del Presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
"Está claro que esto ha sido un intercambio entre Zapatero y Raúl Castro: yo te permito violar impunemente los derechos de los cubanos y a cambio tú permites a mis empresarios en Cuba", consideró Roque.
En el otro extremo, el socialdemócrata Manuel Cuesta Morúa opinó que el cese de las sanciones es racional.
"Favorece el diálogo y reduce los pretextos del Gobierno cubano para rechazarlo", dijo.
La UE ofreció al Presidente Raúl Castro reiniciar el diálogo político, pero éste desestimó la oferta mientras las medidas no fueran abolidas en forma definitiva e incondicional.
Las sanciones europeas pusieron fin a la cooperación económica y cultural, eliminaron las visitas de alto nivel y acordaron que sus embajadas en Cuba invitaran a los disidentes a las recepciones oficiales.
La respuesta del entonces Presidente Fidel Castro fue aislar, literalmente, a los Embajadores europeos aquí, y mantener las relaciones comerciales y las inversiones con países de la UE, al margen de la posición comunitaria.
Yolanda Martínez, corresponsal, Reforma, 21 de junio.
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