El doctor en Geología se preocupa. Ya no ve las rocas que dio a una edecán para mostrar a senadores y diputados en el patio del Senado, lugar simbólico, pero sin acústica adecuada ni equipos para exposiciones técnicas sobre petróleo que requieren despliegue de gráficas y mapas.
El debate petrolero está en lo técnico, pero no hay forma de proyectar imágenes digitales, ni siquiera se tiene un pizarrón de la edad del Jurásico.
Ya entenderán a señas los legisladores en esta séptima reunión con los temas de exploración, explotación y restitución de reservas petroleras, o lo que es lo mismo, “prepárense para administrar el declive”. Pero, ¿dónde quedaron las dos rocas que llevó, en plan didáctico, Ricardo Padilla, investigador de Ciencias de la Tierra de la UNAM?
“Esas muestras, que ya no veo por ahí, me las devuelven. Son de la Universidad, son patrimonio nacional; no puedo dejarlas”, advierte incómodo.
Pasa del mediodía. Antes hizo repartir discos con la información gráfica a favor de fortalecer la exploración y producción de hidrocarburos. Una colaboradora suya recorre las filas de sillas. Hay lugares vacíos, aun cuando fueron retiradas dos filas. El día es de población flotante. Unos llegan, otros se van. Porfirio Muñoz Ledo aprovechó la mañana para tomarse una foto con cuatro edecanes antes de la reunión y se retira temprano.
El relevo es frecuente en el presídium; los fotógrafos toman pocas imágenes. El público pierde el hilo cuando el sonido se desvanece. Los líderes atienden asuntos ajenos o conexos.
Otros siguen a Muñoz Ledo en el escape. Parece que se hartan de las charlas de los técnicos, de menos grilla y más edades geológicas, cantidades fantásticas de unidades de hidrocarburos, de geografía petrolera; con ese lenguaje narran una crónica de derroche producto de errores y dolo. Hablan de pozos mal explotados; discuten sobre aguas profundas y ultraprofundas. Discrepan Adrián Lajous, ex director de Pemex; Carlos Morales, de Pemex Exploración y Producción; Fernanda Campa, doctora en Geología, contraria a priorizar la extracción lejana.
Fue suprimido el debate de expertos con legisladores, y así la sesión se reduce de seis a cinco horas. Incontables réplicas sobre datos y dichos las callan los expertos, entre ellos Eduardo Barrueta, Eduardo Beltrán, Gustavo Bonilla y Ricardo Prian (así, como el acrónimo de PRI más PAN), duro crítico de las iniciativas.
Partidarios de un referéndum —Fernanda Campa, Eduardo Beltrán—, chocan con Carlos Morales, de Pemex, quien pide un voto de confianza y no dejar a la decisión colectiva lo que se debe basar, dice, en los que saben. Otros, como Ricardo Padilla, dicen “no vine a debatir, sino a exponer razones técnicas”; se polemiza, como Adrián Lajous, quien denuncia el desvío al sindicato de renta petrolera, la cual ahora sí es sagrada.
El debate petrolero está en lo técnico, pero no hay forma de proyectar imágenes digitales, ni siquiera se tiene un pizarrón de la edad del Jurásico.
Ya entenderán a señas los legisladores en esta séptima reunión con los temas de exploración, explotación y restitución de reservas petroleras, o lo que es lo mismo, “prepárense para administrar el declive”. Pero, ¿dónde quedaron las dos rocas que llevó, en plan didáctico, Ricardo Padilla, investigador de Ciencias de la Tierra de la UNAM?
“Esas muestras, que ya no veo por ahí, me las devuelven. Son de la Universidad, son patrimonio nacional; no puedo dejarlas”, advierte incómodo.
Pasa del mediodía. Antes hizo repartir discos con la información gráfica a favor de fortalecer la exploración y producción de hidrocarburos. Una colaboradora suya recorre las filas de sillas. Hay lugares vacíos, aun cuando fueron retiradas dos filas. El día es de población flotante. Unos llegan, otros se van. Porfirio Muñoz Ledo aprovechó la mañana para tomarse una foto con cuatro edecanes antes de la reunión y se retira temprano.
El relevo es frecuente en el presídium; los fotógrafos toman pocas imágenes. El público pierde el hilo cuando el sonido se desvanece. Los líderes atienden asuntos ajenos o conexos.
Otros siguen a Muñoz Ledo en el escape. Parece que se hartan de las charlas de los técnicos, de menos grilla y más edades geológicas, cantidades fantásticas de unidades de hidrocarburos, de geografía petrolera; con ese lenguaje narran una crónica de derroche producto de errores y dolo. Hablan de pozos mal explotados; discuten sobre aguas profundas y ultraprofundas. Discrepan Adrián Lajous, ex director de Pemex; Carlos Morales, de Pemex Exploración y Producción; Fernanda Campa, doctora en Geología, contraria a priorizar la extracción lejana.
Fue suprimido el debate de expertos con legisladores, y así la sesión se reduce de seis a cinco horas. Incontables réplicas sobre datos y dichos las callan los expertos, entre ellos Eduardo Barrueta, Eduardo Beltrán, Gustavo Bonilla y Ricardo Prian (así, como el acrónimo de PRI más PAN), duro crítico de las iniciativas.
Partidarios de un referéndum —Fernanda Campa, Eduardo Beltrán—, chocan con Carlos Morales, de Pemex, quien pide un voto de confianza y no dejar a la decisión colectiva lo que se debe basar, dice, en los que saben. Otros, como Ricardo Padilla, dicen “no vine a debatir, sino a exponer razones técnicas”; se polemiza, como Adrián Lajous, quien denuncia el desvío al sindicato de renta petrolera, la cual ahora sí es sagrada.
Juan Arvizu Arrioja, El Universal, 4 de junio.
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