WASHINGTON.— El gobierno de Estados Unidos dio a conocer que fueron liberados los cubanos que ingresaron a este país después de ser secuestrados por un comando en Tapachula, Chiapas. No precisó cuál es su situación legal.
Al final de un día de rumores y hermetismo en las agencias oficiales, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas difundió una declaración que de manera ambigua abordó el tema: no precisó el número de personas que entraron y tampoco explicó si fueron liberadas con base en la llamada política de pies secos, que señala que cualquier cubano que ingrese por tierra será admitido en Estados Unidos, o si deberán comparecer ante un juez de inmigración.
Consultada por EL UNIVERSAL, la embajada de México en Washington declaró, mediante su vocero Ricardo Alday, que se trata de un asunto “que ciertamente preocupa al gobierno mexicano”. Hizo notar que aún está bajo investigación en EU “y por el momento no tenemos mayor comentario”.
El desenlace del incidente es incierto. En Estados Unidos, congresistas de origen cubano en el Senado y la Casa de Representantes han ejercido una presión evidente sobre el presidente George W. Bush, en busca de que el grupo de cubanos sea admitido.
Si eso sucede, el gobierno de Estados Unidos estaría resolviendo por la vía política un asunto con implicaciones legales: los cubanos ingresaron con papeles falsificados y todo hace suponer que en México fueron secuestrados por bandas dedicadas al tráfico de personas, uno de los delitos más condenados por Estados Unidos no sólo en su territorio, sino en todo el mundo, a través de un listado de países a los que certifica cada año.
La declaración del ICE mencionó que personal de la Patrulla Fronteriza encontró a un número aún por determinar de cubanos que se presentaron voluntariamente para ingresar a Estados Unidos desde México, a través de un puerto de entrada en Texas. Indicó que se trató de “dos grupos pequeños” que entraron a este país el 16 y 17 de junio.
El texto oficial dice que los agentes de la Patrulla Fronteriza transfirieron la custodia de los cubanos al ICE para los procedimientos que correspondieran. Los agentes de inmigración los detuvieron de manera temporal para hacer un monitoreo sanitario y de seguridad.
“Hasta este momento —señala la declaración— todo ha transcurrido de acuerdo con las políticas y procedimientos habituales. Todos, con excepción de uno, han sido puestos en libertad bajo palabra en Estados Unidos. Uno de ellos continúa bajo custodia del ICE”.
Funcionarios del Servicio de Inmigración y Aduanas fueron contactados para ampliar la información, pero no respondieron. El comunicado precisa que los cubanos quedaron en libertad bajo palabra, pero no explica qué sucederá después.
El caso de los cubanos hizo recordar el enredo legal ocurrido en Estados Unidos en 2005, cuando Luis Posada Carriles fue detenido en Texas por presencia ilegal.
Fue liberado a pesar de que la Corte de EU urgió a mantenerlo preso por ser un terrorista, pero un juez determinó que no debía ser deportado a Venezuela.
Al final de un día de rumores y hermetismo en las agencias oficiales, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas difundió una declaración que de manera ambigua abordó el tema: no precisó el número de personas que entraron y tampoco explicó si fueron liberadas con base en la llamada política de pies secos, que señala que cualquier cubano que ingrese por tierra será admitido en Estados Unidos, o si deberán comparecer ante un juez de inmigración.
Consultada por EL UNIVERSAL, la embajada de México en Washington declaró, mediante su vocero Ricardo Alday, que se trata de un asunto “que ciertamente preocupa al gobierno mexicano”. Hizo notar que aún está bajo investigación en EU “y por el momento no tenemos mayor comentario”.
El desenlace del incidente es incierto. En Estados Unidos, congresistas de origen cubano en el Senado y la Casa de Representantes han ejercido una presión evidente sobre el presidente George W. Bush, en busca de que el grupo de cubanos sea admitido.
Si eso sucede, el gobierno de Estados Unidos estaría resolviendo por la vía política un asunto con implicaciones legales: los cubanos ingresaron con papeles falsificados y todo hace suponer que en México fueron secuestrados por bandas dedicadas al tráfico de personas, uno de los delitos más condenados por Estados Unidos no sólo en su territorio, sino en todo el mundo, a través de un listado de países a los que certifica cada año.
La declaración del ICE mencionó que personal de la Patrulla Fronteriza encontró a un número aún por determinar de cubanos que se presentaron voluntariamente para ingresar a Estados Unidos desde México, a través de un puerto de entrada en Texas. Indicó que se trató de “dos grupos pequeños” que entraron a este país el 16 y 17 de junio.
El texto oficial dice que los agentes de la Patrulla Fronteriza transfirieron la custodia de los cubanos al ICE para los procedimientos que correspondieran. Los agentes de inmigración los detuvieron de manera temporal para hacer un monitoreo sanitario y de seguridad.
“Hasta este momento —señala la declaración— todo ha transcurrido de acuerdo con las políticas y procedimientos habituales. Todos, con excepción de uno, han sido puestos en libertad bajo palabra en Estados Unidos. Uno de ellos continúa bajo custodia del ICE”.
Funcionarios del Servicio de Inmigración y Aduanas fueron contactados para ampliar la información, pero no respondieron. El comunicado precisa que los cubanos quedaron en libertad bajo palabra, pero no explica qué sucederá después.
El caso de los cubanos hizo recordar el enredo legal ocurrido en Estados Unidos en 2005, cuando Luis Posada Carriles fue detenido en Texas por presencia ilegal.
Fue liberado a pesar de que la Corte de EU urgió a mantenerlo preso por ser un terrorista, pero un juez determinó que no debía ser deportado a Venezuela.
Wilbert Torre, corresponsal, El Universal, 20 de junio.
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